SnowBaz (One-Shots)

"Mi amor" y... ¿Penny?

—Va a salir todo bien —dice Baz envolviéndome con sus brazos— Todo va a salir bien, mi amor.

"Mi amor"

Nunca pensé que viviría para contarlo. Nunca en mi vida podría haberme imaginado escuchar aquellas palabras salir del mismísimo Tyrannus Basilton Grimm Pitch. Aquel imbécil. Mi archienemigo. Mi ex -archienemigo.

"Ahora novios". Resonaba por toda mi cabeza.

Si él está conmigo puedo superar todo lo que acaba de pasar. Si él está aquí puedo seguir adelante aunque... no veo cómo poder recuperarme de todo esto.

Mis lágrimas no paraban. Cómo pararían con el hechicero ahí, tirado, en frente mío.

Yo lo maté. Yo, Simon Snow, el "elegido".

­—Ahora todo tiene sentido —dice Penny.

—Oh no —susurro, Baz es el único que escucha aquello.

—Oh si, Snow —Baz deja de abrazarme para poder tomarme la mano y voltear en dirección a Penny.

—Hace rato me llamaste Simon —me seco las lágrimas.

—¿Cuántas veces quieres que te lo repita? No, no es verdad —dice un poco avergonzado.

— ¡Por Merlin y Morgana... y Matusalén! —exclama Penny— Dejen sus coqueteos de una vez y por favor explíquenme cómo es que llegamos a esto.

—Cómo es que llegamos nosotros a esto, Bunce. —interfirió Baz.

—Oh claro señor vampiro, de quien quiero explicaciones es de Simon —me señala muy indignada, mejor dicho, a mi mano entrelazada con la de Baz-... y gracias por la aclaración.

¿Cómo lo tomaría Penny? Bueno conociéndola ella debe estar enojada porque no le conté nada. ¿Cómo debería decirlo? En primer lugar... ¿A partir de donde debería contarle? ¿El bosque? Sería mejor no dar detalles, aunque...

—Haré un breve resumen Bunce —Baz interrumpe mis pensamientos— Yo —se señala—... enamorado de este todo el maldito tiempo —me señala— Bosque, fuego, intenciones suicidas. Snow me besa. Fajamos en mi casa. Se va, vuelve y nos cachondeamos como una parejita feliz. Novios. Listo.

—...

—...

—Genial y yo ni enterada —comenta Penny.

—¡Hey! se suponía que yo tenía que hacerlo —hago un puchero mirando a Baz.

Baz sonríe. Esa jodida sonrisa suya. ¿Mencioné que se ve jodidamente guapo cuando sonríe?

Seguí con mis pucheros mientras que Penny enviaba al parecer un pájaro a su madre para que venga por nosotros. Habían muchos alrededor del cuerpo del hechicero, revoloteando.

Literalmente estábamos hechos polvo. Hasta Baz, quien comenzó a alimentarse de los pájaros. Ni Penny ni yo lo detuvimos. Seguro ya de vuelta Penny me pediría detalles y muchos, agradezco a Baz por haberme ahorrado el trabajo.

— ¿Todo en orden, Snow? —Baz se dirige hacia mí luego de haber comido—, al parecer Bunce está demasiado cansada, se quedó dormida.

—Sí, puedo verlo perfectamente —dejé escapar una sonrisa al ver a Penny recostada en el suelo a unos centímetros de donde estaba sentado.

—Gracias —digo. Baz se sienta a mi lado.

— ¿Por qué?

—Por todo y por lo de hace un rato. Debí explicarlo yo.

—Solo porque te vi pensando demasiado. El silencio incomodaba.

Tengo ganas de besarlo. Tengo ganas de besarlo otra vez. Ha pasado un tiempo. Bueno, ¿horas? Entrelazo su mano con la mía. El hace presión con la suya, voltea y me mira. Y no puedo más. Lo beso, lo beso, lo beso y mucho. Baz me sostiene en sus brazos, hago fuerza y mi cuerpo cae encima del suyo.

Nos besamos mucho recostados en el suelo. No podía respirar, pero no importaba no quería soltarlo. Lo quería, quería todo de él. ¡Por Crowley! Si Penny se despierta no sé qué diría de todo esto.