¡Mi teléfono!
Rápidamente levanté mi mochila y abrí el bolsillo en donde estaba mi celular. Marqué al número de emergencias.
– 911, ¿cuál es su emergencia?
– ¡Por favor! ¡Tiene que ayudarme! ¡Voy en una patrulla pero...! –. El policía frenó tan rápido que choqué contra el asiento delantero y mi celular cayó debajo del asiento contra el que choqué. El hombre bajó del auto. Sabiendo que iba por mi celular me agaché y tantee el suelo hasta que sujeté el aparato. Lo puse de nuevo en mi oreja para continuar cuando sentí que me jalaban del tobillo grité hasta que mi cuerpo chocó contra el suelo de tierra y piedras.
– ¡Ayúdeme! –logré gritar antes de que el policía me quitara el celular, lo arrojara contra el suelo y lo pateara, destrozándolo. Me puso boca arriba y se sentó sobre mí– ¡Auxilio! –. Grité intentando quitarlo de encima. De repente sentí un fuerte ardor en la mejilla.
– ¡Cállate! –. Me dio otras 5 bofetadas más antes de pensar que eran suficientes. Me tomó por el cabello y me subió de nuevo a la patrulla. Tomó mi mochila y la arrojó lo más lejos que pudo.
Empecé a golpear el vidrio de la puerta con todas mis fuerzas suplicando que me ayudaran.
– ¡Sigues haciendo eso y no me importará desfigurarte el rostro como lo hice con tu madre! –. Me amenazó. Me detuve un segundo para intentar adivinar en dónde estábamos. No reconocí nada. Íbamos por un desierto.
– ¿A dónde vamos? –. Pregunté pegando mi frente contra el vidrio.
– A la casa de mi jefe. –fue lo único que dijo. Entones me percaté del sabor metálico que tenía en la boca. Me lamí los labios. Sangre.
Condujo otra hora más hasta que vi una gran casa en medio de todo ese desierto.
El hombre bajó de la patrulla y abrió una de las puertas traseras. Me arrastré hacia la puerta contraria intentando alejarme de él lo más posible.
– Bajarás por tu cuenta o yo te bajaré. –su rostro expresaba cansancio, como si le molestara pasar por aquello siempre. Estiró su mano hacia mí. Arrastré mi trasero por el asiento hacia él. Hice como si fuera a sujetar su mano pero antes de llegar a tocarlo la aparte de un empujón. Me bajé del auto de mala gana.
Me tomó con fuerza del brazo y empezamos a caminar hacia la blanca casa. Mientras más cerca estaba más me percataba de los detalles. Varias chicas se recargaban en la reja metálica que indicaba en donde empezaba el gran terreno del dueño de aquel lugar.
Cuando el hombre abrió la puerta del patio varias chicas que estaban cerca se alejaron con miedo. Algunas tenían sus ropas rotas, otras estaban en ropa interior y otras más estaban completamente desnudas, pero todas estaban sucias por el polvo, el cabello se les veía seco y maltratado, sus labios hacían parecer que no habían probado el agua en semanas. Me detuve un poco pero el policía no me lo permitió por más de un segundo porque siguió caminando sin soltarme del brazo.
Cuando entramos a la casa al instante sentí el drástico cambio de temperatura. Afuera hacia muchísimo calor, y adentro estaba el aire acondicionado. Había un escritorio de madera, un hombre me daba la espalda mientras observaba a otro, que estaba rodeado de guardaespaldas que fingieron no vernos cuando entramos. El hombre que estaba sentado en una mesa notablemente cómoda me sonrió de oreja a oreja. No era feo pero tampoco muy agradable a la vista (observándolo desde mi situación). Vestía un traje blanco y sus manos estaban adornadas por anillos y una que otra pulsera.
Cuando el hombre jorobado que me daba la espalda volteó a verme sus ojos se iluminaron.
– ¡Papá! –. Corrí hacia él, el policía que me sujetaba del brazo no lo impidió y me soltó. Pasé mis brazos alrededor del cuello de mi padre y nos abrazamos hasta que el hombre del traje blanco tosió falsamente para llamar nuestra atención.
– Por favor, siéntense. –señaló las sillas frente al escritorio, que se situaban entre él y nosotros.
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Ojos Bonitos
Short StoryMi madre fue brutalmente asesinada Amenazan a mi padre de hacerme lo mismo a mí si no acepta el trato que le ofrecen El trato soy yo a cambio de mantenerme viva 12/Julio/2018 ----------- #3 26/Julio/2018 ----------- #1 © CSIA 2017 Hermosa portada he...