Querido Diario: Día 89

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20 de Febrero de 2017

Querido diario, me siento fatal.

Aiden ya no me dedica esa sonrisa por los pasillos, esa sonrisa que me alegraba el día y me animaba a seguir adelante.

Su mirada se ha quedado estancada en la decepción que experimentó el pasado San Valentín.

Nuestras pocas conversaciones resultan forzadas y sobre temas triviales, tales como los estudios.

Y para colmo mi padre se ha enterado de que había entrado en su habitación y recuperado el regalo.

Ahora es mucho más violento, incluso con mi madre, no se atreve a tocarla pero sus agresivas contestaciones la tienen atemorizada; hay noches en las que la escucho sollozar desde mi cuarto.

Por supuesto, Nat se ha dado cuenta de que algo había pasado entre su hermano y yo, estoy seguro de que lo intuye, pero no ha dicho nada y se ha limitado a seguir como siempre; sabe que se lo contaré a su debido tiempo.

Se lo agradezco.

Y aún con su apoyo, me siento más solo que de costumbre.

El vacío que ha dejado Aiden no lo lograré llenar tan fácilmente.

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