- ¿Y lo extrañas?
- Claro, algunas noches pienso en el justo en el momento preciso de dormir, o también entre los riconcitos de nuestro pedacito de Edén puedo escuchar su risa, aunque es cierto, ya no es tan constante, pero hay días en que podría jurar haber olido su perfume, hay días que entre las siluetas de las personas suelo confundirte, y de verdad que brinco, falsa alarma todas esas veces (y que triste) ¿Qué sí lo extraño? Un poquito entre semana al despertar, y suelo cerrar los ojos para imaginarte mirándome, y aunque ahora sé que sin ti vivir puedo, en ocasiones extraño todos esos días que nunca fueron, los viajes, los amaneceres, otras tantas risas, las pláticas, y sí, ¡el bendito sexo! Y las miles de mordidas que se quedaron en deseo.En fin, ¿qué si te extraño? ...Es extraño, pero, ¡tal vez sí! ¡extraño las calles de tu mano!, ¡las tardes de tu cintura y las noches en tu boca!.
Sí... Lo extraño, pero hoy no somos más que dos extraños y duele.