Evelyn

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Había pasado todo el día recorriendo el patio, observando por dónde podía huir sin que me vieran, pero aquello parecía imposible. Había varios hombres en el techo con armas enormes, vigilando cada esquina del terreno, y otros hombres más caminaban entre nosotras levantando sus pistolas de vez en cuando hacia nuestro rostro para asustarnos. Cuando anocheció los "guardias" encendieron unas luces gigantes en el techo que alumbraban la mayor parte del terreno. Algunas chicas es acostaban debajo de árboles y otras más a la mitad del patio para dormir. Caminé hasta una zona en donde las luces no alumbraban. Me puse de cuclillas y metí los dedos en la parte de hasta abajo de la reja y con fuerza la jalé hacia arriba pero ésta apenas se dobló. De repente una enorme luz del techo me alumbró.

– ¡Una intenta escapar! –. Gritó alguien. Con desesperó intenté jalar la reja de nuevo hacia arriba. Mi plan era separarla del suelo lo suficiente para poder pasar por debajo sin que nadie se diera cuenta pero al parecer no estaba funcionando.

Un horrible sonido inundó el lugar y justo a lado de mí un pequeño pedazo de tierra se levantó por los aires. Grité arrastrándome lejos del lugar pero volvió a sonar aquel ruido y otro pedazo de tierra se levantó justo a lado de mi mano. Me quedé completamente paralizada en el suelo.

– ¡No te muevas! ¡Si lo haces el siguiente disparo irá a tu cabeza!

– ¡Levanta las manos! –. Hice lo que me ordenaban sin dudar.

– ¡Mira a quién tenemos aquí! –el policía que me había traído guardó su arma acercándose a mí–. ¿En serio creíste que podrías huir de aquí?

 ¿En serio creíste que podrías huir de aquí?

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Sonrió tomándome con fuerza del brazo. No pelee porque sabía que era inútil así que dejé que me llevara a donde quisiera. Creí que sería a algún cuarto dentro de la casa pero no. Me tiró al suelo en medio del patio y se acostó sobre mí mientras me bajaba las panties.

– ¡No! –. Quise incorporarme un poco para quitarlo de encima pero pesaba demasiado. Puso su mano en mi cuello levantando mi cabeza.

– Gracias por intentar escapar. Si no lo hubieras hecho no estaríamos aquí.

Grité cuando sentí que me penetró.

Abrí ligeramente los ojos y vi a muchas chicas sentadas en el suelo temblando y mirándome mientras, al menos 5 de los guardias, nos veían de pie, riéndose

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Abrí ligeramente los ojos y vi a muchas chicas sentadas en el suelo temblando y mirándome mientras, al menos 5 de los guardias, nos veían de pie, riéndose.

Cuando el policía terminó otro de los guardias me puso boca arriba, abrió mis piernas y se puso sobre mí.

– ¡Déjenla en paz! –. Gritó la voz conocida de una chica. El guardia que estaba sobre mí rió mientras se ponía de pie.

– ¿Quién lo diría? Pechos grandes quiere sufrir el castigo de ojos bonitos. –dos guardias la sujetaron por los brazos y la empujaron al suelo hasta quedar a lado de mí. La miré sorprendida con los ojos llorosos. Un guardia me sujetó por los pies y me arrastró hasta sacarme del círculo en el que me tenían. No me moví mientras veía como abusaban de aquella chica que había aceptado que le hicieran lo que a mí me iban a hacer.

***

– ¿Quién quiere bañarse esta semana? –. Gritó uno de los guardias pero las chicas lo ignoraron.

– ¿Por qué están tan sucias y no quieren bañarse? –. Le pregunté a Evelyn, quien días antes había aceptado mi castigo de huir como el suyo.

– Quien acepta un baño acepta que la violen entre cinco o más –me quedé pensando unos segundos observando cómo varios guardias se acercaban a otras chicas e intentaban tocarlas mientras se reían de ellas–. Además, como aquí es pura tierra nos volvemos a ensuciar en un día.

– Yo quiero bañarme. –grité lo suficientemente alto para que me escucharan los hombres más cercanos a mí.

– ¿Qué haces? –. Susurró Evelyn con miedo en la voz.

– ¿Estás segura, ojos bonitos? –. Uno hombre con bigote me miró de arriba a abajo con morbo.

– Sí. Apesto. –sonrió mirando a sus compañeros, me tomó por el brazo y fuimos al interior de la casa.

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Volví \(:3)/ No estaba muerta, andaba de parranda :U

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