어린이↷𝗕𝗔𝗕𝗬𝗦𝗜𝗧𝗧𝗘𝗥･ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ¹ EN EDICIÓN

어린이●─ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈

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Tras haber escuchado un par de minutos aquellos ruidos molestos, desperté totalmente, retiró mis cobijas para dar inició aun nuevo día, comencé con mi aseo matutino, colocándome el vestido negro que mamá uso cuando era joven. Una vez lista me encamine a lo cocina para preparar el desayuno de las tres -ahí incluidas sus hermanas menores-.

Actualmente vivo con mis hermanas menores, Juliette era la del medio con tan solo seis años de edad y la más pequeña era Esperanza con cinco años, hace dos años perdimos a nuestros padres en un accidente automovilístico quedando huérfanas las tres a temprana, me hice cargo de mis hermanas menores, sin ayuda de nadie.

-Juliette, Esperanza ya esta el desayuno hecho -las pequeñas risas que soltaron se escuchaban cerca, ambas estaban preparadas para ir a la primaria, su uniforme puesto y su mochila colgada.

-Estamos listas -respondió la más pequeña.

Una vez terminado su desayuno, metió el lunch en sus mochilas, corrió hacía su habitación para tomar su mochila y celular, siendo seguido por unos cuantos libros que se requerían para el día. Ya todo preparado se encaminaron a la parada del bus, esperaron alrededor de 10 minutos, dieron parada primero en la primaria.

-Por favor pórtense bien con sus maestros, nos vemos al rato niñas, las quiero -se despidió primero la mayor.

-Adiós (Tn)_____ -se despidieron ambas de su hermana mayor, dándole un abrazo como era de costumbre.

-Adiós pequeñas.

Una vez que las niñas ingresaron a las instalaciones dejó con rapidez el lugar, que mejor manera de empezar el semestre llegando tarde. "Genial, voy tarde a mi primer día." Pensó la castaña.

Los minutos pasaron logrando llegar, estaba por ingresar cuando fue llamada.

-(Tn)_____.

-¿Qué necesitas Miranda? -apresuraba el pasó, pero sin dejar de prestar atención a la pelinegra.

-Esperaba por ti, pero al parecer las dos llegaremos tarde... Vamos (Tn)_____.

Mi respiración era errática, impidiéndome respirar como se debía, las instalaciones era realmente increíbles a comparación de mi antigua escuela. Hoy comenzaba mi último semestre de la preparatoria junto con Miranda quien ha sido cercana a mi desde que éramos unas niñas.

-Tú aula esta aquí -señalo la puerta gris-. Nos vemos en el receso.

-Gracias, adiós.

La silueta de Miranda desapareció entre los pasillos solitarios, me adentre a lo que era mi salón, caminé hacía los asientos que se encontraban desocupados, una vez que mi asintió saque mis materiales de la primera clase.

Minutos después siendo rodeaba por una pequeña bola de compañeros.

-Mira lo que tenemos aquí, se ve tan solita -habló uno de los tantos chicos que la rodeaba.

-No esto sola, llegué con... -no se le permitió terminar, siendo interrumpida.

-Como es que una persona como tú tendría amigos.

Aquellas palabras me dolían me lastimaban, esas personas tenían un parecido con mis padres, era personas que solo hablaban sin pensar, lastimando a los demas, era parecido a lo que una vez me llegaron a decir mis padres. Lamentablemente ellos jamás me dieron el amor que les pedía desde hace años, pero aún así los amaba, pero ellos era otra cosa, solo quería irme de ahí.

-Miren la pequeña ratita ya se quiere escabullir.

-Solo déjenme en paz -recién llegaba y a uno lo hacían sentir mal, al mismo tiempo que reprimía las ganas de llorar, no les daría gusto.