"MUÑECO DE TRAPO" el sicario del rey.

"¡DEMONIO!"cap. 9

Llegó el tiempo de la aceptación. El momento en donde el sufrimiento deja ese lugar que tomó en la vida de las personas para dar paso a un inmenso vació dentro de los corazones de la gente. Eso mismo le estaba ocurriendo a Elise, desde la muerte de Brian, ella se volvió vacía. Básicamente hacía lo mismo todos los días, iba a la escuela y al terminar volvía a su casa para encerrarse en su oscura habitación y simplemente no pensar nada. Pasaban semanas y su vida jamás se había vuelto tan silenciosa y sin sentido como hasta ahora.

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Elise se adentró en la escuela como todas las mañanas. De la misma forma, y escuchando la misma música que hace dos semanas cuando pasó por el mismo lugar. Solo que esa vez no imaginó lo que pasaría.
Mientras miraba detenidamente el suelo divisó una especie de signo o jeroglífico impreso en el suelo. Se detuvo a observarlo con detenimiento, y recordó que ese era el mismo lugar dónde estaba parado el criminal aquél día, recordó claramente como es que este contemplaba el suelo para luego irse del lugar sin más. "¿Qué significaría eso?" . Lo observó hasta que tocó el timbre y volvió a la realidad.

Caminando por los pasillos se los encontró vacíos. No habían estudiantes. "Algo está mal." El ambiente se puso pesado de repente, Elise se comenzó a asustarse y notó que se había desviado por un pasillo que no conocía. "¿cuándo llegué acá? Debió ser por lo distraída que andaba y fuí por donde no tenía." Siguió caminando examinando el lugar. Habían un montón de casilleros color azul oscuro llenos de polvo y telarañas. "que extraño, ¿hace cuánto estarán sin ser vistos?" Hacia el fondo se veía una puerta doble bastante grande.

Divisó un cartel en la puerta que decía biblioteca y escuchó voces a través de esta.

-no te resistas más Reyner, no quiero llegar a casa sin tí.-

-no me importa nada de la basura que me digas. Yo me quedo. Y que Berio me la sobe.- "¡esa voz!"

Se oyó una bofetada del otro lado de la puerta. -¡no te permitiré que hables así de el!-

-pierdes tu tiempo si piensas que voy a cambiar de parecer. Me quedo. Y a menos de que me vayas a enfrentar, mejor te vas.-

-no quería recurrir a la fuerza. Pero me estás obligando.- bufó. -de nada sirvió enviarte a matarlo si ahora el problema sos vos.-

-¡Brian nunca fué el problema! Y lo sabes. Antes esto era...-

Al escuchar ese nombre a través de la puerta a Elise le entró un choque de furia y odio a la vez y entró sin dudarlo interrumpiendo a quién ya suponía que estaba ahí. Todos sus sentimientos mezclados en un odio muy profundo a la persona que le quitó un hermano de otra madre.

-¿qu-que?¿Cómo entró una fijana acá?- dijo el hombre enfrente de ella.

-¡¿QUÉ LE ISISTE A BRIAN DEMONIO!?- gritó Elise apuntando al jóven encapuchado que la miraba con indiferencia.

-no debiste entrar.- bufó

El hombre la tomó del brazo y la levantó en el aire. -va a ser rápido-

-¡¡soltame enfermo!!-

-soltala. No tiene nada que ver con nosotros.-

-no podemos dejar testigos. Esa es la ley.- los ojos de este se tornaron oscuros, reflejaban furia y placer a la vez. Y una sonrisa de oreja a oreja se formaba en su cara.

-que la dejes. Tu pelea es conmigo.- dijo alzando la mirada hacia el hombre que aún la sostenía con fuerza en el aire si cansarse. Este soltó una carcajada y la bajó. -esta bien, la suelto.- pero su sonrisa no se desvanecía, y de un rápido movimiento sacó un cuchillo de abajo de su manga y lo clavo en el hombro de Elise para empujarla con el arma hacia el suelo bruscamente.