La fuente

56 3 0
                                    



Vieja era aquella, casa vieja, de paredes ornamentales
Cubiertas de musgo, humedad, curtida por el viento
Llena de recuerdos y de corridas, niños saltando la cuerda!

Ahí vivía una señora, de muchos años se decía  que tenía
Que llena de recuerdos cada mañana recorría su jardín,  
Jardín lleno de flores, a los pies de un cerro, viejo también el.

Escondida entre cascadas, se perdía, allá donde se esconde el sol.
Entre flores nunca vistas, rosas negras y azules,  donde las alegrías...
Son tristezas, donde el canto de los pájaros no  es más que silencio
Allí... apoyada sobre su regazo, se sentaba, contemplándolo todo
Escuchando sus palabras, calmas, llenas de alboroto, de serenidad
Ahí es donde quería permanecer, suspendida... en la eternidad

Una caricia suave refresca su piel, mientras la luna se asoma
Y las estrellas como luciérnagas parpadean sobre el negro cielo
Fresca como agua de manantial, así es!

A lo lejos ladran los perros, llamándola, reclaman su compañía,
más sin ella no sabrán vivir, pero...  ya no quiere regresar
es acá donde quiere pertenecer, en la serenidad, en silencio.

Perdida se creía que estaba entre montañas,  al pie de una cascada!
Mirando hacia arriba, debajo de espejos hechos añicos sobre tela negra,
Rodeada de flores, de peces de colores, de pájaros mudos, ahí, sola,
Sobre su regazo blanco estaba, sentada, con la seda teñida de musgo
Allí,  donde el viento se perdía entre su pelo, anudándolo en sus puntas
Tendida en su infinito sueño al fin, allí se encontraba, en La Fuente.-

Hasta que se terminen las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora