"Capitulo 7"

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Ellensburg,
Washington.
29 de Junio de 20XX
11:54 AM

Afueras del agujero de Mel

Ahora mismo había un rubio y una castaña revisando el lugar. Habían llevado sus planes a cabo, y ahora estaban ideando un plan para atravesar la seguridad del lugar.

Bill, en su cuerpo físico, quería comenzar sus planes de dominación mundial y matar a todos. Y claro, Mabel le dio un golpe en la coronilla de la cabeza del demonio, logrando detener la locura. Iban a entrar con sigilo.

Primero Bill los apareció dentro del área vigilada, y desactivo las cámaras de seguridad.
Mabel se puso una mascarilla con una sonrisa pintada delante, para que no la identificaran, y también una chaqueta color rosa chicle y cían, tapándose también el cabello y dejando a la vista solo sus ojos.
Ambos comenzaron a esquivar a todos los soldados con relativa facilidad. Cuando estaban en frente del agujero, el plan se arruino;

-¡Hey! ¡Ustedes no deberían estar aquí!- llamó una voz gruesa y rasposa. -¡seguridad!-.

Bill volteo con tranquilidad a Mabel -Salta, ¡rápido!-.

Mabel solo vio con miedo el agujero, y luego a Bill. -¿y si morimos en la caída?-.

-Espera, ¿tienes miedo? ¿AHORA? ¡Esto es lo más fácil! ¡Ya hicimos mucho, ya vamos!-.

Mabel tragó saliva, pero no alcanzó a saltar.

-¡Shooting Star!-.

Un segundo disparo, y luego uno tercero le siguieron.
Bill hizo un pequeño escudo de energía, deteniendo los demás disparos. Y la chica empezó a alterarse cuando vio la sangre llenar su ropa. Era mucha sangre...

Y Mabel se desmayo.
Cayendo en seco en el agujero.

-¡maldición!-.

Molesto, el demonio iluminó su mano con fuego azul, y con el mismo atacó a los soldados, que retrocedieron con miedo. Luego, se giró, y salto como dando un clavado, para poder alcanzar a Mabel antes de pasar el portal, para no quedar separados.

Cuando la alcanzo, la tomó por la muñeca y la atrajo hacia si mismo, casi abrazándola.

-maldita sea. Tengo que curarla. Aguanta, Mabel. Necesito tu ayuda para llegar a ese bastardo. No puedes morir aún. No te lo permitiré- gruñó con molestia, curando a la chica como pudo con aquella magia color azul eléctrico; fue en este momento en el que una luz de casi el mismo color comenzó a iluminar todo el vacío por el que caían.
Para cuando Bill se dio cuenta, ya habían atravesado el portal, y estaban cayendo directo a un lago de agua que parecía totalmente normal, pero en vez de reflejar el usual azul, parecía negro, y mostraba piedras de un rojo carmesí en lo que aparentemente era el fondo. Cayeron dentro. Bill no necesitaba aire, pero Mabel si. Y el triángulo con forma humana se dispuso a salir de ahí con la chica en sus brazos.
Tardó unos minutos, pero finalmente encontró la orilla del lago, y salió de ahí.

-Shooting Star- llamó el demonio con seriedad, dejando a la humana en el suelo y zarandeándola. -Shooting Star, vamos. Más inútil no puedes ser-.

Tras unos segundos, se escucho a la joven dando una bocanada de aire, alterada. Quedo mirando al suelo, con el pelo tapándole la cara.

-¿Dipper? ¿Donde estamos, bro br-?- pregunto levantando la mirada, encontrándose con los ojos color miel de Bill. Y suspiro- entonces sigue sin ser un sueño. ¿Ya estamos abajo?-.

El demonio la miro mal. -Si, no gracias a ti, señorita "me desmayo en el peor momento posible"-.

Mabel puso los ojos en blanco. -Discúlpame oh "Dorito todo poderoso". Soy humana. Era mucha sangre. Eso es normal-.

-Siempre he dicho que ustedes los humanos son inútiles-.

La castaña bufó. Volteo a su alrededor.
La mayoría del lugar era obscuro. Y eso le dio un escalofrío. Obscuro como aquel lugar de su sueño; el pasto era negro, el cielo era negro. Casi todo sea delineado por una línea blanca. Por eso se alivio al ver árboles con tonos de azules, rocas rojo brillante, peces de colores púrpuras, y nubes grises.

-¿entonces llegamos, hum?-.

-o eres sorda, o eres idiota. Te había dicho ya que si-.

-¿que buscamos?-.

El rubio se lo pensó. -Tenemos que llegar al centro de este lugar. Ahí hay 10 portales. Pero ocupamos la mitad, o más o menos. Será fácil. Solo hay que caminar-.

-¿como cuanto?-.

-¡oh! Eso es poco. Son como... 12 minutos de aquí-.

Mabel sonrío con gusto de no caminar mucho.

-12 minutos de demonio. Que son como 6 horas humanas-.

-¿¡Que?!-.

-bromeando. Son solo 12 minutos-.

Mabel se sintió derrotada. Sería un laaargo viaje.
Pero su familia lo valía.

El llamado de una estrella... [Mabill]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora