Capítulo 3: Reencuentro

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Kitty suspiró y se estiró un poco para prepararse y tomarse con tranquilidad el día antes de comenzar su búsqueda entre bares. Sacó su antifaz y se lo puso haciendo un nudo detrás de su cabeza.

Comenzó yendo en pasaje en pasaje en busca de bares ya que no conocía el pueblo, la mejor forma de saber si había era encontrar borrachos a las afuera del lugar en el momento correcto, en la noche.

Aprovechó su tiempo visitando varios bares sin resultado alguno, pero tenía que tener paciencia y seguir buscando. En una oportunidad siguió a un sujeto muy sospechoso, incluso entró al bar pero solo resultó ser un tipo haciendo negocios.

Pasaban las horas ya llegaba a ser muy frustrante pero si tenía competencia debía apresurarse... más si había un perro...

Hasta que pensó que quizás estaba buscando de forma errónea, estaba en los lugares menos visitados quizás debía ir a lugares más concurridos y sería mucho mejor esconderse entre la gente. Así que se dirigió a la plaza del pueblo siguiendo el bullicio de la gente observando con cautela.

Esperó varios minutos, merodeando por ahí, hasta que por fin lo vio saliendo de uno de esos lugares, lo reconoció de inmediato por el bigote a diferencia que ahora llevaba un paño en su cabeza, el miró ambos lados y se mezcló entre la gente.

Kitty decidió seguirlo con cuidado, escondiéndose en lugares o entre la gente con cierta distancia.

Repentinamente un hombre la empujó causando un pequeño escándalo ya que otros tropezaron con ella. Esto alertó al ladrón, para el cualquier tipo de movimiento era sinónimo de correr.

Kitty gruñó, se levantó rápidamente. Fue así como comenzó la persecución. El empujaba a la gente causando más escándalo haciendo que los otros se empujaran entre sí, pero Kitty fue más inteligente y comenzó a saltar de persona a persona. Hasta que el ladrón la dirigió hasta un callejón más vacío donde el comenzó a botar las cosas al suelo para entorpecerle el camino. Para la gata no era ningún problema ya que lo esquivaba saltando o haciéndose a un lado aprovechando así de dejar marcas mientras avanzaba, en los muros más cercanos a ella.

El ladrón al ver que su método no funcionó comenzó a lanzarle unas filosas dagas. Una vez más ella las esquivó saltando en pared en pared usando sus volteretas. Continuaron corriendo, la siguiente acción del ladrón fue cuando se encontró de sopetón con una carreta de tomates quien sin dudar las botó.

Kitty apuró el paso y se impulsó para hacer unas de sus acrobacias, se lanzó hacia adelante y antes de impulsarse con sus brazos para la siguiente voltereta agarró un tomate, con la velocidad a su favor le lanzó el tomate directo en su cara para dejarle una marca más notable.

Continuaron corriendo con la diferencia que el dobló bruscamente hacia otro pasaje. La gata apuró el paso para poder alcanzarlo, cuando lo hizo se dio cuenta que había una muralla al medio. Con un poco de problema el ladrón la cruzó, no como Kitty que la enfrentó sin problemas. En el momento en que cruzó ella vio que el ladrón no estaba...el lugar estaba en silencio y vacío.

Kitty miró a los alrededores, no podía desaparecer así de fácil, hasta que notó que había un portón medio abierto, moviéndose levemente. Antes de entrar dejó otras marcas.

Resultó ser un establo, observó el lugar... estaba medio oscuro, no había nada más que los caballos...Caminó para revisar alguna señal del ladrón los más callada posible. Encontró dos posible escape, una era por el siguiente portón que daba la salida al otro lado del pasaje, quizás tomando a unos de los equinos...pero no se escuchaba el sonido del galope, así que se dirigió al segundo escape que era por el techo pero tenía que subir al segundo piso, la cual la gata hizo.

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