Hoseok tenía una gran manía de seguir a cualquier persona que le parecía interesante en instagram, eso mayormente lo llevaba a tener noches de desvela solo para llegar a la primera foto publicada por dicha persona.
Normalmente los viernes por la noche cualquier chico normal se la pasaría de fiesta, pero el no es normal, prefería en todo caso quedarse pegado todo el día a dicha red social y stalkear cuentas, a que salir y beber un rato.
Su amigos habían perdido toda esperanza de sacarlo de su casa o incluso habitación, ya que no había persona que lo sacase de ahí por mas que incluso lo amenacen de muerte el no saldría, simplemente era impresionante.
Sus padres dejaron de prestarle atención, ya que para ellos mientras no saque malas calificaciones y no beba o se drogue todo estaba bien.
Hoy era unos de esos tantos días en los que el estaba boca arriba en su cama chequeando su red social favorita, buscando algo nuevo que stalkear, pero pareciera que todas las personas que seguía se hubieran organizado para no subir nada durante esta semana, cosa que logro poner de mal humor a nuestro Hoseok.
Mientras suspira de cansancio y aburrimiento, se dirige hacia la barra de búsqueda en donde inmediatamente una foto en particular le llama la atención, poniendo todos sus sentido en alerta. Pulsa en la foto como si su vida dependiera de ella y espera a que esta cargue, mientras maldice lo lento de su internet por dentro.
Al ver la foto queda asombrado y algo confuso, la chica llevaba tanto maquillaje que lograba dejar su piel mas pálida de lo común, sus ojos se dejaban ver mas grandes a causa de las sombras que tenia y sus piercings simplemente le quedaban perfectos.
Hoseok o Hobi como suelen llamarlo sus amigos, había encontrado el amor a primera vista y sin perder mas tiempo, sigue a la chica y le da me gusta a todas sus publicaciones. Esta chica era la definición de la palabra rara y eso a el le encantaba.
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