Capítulo 35

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Me desperté demasiado temprano, sobre las cinco y media, pero tanta calma era raro, me sentía como en una nube, y por alguna razón, me inquietaba.

Durante las horas que pasaron hasta que fui a reunirme con los demás para ir al despacho de Elemiah, aparte de arreglarme, me dio tiempo a pensar un poco de todo,pero me concentré especialmente en mis sueños/pesadillas.

No llegué a ninguna conclusión con sentido, por lo que me rendí a los pocos minutos de darle vueltas.Luego estuve pensando en la montaña con las flores "diente de león".Se supone que solo salen en la época que hace calor y llueve, pero mirando por Internet encontré unas montañas-que casualmente no tiene un nombre muy creativo, montaña diente de león- que se encontraban en la otra punta del país.

Había poca información sobre ellas, pero sí un dato demasiado revelador: siempre estaban esas flores.No encontraban ninguna explicación lógica, lo que me hizo pensar en dos posibilidades...

O bien se debía a la zona en la que estaba-cosa que me extrañaba-, o a algún tipo de reacción al demonio que se encontraba en ella.O a la magia negra.

Fui a salir por la puerta, pero al posar la mano sobre el pomo, mi visión se volvió negra.Parpadeé un par de veces, por si era un mareo por haberme levantado demasiado rápido, pero ya no me encontraba en mi cuarto.

Reconocí enseguida el área rodeada de árboles, y la explanada que había en el centro de esta.Estaba fuera del recinto.

Observé a mi alrededor, y vi una sombra escondida entre los árboles.Cuando me quise acercar, desapareció.Miré al cielo y vi que el sol se estaba escondiendo, por lo que supuse que era una hora a la que anochecía.Cuando quise moverme, estaba de nuevo en la habitación, agarrando el pomo con tanta fuerza que tenía los nudillos blancos.Sacudí la cabeza, y salí de la habitación.

Una visión que me indicaba la visita de alguien.

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-Lo que hemos encontrado nos puede ayudar si encontramos su utilidad.-En el escritorio de Elemiah había un mapa enorme.Lo habían encontrado junto lo que parecía un campamento abandonado.Lo habían encontrado dentro de una tienda de campaña, junto a una hoguera que seguía teniendo llamas.Se habían ido no hace mucho.

Me acerqué al mapa.Iba a sernos de mucha ayuda, en él, había un montón de círculos rojos marcados en montañas.Me acordé de la montaña que había encontrado yo por Internet, y con alivio, vi que no estaba marcada.

-Esta mañana he encontrado una montaña que siempre tiene dientes de león.-Dije mientras echaba un ojo al resto del mapa.-Están al norte.

-Encima donde hace más frío.-Dijo Uriah.-¿Esas flores no salen en temperaturas cálidas?

-Desde primavera hasta finales de verano.-Aclaró Jake.-Yo también he mirado...

-He hablado con mis amigos.-Comentó Kai.-Han llegado a la misma conclusión que nosotros...

Había algo que me tranquilizaba en cierta forma, y es que los demonios todavía no la habían encontrado.Lo otro que me tenía inquieta era que había sido demasiado fácil encontrarlo como para que ellos no hubiesen podido.

-Haremos una expedición, aunque es probable que nos lleve una semana como mínimo.-Aseguró Elemiah.-Pero antes de entrar en la montaña, a parte de recoger muestras de esas flores y saber el motivo de su presencia en esa montaña, tenemos que pensar qué vamos a hacer.

Otra incógnita más.Me tenía de los nervios...

-Sabemos que intentan invocar al demonio más poderoso que ha existido, que murió en esa montaña- si no estamos equivocados-, y obviamente no con buenas intenciones.-Dijo Daemon.-Estoy seguro que los Contra saben más...

Me fijé en él por primera vez.¿Cómo había sido capaz de estar a punto de besarme (¡después de la muerte de mi hermano!) y después besarse con April?En estos momentos podía darle un puñetazo en la nariz como mínimo si me hablaba...

Debió de notar mi fulminante mirada, pues se me miró y vi un destello de emoción que no logré reconocer en sus ojos.Sin decir nada, se volvió a mirar a April que le dijo algo en el oído.Se puso pálido.Esa arpía no era buena, y pensaba demostrarlo.Aunque a estas alturas, si Daemon estaba con ella, él también podría suponer un peligro...

Me entraron ganas de vomitar ante ese pensamiento.Me había salvado más de dos veces de morir, literalmente,y yo aquí pensando que era un traidor.Pero no me lo ponía fácil.Me puse aún peor cuando me fijé en que estaba cansado, sus ojos claros estaban apagados, su piel;pálida.Pero sin saber como, seguía siendo igual de irresistible.

¡Idiota!Me dije a mi misma en pensar en ello.

-De acuerdo.-Elemiah se rascaba la barbilla mientras hablaba.-Empezaremos por la reunión con los Contra.Lo más seguro es que estemos fuera más de un mes, para hablar todo en condiciones.Mientras tanto, os quedaréis aquí e iré mandando misiones.Entre ellas, ir a la montaña, investigar territorios cerca del que pensamos que es el nido de demonios...

Suspiré.Y no de cansancio, si no de alivio.Por fin se estaba haciendo algo, y habían necesitado pruebas a las malas para creerlo.

Me dirigí junto a Daemon y April- genial-, a la sala de entrenamiento.Con suerte, me encontraría con Klaus de nuevo.

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Lancé el teléfono en cuanto terminé la llamada.Esos dichosos me la iban a fastidiar, pero gracias a ellos, ya tengo mi objetivo...

-¡¡Caroline!!-Grité.

-¿Sí, señor?-Apareció corriendo por la puerta mientras hacía una reverencia.

-¿Sabes donde está Owen?- Pregunté.

-No, señor...¿Algo más?-Negué con la cabeza.Pero antes de que se diese la vuelta para marcharse, dije su nombre.

-Tutéame, por favor.

-De acuerdo, Adriel.














































Almas secretas[Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora