Capítulo 1

3.9K 119 2
                                    

- ¡Vamoos Ariia!, ¡Vamos a perder el avión por tu culpa! - gritó mi madre desde la parte de abajo
- ¡ sii mamaa, ya vooy!- rápidamente recojo mis auriculares y mi teléfono y lo meto en mi mochila.

Bajo las escaleras, encontrándome a mi madre con el teléfono en la oreja y gritándole al camionero que debe transportar parte de lo que antes era nuestra casa hacia nuestro nuevo hogar en Los Ángeles.
Mi madre al verme se despega el teléfono del oído y me saluda con un abrazo.
- Hola cariño, ¿estas lista? - dice mi madre con un tono de protección, miedo, nerviosismo que ni yo se explicar .
- Si mama, todo está bien - voy a darle un abrazo para complacerla ya que todo el mundo sabe que eso es lo que ella quería.
- Todo va a salir bien mi amor- dice, más para convencerse a ella misma que a mi.
- Claro que si mama, claro que si,  venga, ahora suéltame, demasiado amor por hoy.

¿Dónde estoy ahora?, ahora estoy en un maldito avión alejándome cada vez más del hogar de mi infancia, de mis mejores amigas, de mi instituto y de lo que más me duele, los pocos recuerdos que me atan a mi padre.

-Por favor abróchense los cinturones estamos a punto de aterrizar-  dijo esa irritante voz por los altavoces del avión.

Mi mamá tenia una cara un tanto graciosa, ya que tenia autentico pánico al aterrizaje de los aviones. Sí mama sí, sufre, eso por cambiarme así de pais, lo mereces.

- Aria por favor, dame la mano.
- Jamás mamá, que vergüenza, anda relájate que esta todo el avión mirándote.
-Aria, Aria,  Ariaaaaa- dijo, mas bien gritó mi madre cuando el avión aterrizó,
- Ves mamá, tampoco era para tanto- dije riendome por tal escandalo que se había montado en cuestión de segundos
- Estas me las pagarás enana.

Me encogí de hombros a la vez que salia o intentaba salir del avión ya que había un mocoso que decidió bajar las escaleras poco a poco porque tenía miedo.
Recogimos nuestras maletas y buscamos nuestro coche que había sido transportado en otro avión especial unas semanas antes, cuando mi madre vino a buscar casa para poder mudarnos.
Para mi suerte mi hermano pequeño Leo se había quedado aquí con mi tía Alicia, que por cierto tenia un marido rico que estaba muy muy pero que muy aceptable, si no fuera porque tiene un hijo un tanto irritable, incluso me pensaría el mudarme con ellos.
- Vamos Aria, recoge tus cosas,¡ ya hemos llegadoo! - salta mi madre del coche tan emocionada que parece que le van a salir brillitos por las orejas.

Poco a poco me adentro en mi nueva casa, es una casa un tanto grande, ya que mi madre afortunadamente disponía de bastantes ahorros, puesto que mi padre era director de una empresa y ella era su secretaria.  La casa disponía de una gran recepción, con un pasillo a la izquierda y unas escaleras al frente, el pasillo llevaba a un gran salón, con cocina estilo americano, la decoración era toda en blanco con los muebles de la cocina en grises. Por otra parte la planta de arriba disponía de 4 habitaciones, cada una con baño propio, al fin.
Me dirijo a la que será mi habitación, bastante grande, con dos cuartos, un baño y un vestidor.  Mi hermano va a alucinar cuando vea esto, tiene 11 años, pero seguro que se las ingenia para que su habitación sea mas guay que la mía.
- Hola cielo,¿ te gusta?- interrumpe mi madre en mi habitación.
- si mama, me encanta, Leo va a alucinar.
- Hablando de Leo, descansa, después arréglate, hemos quedado con tu tía Alicia para cenar y recoger a Leo.
- claro mama, ahora sal de mi habitación, quiero dormir.
- mi pequeño koalita, eres igual que tu padre.

Y bienvenido otra vez el tema de mi padre, estoy cansada de que siempre toquen el mismo tema, estoy cansada de que este tema me toque tanto.

Me tiro a la cama y dejo que las lágrimas se mezclen con el sueño.

Hasta siempre AriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora