Razor (Kate)
Seré breve, mi nombre es Kate Parks y hoy empieza una nueva aventura en mi vida. Hoy empezaría mi primer día de trabajo en un hotel situado en la costa, se llamaba "Hotel Bahía de Oro", la verdad, no se para que un hotel con tan buenas criticas y necesitaba a una ingeniera aeronautica, ya que no veia ningun aeropuerto o helipuerto en la zona.
Ahora mismo me encuentro en un taxi dirigiéndome hacia el Hotel, y para colmo, tenia que ir elegante para dar buena impresion, y sinceramente, no soy de llevar vesitidos.
-Estamos a punto de llegar señorita- Me dijo el taxista.
-Oh, de acuerdo, ire preparando la tarjeta-
-No, no hace falta que me pague, el hotel ya cubre los gastos de transporte-
En ese momento me quede confusa, tampoco vengo de una familia importante para que me inviten en un hotel de tanto lujo.
Llegamos al hotel y la verdad, me impresiono lo imponente que era ese edificio, estaba todo acristalado y una entrada que parecía la de una Mansion.
Por un instante me quede paralizada en frente de la puerta, pero me arme de valor y entre.
Nada mas entrar, era como estar en otra epoca, todo era puro lujo, el suelo era de Marmol y encima habia una gran alfombra roja.
-Disculpe Señorita, ¿Desea algo?- Me pregunto un recepcionista.
-Uy, disculpa no te había visto- Le respondi disculpandome.
-No se preocupe señorita pero, ¿Necesita algo?
-La verdad si, me citaron en este hotel para empezar a trabajar, aunque la verdad, no se para que necesitáis a una ingeniera aeronáutica.-
-Usted es Kate Parks si no me equivoco, verdad señorita- Dijo un hombre a lo lejos.
Al darme la vuelta, vi a un hombre alto, rubio y con pinta de adinerado.
-Y usted es...-
-Oh disculpa mis modales, mi nombre es David, soy el hijo del dueño de este grandioso Hotel.-
-Encantada, yo como usted a dicho soy Kate, me habian citado a venir a trabajar aqui pero no entiendo por que.-
-Usted disfrute de la estancia, en unos días lo entenderá, por cierto, un vestido encantador. En fin, sigame que la llevare a su habitacion.-
Cuando llegamos a la habitacion lo primero que me impresiono fue el lujo que había en este cuarto.
-Dios, es perfecto, muchas gracias de verdad.- Le dije a David.
-Bueno, le dejo que se acomode en su nueva estancia, y antes de que me olvide, esta noche se celebra una celebración en el jardín del hotel, ahora si me disculpas he de esperar a una persona en el hall, cualquier cosa llama a este numero "115"-
Decidí abrir la maleta y sacar un juguetito que me habia traido, se trataba de un Dron con una camara, empece a configurar la camara y los controles, aunque con la tonteria perdi la nocion del tiempo.
-¡Ostras que tarde se me ha hecho!-
Baje rápidamente hacia él jardín sujetando él dron en la mano. Por suerte aún estaban preparando las cosas, así que decidí probar un rato él dron.
-Señorita, si va ha hacer volar ese bicho hagalo en él ático mejor, aquí podría hacer daño a alguien- Me dijo un mozo que estaba ayudando con la iluminación del jardín.
Salí de la zona algo Mosqueada pero tampoco iba a quejarme, al salir, vi a dos chicas tiradas en él suelo, una iba con patines y la otra parecía alguien importante, ya que iba muy elegante, mas que yo aunque la verdad, yo y la elegancia nunca hemos sido buenas amigas.
Seguí subiendo hasta al ático y la verdad, no me arrepiento, estaba atardeciendo y tal y como decía él nombre de este hotel es como si la bahía del frente se bañase en una luz dorada.
"Nunca pensé que llegaría a ver un atardecer tan bonito en mi vida" pensé.
Así que decidí inmortalizar este momento, puse él dron en él suelo, y lo alze al vuelo para que captase tal preciosidad.
-Y... Cámara encendida, esto a mi familia le va a encantar-
Me pase como media hora grabando él atardecer, era todo perfecto.
De golpe empeze a oír él sonido de un rotor que cada vez se acercaba mas y mas.
-¿Pero que..?-
Paso a escasos centímetros un hidroavión
-¡LA OSTIA!- grite asustada.
Él aparato se dirigió hacia al costa, pero por desgracia la corriente de chorro que dejo él aparato desestabilizó mi dron y...
-¡AAAAH!!!- Se escucho un grito de una mujer junto a los de unos cristales.
Esta vez si que la había fastidiado bien.