capítulo diez.

3.5K 318 188
                                    


Yoongi sabe que tiene la semana libre. Se supone que en esa semana debe recuperar todas sus energías y estar preparado para combatir el crimen una vez llegado el Lunes, pero no puede sentirse completamente tranquilo cuando cada vez que se ha topado con Hoseok desde su regreso, éste cada vez que lo veía se iba corriendo hacia el lado contrario como si hubiera visto un fantasma. 

Yoongi incluso se vio al espejo un par de veces para ver si hay algo malo en su rostro, pero nop, nada. Nada más que la venda enorme que se supone que debía cambiar pero escogió no hacerlo, porque la flojera predomina en su vida.

La tercera vez que Yoongi ve a Hoseok, Hoseok no puede darse el lujo de escapar, porque está en medio del pasillo con una esguince bastante feo en el tobillo y con las compras tiradas por todo el piso. Solo le pasaría a Hoseok que mientras camina se tropiece con su otra pierna. Por supuesto. Yoongi alza una ceja como si estuviera retando al otro hombre a escapar de nuevo. Luego lentamente se acerca a la triste figura quien está sobando su propio tobillo. Yoongi se arrodilla frente a su vecino, y Hoseok se aleja del oficial con una expresión de pánico.

Yoongi está empezando a hartarse de esta mierda.

"Ven, déjame revisar eso," Yoongi se ofrece, tratando de tomar la pierna de Hoseok.

"¡Estoy bien!" Hoseok grita estruendosamente, forzando a Yoongi a detenerse y a mirar al hombre con los ojos entrecerrados. Hoseok se asusta un poco ante la mirada amenazante. Él instintivamente sabe que no debe colmar la paciencia de Yoongi, considerando cómo presenció al hombre pequeño golpear a otro. "Es decir...Estaré bien..."

La verdad es que, Yoongi tiende a ignorar a las personas. No, borra eso, no necesariamente las ignora, porque eso sería grosero, pero si tiende a no hacer algún esfuerzo por involucrarse con otros, porque apenas y tiene la suficiente energía para lidiar con su propia mierda. Él, sin embargo, no tolera cuando otras personas tratan de descaradamente ignorar su presencia, y Hoseok está haciendo exactamente eso. Nadie había hecho eso con él, y no está a punto de dejar que eso vuelva a ocurrir.

Va a tener que llegar al fondo de esto antes que la semana termine, así que por qué no hacerlo ahora.

"Mira, ¿qué jodidos te pasa conmigo?" Yoongi pregunta fastidiado. No recuerda haber hecho algo que sea remotamente ofensivo (considerando que él no es un santo, para empezar), ver a Hoseok tirado en el piso así está comenzando a incomodarlo. 

"Nada..." Hoseok responde patéticamente, atrayendo sus piernas contra su pecho y pateando una botella de ketchup en el proceso. "Estoy bien."

"Entonces levántate," Yoongi le reta, parándose y bajando la mirada para ver al larguirucho.  Hoseok lo mira mal antes de apoyarse en el suelo y forzar a sus piernas a que lo levanten. Hace un sonido sordo al sentir su tobillo doler. Hoseok se muerde el labio y se agacha para recoger las frutas alrededor de él cuando su tobillo se rinde y lo manda directo al piso otra vez. Yoongi lo atrapa justo antes que el hombre caiga como saco de papas, y Hoseok casi se ahoga por del susto.

"Solo... no te muevas," Yoongi susurra, ayudando a Hoseok a pararse nuevamente. Recoge la bolsa de papel del piso y comienza a recolectar todas las compras. Felizmente, no habían huevos entre las compras, así que nada se ha dañado mucho (pero para ser honestos, no le importa). Una vez recogido todo, lo sostiene con un brazo mientras que envuelve el otro brazo alrededor de la cintura de Hoseok. 

"¿Q- qué estás haciendo?" Hoseok lanza un pequeño grito cuando siente el brazo de Yoongi.

"Te ayudo a regresar a tu departamento. A menos que hayas planeado quedarte en el pasillo como bulto incomodando a todos los que viven en este piso."

en guardia. |namjin.jikook.yoonseok|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora