¿Embarazada?

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Repito de forma reiterada, esto no es SasuSaku por mucho que parezca, esto es una relación padre e hija de Sarada y Sasuke

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POV Sasuke

Ya me siento demasiado viejo y solo tengo 26 años de edad, mi trabajo con la robotica me esta cansando a pesar de no ser tan mayor como otros genios en el ámbito de las maquinas y de este estilo, me gusta mi trabajo a pesar de verme siempre fastidiado y con mucho sueño sin ganas de hacer nada en especifico, ese día solo quería irme a casa dado a que Sakura tenia días molestándome diciendo que quería decirme algo muy importante pero dado a mi trabajo llegaba a eso de la 1 de la madrugada y ella ya estaba dormida, pensé en llegar mas temprano para que esta acabara de una vez por todas con su incesante misterio que me mantenía con jaquecas casi todos los días de solo pensar en aquello, de seguro quería irse de viaje como casi siempre, tendría yo que pasar horas pensando en como decirle que mi trabajo me mantenía muy ocupado como para andar por el mundo, no podía dejar sola la compañía, me reí entre dientes dado a que recordé que ella una vez dio que quizás debería tener sexo con mi trabajo, ella estaba bastante enojada ese día pero no suele maltratarme a si que no me preocupaba ninguno de sus enfados, o al menos no en ese momento, eran a eso de las 4 de la tarde, según el cronograma del día saldríamos a las 8 pero hice un simulacro de incendio y salimos justo a las 4:30, muchos se reían de que siendo mi propia empresa de robotica no diera ordenes y siguiera el protocolo pero no quería caer en un caos, ni llevar mi empresa a que se cumplieran mis caprichos únicamente, aunque era cierto, un chico de mi edad con esposa y mucho dinero no perdería su tiempo supervisando a trabajadores para realizar a la perfección los encargos de robots que tienen pendientes, cualquiera de mi edad se la pasaría con su mujer la mayor parte del tiempo  complaciendo su ansia sexual, Sakura también estaba enojada por eso, no habíamos tenido relaciones en tiempo y la ultima vez había sido hace 5 semanas y pues perdí mi practica por el trabajo y lo demás, tanto a si que incluso temí que se divorciara de mi pero como siempre ella me amaba, y me lo demostraba soportando mis desplantes, molestias, refunfuños y demás, acabe saliendo de la empresa y conduje hasta la casa, la urbanización en la que vivíamos es para los mega ricos como lo suelen llamar aquellos sin dinero, nunca en la historia de esa urbanización de quintas hubo un robo, solo podíamos pasar los que viviéramos allí y si venían familiares eran registrados en la entrada de rejilla, todo era perfecto en ese lugar pero era demasiado aburrido, nunca había acción y Sakura solía gritarme diciendo que la seguridad era lo mejor para nosotros, quizás necesitaba mas emoción para sentirme vivo o algo que no tuviera que ver con circuitos ni maquinas, algo que le devolviera a mi rostro esa mirada de satisfacción, algo que no fuera material, eso me faltaba. Llegue a la casa y me estacione en el garaje,  luego entre, la casa en la que vivíamos era demasiado grande constando de 4 pisos con una perfecta escalera de mármol pulido que me llevaba a cada uno de los pisos, un gran candelero de cristal con bombillas amarillas hacían un contraste cristalino con el resto de la casa, Sakura amaba ese lugar pero, era aburrido, subí las escaleras hasta el segundo piso en el cual se encontraba mi habitación y claro la de Sakura, me sorprendía siempre de notar que casi todo el segundo piso era mi habitación, como que la cuarta parte era el baño el cual también era excesivamente grande y pues había demasiado espacio, muchos televisores y mi alma en un cajón con mis recuerdos, entre a la habitación y gire mi cabeza por toda ella, solté un suspiro y de mirar solo al balcón que allí se encontraba, estaba allí la mujer mas hermosa que mis ojos habían visto, ella, estática como casi siempre, miraba el sol mientras el viento hacia volar su cabello y los pétalos de cerezo volaban a su al rededor, solté una leve sonrisa y luego me di unos golpes en el pecho para calmar mi ansiedad, camine hacia ella con pasos imperceptibles y me escabullí detrás de su figura tan majestuosa.

Kokoro KisekiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora