perfección.

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Intento con toda mi fuerza de voluntad volver a concentrarme. ¿Pero como hacerlo?

De nuevo está ahí de pie, firme y atento a todo y todos. Nada se escapa a su vista de águila, pasea su mirada por cada carril intentando hallar algún error, algo que corregir. He llegado a pensar que es un perfeccionista obseso del orden, es incluso demasiado pulcro para un lugar como éste.

Hace sonar su silbato, señal de que alguien ha hecho algo "mal".

Todos en la pisicina dejamos de lado cualquier cosa que estuviéramos haciendo para ponernos firmes y prestar nuestra total atención a la figura del entrenador.

Pone los brazos en jarras, y frunce el ceño, más allá del límite de lo posible.

-Les he dicho que tomen aire con cada brazada, no que tomen  aire cada que sientan que no aguantan más.

Nisiquiera tenía que gritar, bastaba con que levantara un poco la voz para intimidar a quien quiera que dirigiera sus palabras. Y nunca sabías a quien estaba riñiendo a menos que dijera su nombre, no era partidario de señalar públicamente, ni de humillar.

-Lo que éste equipo necesita, son nadadores que hagan más en menos. No gente que pierda el tiempo tomando aire por que no sabe como debe hacerlo correctamente...

Él seguía con su discurso, ningún miembro del equipo desatendia a su perorata más que yo; yo que estaba perdido apreciando el movimiento de sus labios, memorizando cada mueca, cada movimiento de su cuerpo.

Y juro que todos podrían escuchar mis latidos si dejarán de escucharlo a él.

Cuando termino de hablar me miró a mi, y sólo a mi, por un misero par de segundos, y eso bastó para hacer a mi órgano cardiaco bombear toda mi sangre hasta juntarla en mis mejillas.

Un silbido más dio pie para continuar con el entrenamiento.


No me gustaba usar los vestidores públicos, mucho menos las regaderas. Sin embargo debía dejar de ser quisquilloso por un rato, a menos que quisiera ganarme una reprimenda.

Usualmente yo era de los últimos en usar las duchas, porque empezaba el entrenamiento media hora más tarde debido a cuestiones académicas. Si quería seguir siendo parte del equipo de natación de la Universidad e ir a las competencias nacionales, debía mantener buenas notas, por ello los profesores hablaron con el entrenador Lee y le pidieron que me diera media hora extra de su tiempo, exclusivamente a mi.

Cuando me dieron la noticia sentí un cosquilleo extraño en la boca de mi estómago durante toda una semana.

Si había alguien a quien admiraba, ese era el entrenador Lee. Era tenaz, perseverante, constante, y nunca dejaba nada a medias.

Sumido en mis pensamientos y con el cuerpo a medio lavar, escuché unos gemidos quedos. Me giré indignado por el hecho de que tal vez alguien estuviera teniendo unencuentrosexual justo en mis narices, y entonces vi al entrenador con la cara llena de jabón y los ojos apretados. Nisiquiera me habia percatado de su llegada. Parecía estar buscando la llave de la regadera, que casualmente estaba justo al lado de la mía. Recorrí con la mirada toda la habitación y pude notar que sólo estábamos nosotros dos.

Me acerqué a ayudarlo y en ese momento su mano, que seguía tanteando la pared, fue a dar a mi entrepierna, exactamente sobre mi miembro. Solté un gritillo muy masculino, obvio, y el abrió los ojos sobresaltado, pero no retiro su mano, hasta que se dio cuenta donde la tenía.

-¡Ugh!, que horror...ésto es horrible

Sus palabras me hicieron sentir ofendido y lo deje ahí con su expresión en blanco y la mano extendida.

Ni bien me sequé, recogí todas mis cosas y salí a toda prisa del edificio.

Don Señor Perfecto Nadador Símbolo Sexual Universitario podría decir todo lo que quisiera en el entrenamiento pero yo no iba a dejar que me bajará la moral hablando así de mi, bueno, de mi pene. ¿Quien se creía?

Llegué a casa hecho una furia y no tuve ánimo ni de cenar.

Maldito Lee Howon, y malditas sus palabras.


Los meses anteriores había estado encantado de tener entrenamiento cinco días a la semana, por qué no había nada que disfrutará más que un buen rato en la piscina. Era mi lugar especial, donde encontraba calma.

Pero ahora mi santuario se veía perturbado por la presencia de cierta persona juzgadora de miembros ajenos.

Y él andaba por ahí muy fresco como si no supiera nada.

Aunque tal vez fuera sólo yo el del problema, tal vez yo estaba sobre reaccionando. Tal vez solo me estaba dejando influenciar por mis sentimientos por el entrenador, que ahora estaban mutando en algo parecido al amor-odio

Haber estado demasiado tiempo pensando y volviendo a pensar sobre lo ocurrido aquella noche me había descolocado por completo y por supuesto no había rendido como debería. Por eso no me sorprendió en absoluto cuando el líder del equipo me invito a pasar a la oficina del entrenador donde me dio una charla motivacional y me dio consejos del tipo "los problemas que tengas, deja que el agua los arrastre lejos de ti" y me regaló una de sus siempre bellas y bien recibidas sonrisas.

-Me disculpo Myungsoo-ssi, daré lo mejor de mi de aquí en adelante.

-Eres uno de nuestros mejores elementos Dongwoo. No me gustaría que nos dejarás, te dejo con el entrenador Howon, creo que el es mejor opción que yo para que hables sobre lo que te preocupa. Fighting!

Acto seguido salió de la oficina dejándome a merced de Don Criticón.

Ninguno dijo nada, yo me quedé mirando al suelo ideando una excusa para salir de ahí lo más pronto posible, pero ninguna me parecía aceptable. Antes que nada yo era un chico con buenos modales y no me saldría así sin mas.

El silencio nos abrazó a ambos por un buen rato y poco a poco deje de sentirme incómodo por el silencio, para empezar a sentirme incómodo por un par de ojos escrutadores sobre mi figura.

Levanté la vista decidido a encararlo de una vez por todas, pero mis palabras se atoraron en mi garganta al cruzar nuestras miradas.

Había una intensidad tal en sus ojos negros, que me erizo cada vello del cuerpo.

-Perfecto

Sólo una palabra suya fue suficiente para alterar mi ritmo cardíaco.

-Lo que dije aquella noche -pareció titubear un poco y estuve tentado a animarlo a seguir hablando por que yo era curioso por naturaleza - mis palabras, yo las use para describir la situación no su cuerpo joven Jang, no hay nada de horrible en usted, en absoluto.

Me quedé mudo,  es decir, estaba demasiado concentrado intentando recordar como se respira y luego procesando sus palabras y, y y no supe que decir.

-Puede retirarse

-P-pero

-La puerta está por ahí joven Jang

Y señaló la abertura extendiendo su brazo.

Mi cuerpo se movió en automático y me sacó de la oficina.

Lo último que escuché antes de irme fue un murmullo que sonó como "si tan sólo fuera ocho años más joven", aunque tal vez sólo era producto de mi imaginación sobre estimulada.

Día 2
One shot-ship favorita
Osease Yadong♡♡♡

Estuve en un debate interno sobre si hacerlo Woogyu o YaDong, así que deje que mis dedos decidieran y mientras escribía no podía dejar de imaginar a Hoya en bañador y dando órdenes a todos y así.
Creen la imagen mental y diganme si no es hermoso  ( ;

fiction 15 dayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora