Yoongi sabía que era más que probable que tarde o temprano se volvería a topar con Hoseok, teniendo en cuenta el hecho de que viven en el mismo piso. De todas formas, no estaba esperando que dicho hombre, literalmente, choque con él cuando regresaba a casa después de haber ido de compras. Ya estaba bastante oscuro afuera, así que Yoongi inmediatamente se preparó para darle el golpe de su vida a quien sea que lo haya "empujado" violentamente. Sin embargo, tuvo la suficiente suerte de notar que era su vecino antes que las cosas se volvieran feas, y antes de poder decir algo, fue detenido por la voz temerosa de Hoseok.
"¿O-Oficial Min-? Gr-gracias a Dios," Hoseok dice en pánico, sus dedos temblaban mientras se aferraba al oficial por las mangas. "A-alguien me está siguiendo, a-ayuda," el hombre se las arregla para decir tan pronto recupera el equilibrio y el control. Yoongi se tensa inmediatamente después de escuchar esas palabras, al darle un vistazo al lugar por donde venía Hoseok, comprobó que ciertamente había un hombre parado en medio de la calle, observándolos.
"¿Ese es el chico?" Yoongi pregunta amargo, apuntando hacia la dirección del individuo con la cabeza. Hoseok tímidamente lo ve y luego asiente furiosamente, escondiéndose detrás del oficial. "Espera aquí," dice y se encamina hacia el sujeto, pero el hombre se echa a correr. Yoongi está a punto de perseguirlo pero es detenido por Hoseok, quien lo sostuvo del polo fuertemente.
"¡N-no me dejes!" Hoseok grita susurrando, y Yoongi protesta.
"Tengo que atraparlo," Yoongi dice entre dientes. No puede tener a un enfermo como ese corriendo suelto por la ciudad.
"P-puedes llev-llevarme a casa..." Hoseok dice triste, sus hombros tensos y sus ojos mirando alrededor nerviosamente. Yoongi suspira y asiente, accediendo, a pesar del hecho de que cada fibra de su ser quiere atrapar al idiota y arrastrarlo hacia la estación. Lo entiende. El ser perseguido por un extraño no es exactamente algo que las personas pueden olvidar fácilmente.
Los dos caminan en silencio, Hoseok aún aferrándose a la ropa de Yoongi. El oficial quiere que el chico (ya bastante grandecito), lo suelte de una buena vez, pero lo deja por mientras. Ambos llegan al departamento, y Yoongi se para impacientemente frente a la puerta de Hoseok, esperando a que su vecino entre. Hoseok sonríe tímido y agradece nuevamente al oficial mientras abre la puerta. Yoongi está a punto de girarse e ir en busca de su amado sofá cuando escucha a Hoseok chillar (sí, literalmente chillar), encrespando todos los vellos de Yoongi.
"¿Qué mierda pasó?" Yoongi dice fastidiado, despreciando el sonido ensordecedor. Se asoma al departamento y ve a Hoseok parado en el umbral de la puerta, viendo su departamento el cual claramente está hecho un total desastre. Yoongi no está seguro de lo que podría haber pasado, pero luego ve la lámpara rota y la TV destrozada, e inmediatamente sabe lo que es esto.
Yoongi saca su móvil y marca el número de Seungcheol para reportar un caso de robo, mientras Hoseok se deja caer al piso, justo a su lado. El oficial de turno noche, le asegura que estará allí en ese mismo instante, y Yoongi guarda de inmediato el celular.
"Oye, ¿estás bien?" Yoongi pregunta, sabiendo que es una pregunta realmente estúpida. Después de todo, no muchas personas superan la idea de su casa siendo robada tan rápido.
"No otra vez..." Hoseok susurra, y Yoongi frunce el ceño ante las palabras. Recuerda haber escuchado algo parecido cuando atendió su caso en el intento de violación, y ahora está tratando de juntar todas las piezas, pero no tiene mucho éxito.
"Hey, mírame," Yoongi dice, notando la mirada distante en los ojos del otro. Hoseok gira su cabeza suavemente y mira al oficial, las esquinas de sus labios apuntando hacia abajo y sus hombros caídos en señal de derrota. "Una patrulla vendrá aquí en un par de minutos. Mientras tanto, no toques nada."
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en guardia. |namjin.jikook.yoonseok|
FanfictionEl Oficial Jeon solo tiene ojos para el Sr. Adorable. El Oficial Min tiene un extraño vecino al que aparentemente no puede apartar de su vida. El Capitán Kim encuentra la alegría que tanto necesitaba en el tutor de su pequeño hijo. Bueno...