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Tragué con dificultad, definitivamente esta situación me superaba por completo y el hecho de que Seokjin estuviera comportándose así me dejaba totalmente desconcertado ¿Qué pasaría de ahora en más?
Repentinamente sentí como sus labios se unieron a los míos y me estremecí, sabía cómo hacerme sentir vulnerable. Sus manos recorrían la parte de atrás de mí nuca acariciando mí cabello y pese a que por un momento presente resistencia finalmente analicé la situación ¿No era esto acaso lo que Jin quería? Él no esperaría que yo aceptara simplemente así como así volver ¿O si? De cualquier forma era la única opción si lo que quería era limpiar mi imagen.

— Viste que sí querías, Nam, quiza mas que yo inclusive -sus labios habían bajado hasta mí cuello y en el susurraban haciendo que mis vellos se erizaran.

— Estás jugando con fuego Seokjin ¿Estarás dispuesto a quemarte? -murmuré en un tono de voz ronco, dominado por la lujuria del momento.

— ¿Estás seguro que soy yo quien juega con fuego? No vaya a ser que el único que se queme seas tú...

La puerta sonó y jamás en mi vida me había sentido tan agradecido de que alguien interrumpiera un momento a solas con Jin. Él suspiró, parecía haberle molestado aquella interrupción pero sin embargo no se movió ni cambió la posición en la que nos hallábamos
Una, dos, tres veces más tuvo que sonar hasta que bastante colérico me miró.

— ¿No piensas abrir? -Me habló con rabia y yo reí ¿Cómo pretendía que lo hiciera si hasta ese momento me tenía atrapado entre sus brazos?

Lentamente la puerta de abrió y pudimos ver, ambos, a Jungkook, de brazos cruzados y recostado contra la puerta de en frente que era la del baño. Carraspee para atraer su atención.

— Oh, disculpa huyng, estaba sumido en mis pensamientos. Bang nos ha llamado, dice que tendremos una fiesta hoy y que asistiremos para informar la vuelta de Jin y su vuelta como pareja -mis ojos se cerraron, no me gustaba nada esta idea y sabía exactamente cómo acabaría todo. Suspiré.

— Está bien Kookie, será mejor que comiencen a ducharse desde ahora así podemos arreglarnos tranquilos, empiecen ustedes ¿Si? Jin y yo iremos después -hablé sin siquiera darle la oportunidad a Seokjin de emitir opinión, no iba a permitirle seguir comportándose así.

Jungkook simplemente asintió y se fue dejándonos solos nuevamente, ¿En qué demonios estaba pensando exactamente cuánto le dije que Jin y yo no iríamos aún?

— ¿En qué estábamos? -él volvió a acercarse, ésta vez mirándome como si de un trozo de carne me tratara, me sentía ¿Incómodo? — ya lo recuerdo -su cuerpo nuevamente se apegó al mío.

— Oíste a Jungkook, debemos prepararnos para la fiesta -hablé con una especie de nudo en la garganta mientras me separaba. — ve a dejar tu ropa nuevamente en el cuarto Jin -salí de ahí regañandome a mí mismo por no haber aprovechado mi primera oportunidad de escapar de ese nuevo y extraño Seokjin.

Vi, a través del rabillo de mí ojo, como él salía de allí bastante rabiado, ¿Acaso pensaba que caería tan fácilmente en sus redes?

...

Había pasado una hora, aproximadamente y yo estaba ya saliendo del baño. Había tenido el privilegio de bañarme sólo ¿Privilegio? Rechazo diría yo. Las cosas aún estaban tensas y al parecer los menores aún no me perdonaban haberle levantado la mano a Seokjin. Luego de vestirme me asomé a la sala, Suga reposaba en el sofa en compania de Jimin y Jungkook, los tres ya estaban listos. En un rincón, mirándose al espejo, estaba Hoseok, muy concentrado en como peinaba su cabello mientras que Taehyung lo observababa atentamente.

¿Dónde estaba...? Desde la cocina salió él, como si hubiera sido un deseo cumplido para mí, lucia simplemente magnífico, perfecto y por un corto instante sentí que todo era como antes, antes de los golpes, de las peleas, antes de los insultos. Antes. Cuando apenas habíamos comenzado, cuando nos jurabamos amor eterno cada noche antes de dormir y soñábamos con algún día poder formar una familia ¿Dónde había quedado todo eso? Suspiré pesadamente.
Sentía una revolución de emociones, mí mente era un completo caos de sensaciones y pese a que siempre me había considerado muy bueno para controlarlas éste no era el caso. Cuando lo veía me sentía en el cielo, sentía que todo era posible, que él era a quien yo quería a mí lado por el resto de mí vida. Sin embargo, y luego de la charla que recientemente habíamos tenido, algo dentro de mí estaba en alerta y advirtiéndome constantemente que si realmente quería recuperar al Jin del que me había enamorado perdidamente debía esforzarme, más que eso, debía cambiar.

La fiesta había comenzado y nosotros habíamos llegado algo de veinticinco minutos después. Luego de saludar al respectivo organizador cada uno se fue por su lado. Jungkook, Hoseok y Taehyung bailaban. Jimin y Yoongi se habían sentado y hablaban animadamente y yo, bueno, Jin no se había despegado de mí tal y como las órdenes de Bang habían dictado. ¿Debía acaso sentirme en el cielo o el infierno? Porque esto no parecía para nada el cielo.

— ¡Tengo sed, Nam! -la voz de Seokjin me sacó violentamente de mis pensamientos y simplemente suspiré, debía comportarme como todo un caballero.

— Iré a buscar de beber, espérame aquí -Le respondí soltando su mano.

Había pasado cinco minutos en la barra y cuando volví a dónde le dije que me esperara él ya no estaba ¿A qué juegas Seokjin? Pensé mientras les dejaba los vasos a Jimin y Yoongi quiénes me miraban simplemente confundidos.
Mis ojos viajaban frenéticamente por cada lugar de aquél lugar, debía hallarlo, algo no andaba bien. Había dado unas cuantas vueltas por aquel lugar antes de percatarme que el único lugar que aún no visitaba era el baño. Cuando llegué al pasillo lo ví, recostado contra la pared como si esperara por algo, o alguien.

[https://youtu.be/tUxOgLF7cJk]

— Estaba buscándote -gruñi por lo bajo acercándome, él me miró con una sonrisa.

— Y yo a ti -sus palabras salieron de forma dulce mientras se abalanzaba sobre mí, nuevamente ¿Qué estaba sucediendo?

— ¿Qué estás haciendo Jin? -mis manos se apoyaron sobre la camisa de seda rosada que cubría su pecho.

— Tenemos algo pendiente -sus manos tomaron las mías y de un movimiento me acercó a él uniendo nuestras bocas de forma pasional, no quería eso, no ahora, no ahí

— Ya fue suficiente Seokjin, para ya -me quejé separándome pero él nuevamente me acercó

Ése había sido el fin mi paciencia,
Todo se había ido al carajo, de nuevo.

Mis manos lo alejaron bruscamente haciendo que su cuerpo impactara contra la pared, me acerqué a él y lo acorralé con ambos brazos;

— Me has cansado Seokjin, ¿Comprendes? ¡Estoy jodidamente harto de esto! ¿Qué crees que haces, me amenazas, me haces jueguitos estúpidos de adolescentes? ¡Cuál es tu maldito problema! -mis ojos se habían clavado en los suyos y yo sabía dentro mío que lo que estaba haciendo estaba mal, muy mal, pero ya era tarde para arrepentirme.

Antes de siquiera haberme dado cuenta mí mano había tomado su brazo y lo había arrastrado al interior del baño. Uno, dos, tres impactos de puño cerrado en su estómago habían sido suficientes para que cayera al piso retorciéndose de dolor pero sin hablar. Ya no suplicaba, no pedía que parase, no rogaba piedad. Odiaba eso, quería que me rogara ¡Debía hacerlo!
Mí mano lo tomó por el ahora arrugado cuello de su camisa y nuevamente lo había acorralado contra la pared obligándolo a mantenerse en pie.

— ¿Qué pasa Jin, ya no te comportas como hace rato? -mi voz se había vuelto ronca. Mí mano mantenía su mentón alzado haciendo que su mirada de hallara con la mía.

Él parecía estar esforzándose por mantenerse en pie, por parecer fuerte incluso si lo que quería era tirarse a llorar.
Y de repente, alguien más entró al baño

— Te dije que no jugaras con fuego, Namjoon -Oí a Seokjin reír por lo bajo y mí respiración se aceleró ¿Y ahora qué haría?

Monster ¡En Edición! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora