El suspiro resonó en la habitación mientras Minseok volvía a mirar el desorden que era su habitación.
No se consideraba alguien desordenado, mucho menos sucio pero allí estaba el desastre en el lugar. No había cambiado las sábanas en una semana y su pijama tampoco. Su cabello olía mal y no se había duchado en todo el fin de semana haciendo un poco más desastrosa la situación.
Su cuaderno yacía allí tirado en alguna parte de todos sus papeles en su escritorio y a pesar de que no podía dejar de pensar en todas las cosas que tenía que hacer solo suspiraba y dejaba las cosas como estaba.
Estaba cansado, estaba aterrado y estaba conmocionado por todo lo que estaba pasando. Porque Minseok no había llegado a este estado casi catatónico de un momento a otro.
No, ese estado estupor en el que se encontraba tenía nombre y apellido. Y nada más ni nada menos cinco años menos que él.
Se llamaba Oh Sehun y estaba aún en la universidad.
Oh Sehun, con veinte años.
Oh Sehun quien luego de robarle un beso y aprisionarlo en una muralla se había marchado con una propuesta clara y concisa
"Sé mio Hyung"
Era estúpido, irracional e incluso su hermana pequeña rodó los ojos al ver como su sonrojo se marcaba al escuchar ese maldito nombre.
No podía dejar de pensar en el maldito mocoso que le preparaba los café en su cafetería favorita. Ese malandrín que lo había conquistado a bases de sonrisas y frases coquetas. Y tal vez por eso lo molesta tanto, porque se dejó engatusar demasiado rápido.
Se dejó besar con todo y se dejó manosear en un simple beso.
Dejó que el muchacho entrara a su corazón y su mente como un torbellino y dejará todo patas para arriba. Desde su trabajo, su higiene personal y su pequeño departamento de dos habitaciones.
Ese maldito mocoso lo había dejado desprovisto por primera vez en su vida y no podía creer que su vida se había vuelto un desastre por un niño cinco años menor.
Moonbyul lo había mirado rodando los ojos cuando había aparecido robando su mantequilla de maní y la coca cola light de su refrigerador aligerando el ambiente y preguntando cuál era el problema.
– Es un niño –
– ¿Y? Si fuera por eso, yo no estaría con Yongsun –
– Es diferente, ella es muy infantil no parece que tienen diferente edad –
Con una cuchara de mantequilla de maní en la boca solo alzó la ceja la menor mientras esperaba un minuto para contestar – Y a tí te devoraron en el pasillo donde botan la basura hermano. No creo que sea un niño pequeño ese Sehun.
El recuerdo de las risas de su hermana y la botella de bebida vacía lo hicieron encender su vela favorita y pasar la tarde con una mascarilla hidratante que le había llevado de regalo.
Moría por ir por un cigarro y preparar un café a pesar de que fuera las ocho de la noche. Pero sabía que cierto muchacho tenía turno en esos momentos y su cafetería estaría abierta unas horas más.
Conteniendo sus pensamientos de edades sobre la moral y las buenas costumbres se dirigió a la ducha para sentir el agua y el aroma a frutilla que tanto le gustaba con su gel de ducha.
A pesar de que comenzaba a hacer frío escogió sus zapatillas preferidas y luego de secar su cabello bajó las escaleras del edificio. Apenas llegó a la calle encendió el cigarrillo sintiendo como un gran peso se liberaba de su cuerpo y cómo por fin entendía lo que estaba haciendo.
Solo llevaba su teléfono y su tarjeta en el bolsillo. Su cajetilla yacía en el bolsillo de su chaqueta y disfrutó hasta la última calada al ver cómo el muchacho trabajaba diligentemente detrás de la máquina de expreso.
Podía imaginar el sabor del expreso que le preparaba el muchacho. Con tanto cuerpo, pero con ese aroma fuerte que tanto le gustaba. No había acidez ni amargura solo café con un sabor que solo el muchacho lograba.
Al entrar la campanilla sonó y pudo ver los ojos del muchacho chocar con los suyos mientras volvía a sentir sus mejillas coloradas y las ganas de arrancar a su departamento nuevamente. Pero no fue capaz porque el cajero los irrumpió saludando y confirmando su pedido antes de que se sentara en su mesa de siempre.
Vio la bonita sonrisa del muchacho entre sus labios y por primera vez recordó a cabalidad aquél beso lujurioso y fuerte que le había dado en el pasillo de atrás. Y no pudo evitar pensar en que quería volver a sentir aquellos labios, quería sentirse entre sus brazos, quería sentir como sus piernas se volvían gelatina y la forma obscena que el menor lo sostenía del trasero.
Cuando la taza de café apareció frente a él en la mesa sabía que era el muchacho quién estaba frente a él y solo pudo sonreír.
– Hola Sehunnie – Saludó mientras veía al muchacho sin su delantal con una taza de chocolate caliente para él.
– Hola hyung –
– ¿Cómo has estado? –
– He tenido días mejores – Sonrió mientras tomaba un sorbo de chocolate y Minseok no podía evitar mirar atentamente la mancha entre sus labios. Sentía unas malditas ganas de sacarle el chocolate a lenguetazos.
– ¿Por qué? –
– Porque arrancaste el viernes –
– Tengo miedo – Respondió sin analizar lo que había dicho.
– ¿Por qué? – Preguntó por esta vez el menor apoyando sus codos en la mesa acortando la distancia entre ambos.
– Porque me enamoré de tí – Respondió y sin pensar tomó de la corbata al muchacho besando sus labios de manera escueta pero furiosa donde solo se dedicó a sacar la mancha de chocolate de sus labios.
– Yo también hyung – Respondió el menor mientras le acariciaba la mejilla para volver a besarlo. Pero esta vez había sido diferente, el menor se había dado el tiempo de recorrer cada centímetro de su boca con delicadeza y cuidado.
Y es que aunque Minseok tuviese miedo, miedo de enamorarse de un niño, ya no había vuelta atrás. Ya estaba enamorado.
🐹❤️🐤
1007 palabras.
01.04.2018
A una hora de que acabara el domingo, igual publiqué jsjsj, espero que les guste, saludos a todas ! Y gracias por apoyar este proyecto! Nos leemos!
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20 historias de amor y gemido ahogado (Semin/Xiuhun)
Fanfiction20 historias de amor y un smut de esta hermosa pareja. Espero que les guste! Saludos! Ranking... #2 IN SEHUNNIE 15.06.2018