Me adentro en la sala y veo a los chicos golpeando el saco con una fuerza bruta y sin control, van a romper las cadenas.
- ¡chicos! ¡quietos! Vais a romper algo - al oírme todos paran y se acercan a mi con desesperación - ¿qué pasa, por qué tan nerviosos? - pregunto.
- El Tiburón ha vuelto Aria - dice Bruno asustado
- y con él los combates. - le sigue Tim
- ¿quién es el Tiburón? - pregunto
- Es el mejor boxeador que había por la zona hace unos años, fue encarcelado por hacer peleas ilegales aparte de los combates- dice Liam, espectacularmente guapo hoy por cierto
- chicos, somos la squad smith no podemos dejar que un boxeador viejo nos asuste, tenemos que ganar esos combates, tenemos que estar fuertes frente a todo.
- Aria, los combates son mixtos, debes presentarte- dice Erick
- no chicos, yo ya no compito, ahora lo hacéis vosotros.
- Aria por favor, este gimnasio depende de nosotros, y sin ti no somos nada - argumenta mi chico, digo Liam
- si Ariia vamoos - llega mi hermanito con Nick y Leah.
- Esta bien, lo haré - suspiro- pero con una condición, vosotros os presentareis y nos ayudaremos, si nos toca pelear juntos lo daremos todo y no nos dejaremos ganar ¿si? - pregunto sobretodo mirando a Liam.
- ¡sii! - exclaman todos.
- Bien, a entrenar que esperais - animo mientras me voy al vestuario a cambiarme y me despido de Nick y Leah que ya se van y nos han invitado a ver una película después a mi y a Liam.
Entro en el vestuario y saco mis guantes rosas y blancos, estoy lista, esta es mi oportunidad de volver al ring, mi rodilla ya esta totalmente recuperada y me proclamaré ganadora, por mí, por mi gimnasio y por mi padre.
Cuando me volteo para salir del vestuario veo a Liam apoyado, esto ya se va a volver una costumbre.
- hola Liam.
- hola princesa - dice acercándose y besandome.
- Liam, nos puede ver alguien y estoy trabajando - le digo guiñándole el ojo
- vamos, el gimnasio es tuyo, solo un beso mas - pide con ojitos de cachorrito. Me acerco y le sigo el beso, al momento me coge del culo y me sube haciendo que rodee su cadera con mis piernas.
- Liam, Liam para- digo bajandome, lanzándole un beso en el aire y saliendo de los vestuarios.
Llego a la zona de entrenamiento y me pongo a trabajar duramente mi cuerpo, ya que hace mucho que no peleo profesionalmente. Golpeo el saco una y otra vez, imágenes de lo que pasó el día de la muerte de mi padre se me pasan por la cabeza, esto hace que golpee el saco con mas fuerza e intensidad, tras un rato paro por el cansancio y me doy cuenta de que solo quedamos Liam y yo en el gimnasio.
- Vamos angelito, mi hermana y tu primo nos esperan para ver una pelicula.
- Liam... No tengo ganas de ir al cine... - digo con cara de cachorrito.
- no vamos al cine Aria, vamos a mi casa.
- pero mañana tengo instituto
- te llevo a casa, recoges todo lo que necesites y te quedas a dormir. ¿que opinas? - dice Liam sabiendo que mi respuesta siempre será afirmativa
- esta bien diablo, llévame a casa- digo y Liam sonríe como un niño pequeño.
- te espero fuera, mueve ese precioso culo hasta mi moto ya- dice y se marcha sin darme tiempo a replicas.
Recojo todo rápido y cierro de nuevo el gimnasio, salgo corriendo y me monto en la moto de Liam, paramos en mi casa.
- ¿entras? - pregunto
- ¿segura? - me contesta con otra pregunta, genial
- si, segura
Entramos los dos a mi casa, mamá y Leo están tirados en el sofá viendo una película, cuando nos ven se sientan rectos y mamá rápido habla.
- vaya, Liam, no pensé que venias a pedirme la mano de mi hija tan rápido - comenta mi mama con un tono burlón
- no, en verdad vengo a llevármela a mi casa a ver una peli - mi mama lo mira raro- tranquila señora, mi hermana Leah y su sobrino Nick también estarán.
- ah genial, venga Aria ve a cambiarte y a ducharte.
Subo a mi cuarto después de esta rara charla con mi madre y hago lo que me ordenaron.
ESTÁS LEYENDO
Hasta siempre Aria
أدب المراهقينNoche del 3 de febrero, y última vez que ví a mi padre: - Buenas noches papa, que descanses, te amo- dije con una sonrisa de oreja a oreja propia de una niña de 7 años. - Buenas noches pequeña, que descanses- me dijo dándome un beso en la frente y...