Aldea humana

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Gakupo se había criado entre las calles de la aldea, había jugado con cada niño del lugar, había hablado con cada mercader, conocía a cada uno de los habitantes, su personalidad vivaz, su característica curiosidad por saber y su deseo de aprendizaje le había llevado a hablar con cada uno de los comerciantes y a aprender de ellos.

Su amabilidad y deseo por ayudar le había llevado a ayudar a cada uno, ganándose el cariño de estos, la familia de Gakupo era grande, constaban de sus tíos, tías, primos, hermanos y hasta sobrinos, una gran casa repleta de familiares y todos eran igual a él, entre ellos siempre había cariños y juegos, todos podían decir que era una familia que se quería mucho.

El padre de Gakupo era un hombre alto grande e imponente y sobre todo un gran cazador, se internaba en el bosque junto a sus tíos y siempre regresaban con una gran presa que habían cazado, ellos comían desde ciervos, conejos, perdices, gansos entre otras especies que ellos lograban cazar, su padre era cazador, su madre hacía vestidos, sus tías trabajaban en algunas tiendas y todos aceptaban a la gran familia.

Un día una de las primas de Gakupo se enamoró de uno de los chicos de la aldea, no eran igual a ellos y por eso ella no le decía a nadie, el único que se había enterado era Gakupo y fue porque él los vio coqueteando cosa que enfureció a Gakupo, peleo con su prima ya que nadie podía saber que ellos eran de especie distinta, si los humanos se enteraban de que ellos eran mitad bestia se armaría un completo y total desastre, pero su prima no le hizo caso cegada por el amor que tenía hacia aquel joven que solo quería usarla por la pasión y lujuria que aquella joven le despertaba, ella le contó... le mostro lo que era...y como si fuera de una profecía la catástrofe se desato.

Aun conociendo a la familia desde hace años, nadie pudo evitar temerles, demonios, monstruos, seres del infierno, entre otras cosas les dijeron, los obligaron a ir a los bosques, donde fueron reprimidos a ya no vivir como humanos si no de sus instintos y uno a uno fueron dando caza, Gakupo quien había sido enjaulado observaba como atrapaban a cada uno de sus familiares, como aquellos cazadores que habían pedido que su propia padre les entrenara le daban muerte, el que aun podía considerarse un cachorro lloraba todo los días en aquella jaula observando como sus familiares eran colgados uno a uno, como los destazaban y usaban sus pieles para confeccionarse, abrigos, ropas entre otras cosas... como mancillaba la piel de los seres que él más quiso.

Nunca pudo entender porque los aldeanos no lo mataron a él, lo tenían allí encerrado, añorando salir y correr, no sabía por qué siempre alguien venía a entregarle comida, un trozo de carne, un pedazo de pan, no lo entendía, su mente no comprendía, que cada uno de los aldeanos se había encariñado tanto con el pequeño que no podía darle el mismo destino que a sus familiares, nadie quería y todos evitaban que aquel que era considerado el más cruel de los cazadores matara al pequeño, aquel que se arrinconaba y se hacía bolita llorando todas las noches y aullando.

Todas las noches se escuchaba un aullido solitario y cargado de angustia, aquel que pedía por algún familiar que le respondiera, que le dijeran que él no estaba solo, pero no le daban respuestas, él ya no tenía familiares, a él no le quedaba nada.

Un día un grupo de adolescentes de otra aldea vinieron a burlarse de él, del chico lobo que se encontraba encerrado, lo picaban con palos, le lanzaban piedras y se burlaban constantemente de él, los aldeanos decidieron correr a estos chicos, pero luego vinieron los padres, luego venia más gente de otras partes al ver al chico lobo enjaulado, entonces se convirtió en una exhibición y cuando intentaron sacarlo de aquel lugar.

Cuando la gente de la aldea vecina temía porque ese cachorro que se estaba volviendo un adolescente creciera para atacarlo intentaron matarlo, lo sacaron de aquella jaula en medio de la noche cuando los demás aldeanos estaban dormidos, lo halaron de sus cadenas y lo trataron como a un perro cualquiera, lo que no tomaron en cuenta es que era noche de luna llena y cuando esta dejo de ser cubierta por las nubes dándoles sus cuidados al pobre cachorro él se transformó los disparos se escucharon y el lobo escapo a los bosques, él prometió no volver a la aldea en donde creció.

Dos grupos distintos de cazadores se adentraban a los bosques, el primer grupo eran cazadores de su aldea natal, ellos cada vez que veían al lobo negro le pedían permiso para cazar un ciervo o algún animal, para recolectar maderos, el lobo se hacía a un lado y se iba como ignorándolos pero silenciosamente dándoles el permiso, el segundo grupo iba tras el lobo aquellos eran encontrado muertos.

Cuando un hombre alto de cabellos largos de color morado comenzó a ingresar a la aldea para llevar leche, aquellos aldeanos se dieron de cuenta el lobo había regresado y silenciosamente le permitían robar lo que él lobo necesitaba, en silencio le pedían disculpas por lo que ellos le hicieron a su manada.

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El zorro astuto y el lobo feroz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora