La quinta casa

La Quinta Casa (cap35)

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Capítulo treinta y cinco:

La nieve escarlata

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No, no penséis, queridos lectores que Lucius Malfoy se comportó como un cobarde en la lucha contra Kreacher y sus criaturas. Es verdad que tras un primer intento de ayudar a sus compañeros (aunque a algunos de ellos, léase el trío de alumnos de Hogwarts , no les soportaba),el cual resultó fallido,el más ridículo de los Mortífagos se escondió tras la estatua de granito en la cual se había convertido Nagini.Pero no se quedó allí sin hacer nada.Cuando se dió cuenta que sus hechizos lanzados sin mirar no ocasionaban el más mínimo efecto al dragón que retenía a Hermione Granger y a la vez atacaba a Harry Potter y Ron Weasley,comenzó a arrastrarse y se concentró en los seres grises de Kreacher que buscaban acabar con el herido Albus Dumbledore.Los esfuerzos de Albus se dirigían a ayudar a los muchachos ,así que un mínimo de su poder contenía a los esbirros del elfo,tan mínimo que las garras de uno de ellos ya había roto el manto mágico de protección. El viejo director respiraba con dificultad.La herida de su pierna continuaba sangrando aunque eso no le debilitaba tanto como ver a Hermione casi perder el sentido aplastada por la cola del dragón y a los dos chicos incapaces de acabar con el monstruo.La mano-garfio del horroroso ente que había conseguido romper el halo protector de Dumbledore le estrujaba la sangrante herida mientras sonreía mostrando unos afilados colmillos con los que muy pronto mordería su cuello de viejo chivo barbudo.

Lucius se situó detrás de los seres grises y comenzó a desintegrarlos con el fuego de su varita... Albus recuperó la respiración y giró la cabeza aliviado. Al topar su mirada con la de Malfoy le hizo un gesto de agradecimiento y complicidad:

- Gra...gracias , Lucius -musitó-Ahora te necesitamos de verdad... el poder de cuatro...el hechizo Cuadrángulus... Harry , Ron , tu y yo... a la vez ... es la única forma de eliminar al dragón y salvar a la señorita Granger...

- Cuando tú ordenes, Albus-de repente Lucius recobró la energía y el orgullo propio.-¡Chicos! ¡A la de tres en cuanto Albus lo diga!

-¡Listo!-Harry Potter se levantó y se acercó a Dumbledore y Lucius Malfoy-¡El poder de cuatro!¡Cuadrángulus Extintor!

-¡Listo yo también! si se necesitan cuatro magos poderosos aquí estoy yo:Ron Weasley. Dadme la orden y diré con ese conjuro al mismo tiempo que vosotros y así...

Una luz de color verde emergió desde la primera planta,justo desde el último escalón de la larga escalera. Envolvió en un cegador brillo a Ron Weasley y al instante éste desapareció.

Un silencio sepulcral atrapó a Harry, Albus y Lucius.Ya no era posible el hechizo de

cuatro ... Como si lo hubiese adivinado,el dragón alzó su cabeza y aulló fuego, apretando con más fuerza el cuerpo de Hermione.

Hermione, desfallecida, abrió los ojos. Se le llenaron de lágrimas. El dolor era ya insoportable. Podía ver los moratones en sus piernas y brazos. La opresión en el pecho era enorme. Le faltaba la respiración. Aun así escuchó la voz de Harry :

- ¡Hermione! ¡Tienes que ayudarnos! ¡Necesitamos que seas la cuarta voz del conjuro! ¡En cuanto te hagamos la señal tienes que pronunciar al mismo tiempo que nosotros "Cuandrángulus Extintor"! ¡ Tienes que intentarlo! ¿Lo harás?

Hermione asintió desfallecida... no parecía demasiado complicado... tan solo decir una frase ...

- ¡ Atentos todos!- Albus Dumbledore alzó la mano- ¡ A la de una, a las dos y a las tres! ¡ Cuadrángulus Extintor!

- ¡Cuadrángulus Extintor!- gritó Harry Potter.

- ¡Cuadrángulus Extintor!- gritó Lucius Malfoy.

- Cu..cuadrán..- Hermione no pudo completar la frase porque se desmayó.

- ¡CUADRÁNGULUS EXTINTOR!

El hechizo, la cuarta repetición del hechizo , sonó sobre las otras tres, a la vez que éstas. Pero no se dieron cuenta de quién lo había pronunciado hasta que vieron alzarse sobre su largo cuerpo a Nagini, la serpiente de Lord Voldemort.

Si recordáis lo que pasó al inicio de esta batalla en la mansión Riddle no os extrañará saber (o adivinar) lo que sucedió. El hechizo de Malfoy que rebotó en la estatua en la que habían convertido a Nagini comenzó, muy poco a poco , a devolverle la vida a la serpiente. Cuando por fin pudo recobrar su aspecto habitual, Nagini, que había estado todo el rato consciente,decidió ayudar a los magos. Es verdad que para ella siempre habían sido sus enemigos,incluso había fantaseado muchas veces con devorarlos y saborear sus carnes,pero algo en su interior le avisaba de que todo eso ya no era igual... su amo había cambiado,lo había visto desde su forma pétrea. Y esos que le acompañaban eran ahora sus aliados e incluso el joven Potter ¡era su hijo! así que decidió ayudar y pronunció el hechizo para el que se necesitaban cuatro voces .

¿Funcionó el conjuro?, digamos que sí: el dragón experimentó una especie de gran dolor y calor. Liberó a Hermione,quien cayó al suelo siendo socorrida rápidamente por Lucius Malfoy y Harry Potter. Pero no murió,ni estalló en pedazos. ¿Por qué? Dumbledore lo comprendió enseguida: a pesar del esfuerzo de Nagini por articular palabras, y en nuestro idioma, lo hizo con acento pársel. El hechizo hirió al dragón pero no acabó con el. Pronto se recuperaría y atacaría de nuevo.

Lucius y Harry acarreaban a Hermione hacia un lugar seguro. Potter quería hacerlo rápido y regresar para ayudar a Albus Dumbledore. No tenía tiempo. El dragón empezaba a recuperarse y su ira crecía tanto como él lebantándose del suelo. Albus miró a Harry y le hizo un ademán con la cabeza que quería decir algo así como "no vengas Harry , salvaos vosotros". Harry lo comprendió pero no pensaba dejar que su más querido amigo entre los adultos de Hogwarts sucumbiera allí, a los pies de un monstruo. Albus conocía a Harry mejor que nadie y utilizando un último rescoldo de su poder paralizó a Harry. Que él se salvara, que todos se salvaran ... No imaginaba una mejor forma de morir. Y si Snape y Riddle conseguían atrapar a Kreacher, todo habría valido la pena...

Harry tenía los ojos llenos de lágrimas. No podía avanzar hacia Dumbledore para socorrerle así que se dio la vuelta y se reunió con Lucius Malfoy y Hermione. La muchacha parecía comenzar a recuperarse ahora que estaba a salvo.

- Cuida de ella y sácala de aquí como sea, Lucius- ordenó Harry

- ¿Qué vas a hacer, Potter?- preguntó Malfoy

- Seguir al traidor de Kreacher, ayudar a Severus Snape y a Voldemort a matarlo. Y encontrar a Ron... si es que sigue con vida.

- ¿Y... y Dumbledore?-Lucius Malfoy no se atrevía a decir nada más.

- No he podido hacer nada por él- los ojos de Harry se volvieron a humedecer- El hechizo no funcionó del todo y él se ha quedado allí, ante los piés del dragón,para ganar tiempo a nosotros...

Tiempo...solamente necesitaban un poco de tiempo... Albus Dumbledore miró hacia arriba y vio al dragón acercarse a él con los ojos encendidos en rojo llameante. Sonrió. Ojalá todo sucediera rápido. Había notado que, a causa del hechizo de cuatro que no funcionó del todo, el dragón no era capaz de vomitar fuego. Mejor. Morir quemado no era una buena cosa. Aplastado tampoco,pero sólo duraría un momento. Vio alzar la pierna del saurio descomunal. Su sombra le oscureció. Allí, suspendida en el aire, la pata del dragón se aprestaba a caer sobre él con fuerza. Albus Dumbledore cerró los ojos y trajo a su memoria el olor de los caramelos de limón que tanto le gustaban... volvió a sonreír. El cielo sería así: una tienda de caramelos de limón.

Un aullido retronó en el hall de la mansión Riddle. El grito, el alarido de triunfo del dragón cuando se disponía a aplastar a Dumbledore se mezcló con el de Nagini. La serpiente atacó al dragón mordiéndole en la pierna. Luego se dirigió al cuello de la bestia. Ambos animales fantásticos se enzarzaron en una pelea épica. Las heridas,la sangre y los gritos no cesaron hasta que los dos cayeron al suelo heridos de muerte. El dragón cerró sus ojos y expiró. A su lado con el corazón latiendo cada vez más lento, Nagini miró a Dumbledore y pareció como si sonriera y le guiñara un ojo.

Entonces murió. Albus Dumbledore lloró.