Narra Christopher.
Martes. Clase de Filosofía. Odio a ese profesor, odio que le trate de coquetear a TN. Tiene ventiún años, está bien, pero no es conveniente que trate de coquetear a sus alumnas. Y justamente TN, porque, tiene novio.
Al parecer, te estas enamorando tú, no ella.
Ya cállate, maldita consciencia.
—Chris, ¿tienes bolígrafo?–giro mi cabeza hacia un costado. Era Emma. Suspiro y le entrego mi bolígrafo. No entiendo. Sus padres son multimillonarios y ¡no tiene dinero para comprarse un maldito bolígrafo! Sigo leyendo lo que el profesor dijo, no entiendo nada, Joel dónde estás...
—Profesor, ¿puedo ir al baño?– pregunta TN. Levanto la vista. Siempre luciendo bonit... No, siempre tan... tonta.
El profesor asiente con la cabeza y TN se levanta. Pero que trasero por dios...
—¿Qué miras?– susurra mi 'novia' a mi lado.
Me tensé y volví a mirar el libro.
—¿Profesor?–dije llamando la atención del tipo. Me mira esperando una respuesta y respondo.–Tengo mucha sed, ¿puedo ir a buscar agua en la cafetería?
—Bien, vaya Velez. Pero no tarde tanto.
Sí, claro, "no tarde tanto". Sonreí egocéntricamente y salí por la puerta.
Caminé hasta el baño de las mujeres. Me quedé a un costado de la puerta. ¿Tanto ibas a tardar TN? En un momento abren la puerta, miro y era una chica pelirroja. Me mira como si fuera un bicho y se va hasta su salón. Abren la puerta otra vez, y era TN, con mis manos tapé su boca y entré a un cubículo. Le puse el seguro y saqué mi mano.
—¿¡Qué te pasa!?–preguntó alterada.
Varias cosas, demasiadas.
Me acerqué a ella, luego la miré por tres segundos y la besé. Besándola no la iba a enamorar. Supongo. Con sus pequeñas manos trata de empujarme, hasta que se da por vencida y sigue el beso. Llevaba una falda negra que le llegaba arriba de la rodilla y una remera gris clara. Una de mis manos recorrió todo su muslo, ella corre mis manos y me vuelve a empujar. Besé su cuello y volví a sus labios. Hace demasiado calor, y no porque TN me caliente, sino, por el clima.
—Te quiero suficientemente cerca de mí, muy cerca, quiero estar dentro tuyo, TN.– susurré luego de separarme de ella.
Se acerca a mí y golpea mi hombro. Reí al ver cómo trataba de abrir la puerta del cubículo, pero tenía seguro.
Suspira y le saca el seguro.
—¿Y el último beso?–dije alzando las cejas.
—Me tienes jodiendo con eso hace una semana. ¿Un último beso por día? ¿Último beso de despedida? ¿Eso es?–bufó y me dejó solo, en el baño de mujeres.
Corrí a la cafetería y pedí una botella de agua. Tomé un poco y volví al salón.
—Velez, tardó demasiado. Por su culpa todos tendrán una ev...–busqué dinero en mi bolsillo y saqué cien dólares.–Todos tendran aprobada la materia...–murmura mirando los billetes. Lo bueno de este profesor, es que podíamos chantajearlo.
Me senté en mi lugar y comencé a utilizar el celular.
—Velez, entregueme el teléfono.–levanto mi vista encontrándome con el profesor enfrente mío. Saqué más dinero y volvió a su escritorio.
—Alumnos, hoy todos tendrán una evaluación, menos, obviamente, Velez y... Colón. Se sentarán juntos, por si tratan de ayudar a sus compañeros de banco.–frunce el ceño.
Christopher, tienes que comportarte como una persona civilizada y no ser un tremendo coquetón. Así no la vas a enamorar.
¿Para qué la tengo que enamorar? Es una pérdida de tiempo.
Tus padres pueden parecer agradables con los Colón, pero lo único que quieren es dinero, ya te lo dijeron pendejo.
¡Si estamos muy bien económicamente!
Tu padre perdió su trabajo. ¡TE LO CONTÓ TU MADRE AYER TONTO! Cuando llegaste tarde.
Tengo pérdida de memoria. Bueno, quizás.
Y así se basó mi charla con mi consciencia.
—Yo prefiero quedarme aquí.–dijo TN. —¿Tienes miedo, nena?–pregunté.
—Colón, tienes que sentarte con alguien que no haga el exámen. Obligatoriamente.–murmuró la última palabra. Me levanté de mi lugar y me senté en el último lugar a una esquina, el único banco libre.
Uso mi celular un rato hasta que siento su rico perfume a mi lado.
Ella lucía seria.
Le toqué el hombro y me miró. La tomé de la barbilla y la besé. Se subió encima de mis muslos y comenzó a dejar suaves besos en mi cuello.
—Christopher, ¿estás despierto?–susurra muy cerca de mí. Levanto mi cabeza. Estaba imaginando, o más bien soñando. Pero ella estaba a mi lado. ¿Tan rápido me duermo?
TN ríe levemente y sigue utilizando su celular. Se lo arrebato de las manos y husmeo sus chats.
—Devuélveme mi celular.–murmura.
—Bésame.–susurré apoyando el celular en mi mejilla.
Suelta un bufido y empieza a escribir la mesa. Oh, pensé que me besaría.
—Veo que no eres la chica fácil.–susurré
—¿Qué dijiste?–suelta el bolígrafo.
—Veo que no eres la chica fácil.– repetí
—¿Cuál es tu problema?
—Que no me quieras besar.–dije desviando mi mirada.
—¿Por qué te besaría? ¿Eh?–la miré y estaba enojada. Ya estaba acostumbrado a verla así.
—Porque estas enamorada de mí.–solté. Ella se ríe y su mirada se torna seria.
—No estoy enamorada de tí. Juro que te encantaría, pero tuvimos tantas peleas, que este año me sorprendiste. Hasta me dijiste que querías estar cerca de mí. ¿Qué te pasa?
—Quiero que las peleas terminen, TN. Además, también dije que quiero estar dentro tuyo.
TN ríe y me da un cálido abrazo.
—No más peleas entonces.–susurró.
—¿Amigos?–alcé una ceja.
—Amigos.–sentenció y me volvió a besar. No sé si estaba loco, pero la escuché decir "hueles bien". Sé que huelo bien. Soy Christopher Vélez.
Ya la cagaste tonto.
¡Vete a la mierda consciencia!—¡Mamá, ya llegué!–grité aventando la mochila en el sofá. Me senté y encendí la televisión.
—¿Buenas noticias?–preguntó sonriente.
—Me volví su amigo. En poco tiempo la tendré rendida a mis pies, lo juro.–sonreí
—Yo seguiré convenciendo a su madre por lo del viaje familiar. Dios, pregunta demasiado.–murmura. Reí y miré la televisión.
“¡Selena viene a Miami! Wow es una noticia muy... emocionante, pues, viene a promocionar sus canciones, "Bad Liar" y "Fetish" que aquí se han hecho muy importantes ya que ella es una cantante a nivel... mundial. Va a dar dos shows en el centro comercial de Miami. Para más detalles, llame al número de abajo.”
Era increíble. Mi amor platónico venía a mi ciudad.
Llamé a TN. Ni sé porqué hice eso, pero no me arrepiento. Quería llevarla conmigo a esos shows.
—¿Diga?–escuché otra voz, no era la de TN.
—¿Quién habla? ¿Dónde está TN?
—Soy Zabdiel, ella está debajo mío ahora, ¿sucede algo, Velez?
—Al menos quiero escucharla.–bufé.
—Ho-hola, Chris.–tartamudeó.
—¿Cómo va tu día?
—Mmm...–jadeó. Lo que pagaría por tenerla en las mismas condiciones.–Uhm... Va muy... Bien...–dice entrecortadamente.
—Genial. Bueno, nena, tengo que cortar.–dije y corté la llamada.
Subí a mi cuarto y me recosté en la cama.
Christopher tenías que ser... Cómo te dejas engañar por la gente...
¿Qué dices?
Estoy seguro de que TN no estaba por tener sexo con Zabdiel.
Ajá... Déjame en paz. Voy a dormir.
Pero no podía, no podía dejar de pensar en ella. ¡No me tengo que enamorar yo! ¡Diablos!