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*Únicos requisitos para este relato: Haber leído Secret Heart.David
Esta es la perfección, siento la emoción. He conseguido lo que quería, así que sonrío con superioridad. Obviamente soy el rey y sigo ganando todas mis batallas. Me siento en la cama de la habitación y levanto hacia arriba a Evan con mucha alegría.
―¡Te he cambiado el pañal! ―luego lo siento en mi regazo y sigo sonriendo ―mira qué guapo estás.
―Pa... pa... ―mueve la manita.
―Voy a llorar... ―exclamo y Crista me tira un almohadón cerca ―¡¡Sálvese quién pueda la diosa griega quiere matarnos!! ―me levanto de la cama y pongo al niño en la cunita.
―Te maldigo, déjame dormir ―se queja la rubia sexy y se pone una almohada en la cabeza.
Me subo despacio al colchón y me acerco a su oído.
―Greek Goddess, i love you... ―beso su hombro y bajo la tirita del camisón.
―¡¡Estúpido David Lovelance, no enciendas mi libido y déjame dormir!! ―intenta golpearme pero la agarro de las muñecas y las acorralo ―suéltame ahora... ―dice ya con las mejillas ruborizadas y respirando con agitación.
―¡¡Uf!! Pero que rápido que es esa libido... ―me acerco a su boca.
―David... ―intenta besarme pero me aparto. Se enoja ―¡¿Qué haces?!
―¡¡Nos espera un crucero!! ―levanto el dedo apenas me salgo de la cama ―¡¡Rápido, rápido que tengo que llamar a la niñera!!
―¡¡Maldito Ingles infeliz, regresa aquí y atiende lo que activaste!! ―baja del colchón rápidamente y me persigue ―¡¡David...!! ―Me detengo en el pasillo y me giro a verla. Se sostiene de la pared, sus piernas se flexionan, el rubor aumenta y parece que va a estallar ―. Me lo hiciste apropósito...
―De alguna forma te tenías que levantar ―me río.
Entrecierra los ojos.
―Me vengare...
Sonrío.
―Después ―le guiño el ojo y ella rueda los suyos.
Busco los pasajes del crucero, los guardo en el bolsillo, hago la llamada a la niñera para que venga temprano. Ya habíamos organizado los últimos detalles ayer, pero debo tener el cálculo preciso para que sea todo perfecto.
Mi rubia comienza a vestirse y me mira enojada, aún tiene calor, entonces cuando llega la chica que contratamos hace ya unos meses, nos despedimos de Evan, para al fin poder irnos, directo al puerto.
¿A dónde? ¡A festejar nuestro aniversario!
―Un año de casados, como pasa el tiempo, vuela y me haré viejo pronto ―hago una pausa ―el mejor viejo y sexy. Seremos una parejita de... ―Me interrumpe dándome un pellizco ―¡Ay! ―me río.
―¡Cállate, tú serás el único viejo! ―me reprende.
Me sobo el brazo aún con una sonrisa en el rostro y mientras avanzamos a entrar en el crucero, me acerco a su oído.
―Tienes razón, las diosas no envejecen.
Se sonroja, me pega un codazo, luego mueve con su mano, sus hermosos cabellos rubios, que tanto me deleitan la vista.
―Obvio, soy Crista Ricoy.
―Greek Goddess es tan hermosa cuando emana superioridad ―me muerdo el labio inferior, mirándola de manera lasciva.
―¡¡No enciendas mi libido!! ―me grita mientras yo le entrego los pasajes al empleado, entonces ella presiona sus dientes ―sigue burlándote de mí, aprovechándote mi debilidad, que cuando menos los esperes, haré que explote la tuya ―sonríe con malicia cuando me amenaza.
Levanto una ceja.
―¿Y cuál es esa?
Sonríe de lado.
―No finjas David Lovelance, tú la sabes.
Entrecierro los ojos, enfadándome.
―Yo que tú, no haría eso ―advierto.
―Yo no dije nada... ―hace una risita encantadora y me vuelve la sonrisa ―. Vayamos a comer, muero de hambre ―me agarra la mano y nuestros dedos se entrelazan.
Le doy una orden al empleado para que se lleve mis maletas y nos quedamos en la sala de comidas del barco. Nos vamos a la barra y nos pedimos algo mientras charlamos un poco más.
―¿Y qué quieres hacer después? ―miro mi copa de vino.
―Tener sexo, obvio ―cuando dice eso me río ―¿Te burlas de mí?
―Era evidente ―mis ojos verdes se giran a ella ―¿Pero en dónde mi querida diosa griega? ―me acerco a su rostro ―hagamos cosas malas...
―Me parece bien... ―se levanta de la silla ―¿Qué tal si jugamos a las escondidas? ―menea sus bellas caderas mientras se aleja ―en dónde me encuentres, habrá fiestas ―me tira un beso al aire y me muerdo el labio inferior.
―Cuando le pague al mesero, iré por ti ―le guiño el ojo ―no me la hagas fácil...
―Claro que no... ―se ríe y se retira.
Ya me puse cachondo...
El mesero tarda un poco, lo que me impacienta, una vez viene, le pago lo que comimos y me voy rápidamente de allí. Hora de buscar a mi diosa, ya no puedo esperar para encontrarla ¿A dónde habrá decidido esconderse?
Estoy deseoso de saber.
~•~
Anteriormente esta parte se llamaba Aprovéchate de mi debilidad, como título de capítulo, pero como el libro tendrá más de un relato, fue cambiado.
Este es el único capítulo escrito, ya que lo tenía de hace tiempo, pero se los dejo ;)
Nos vemos en enero 💫
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Relatos Ricoy (Probando tus celos)
RomanceRelatos de tus personajes favoritos de la saga. Por culpa de un Ricoy, Especial Aniversario. 1 de agosto del 2016. *Por Viviana Valeria V.