Querido Diario, Soy Transexual

Querido Diario: Día 2

16 de Marzo de 2016

Querido diario, ayer comencé a escribir en un estúpido libro por falta de amigos.

Me siento estúpido por hacer esto, pero supongo que es a lo que llegan las personas al no poder confiar en nadie y contarle sus secretos, sus dudas, sus inseguridades... O puede ser que nadie guarda mejor tus secretos que un vulgar trozo de papel, sea lo que sea, tengo que confesar que yo lo hago porque soy un perdedor.

Todo empezó hace seis años, cuando no tenía más de diez años; toda mi vida pensé que jugar con niños, odiar las muñecas, llorar cuando mi madre me obligaba a ponerme vestidos porque no me sentía yo, quedarme despierto por las noches, intentando distinguir sombras en mi habitación mientras pensaba que era y que quería ser, todo eso, pensaba que era normal, cosas de adolescentes, cosas, como diría mi madre, de la edad, pero no, hoy por hoy puedo decir que no son “cosas de la edad”, simplemente no me sentía cómodo en mi cuerpo.

A mis once años empecé a plantearme de nuevo mi vida, mi apariencia y aclarar mi mente, recuerdo levantarme un día cualquiera, ir al baño, mirarme en el espejo y decir lo que llevaba noches enteras pensando y nunca me atreví a decir en alto por miedo:

“Ashley, eres un hombre”