Sanji, un amante de las mujeres, caerá en los encantos de la nueva nakama (aún más qué normalmente).
Tendrá muchas dificultades para enamorarla y aún más, para estar juntos. ¿Logrará al final estar con la mujer de sus sueños? ¿Qué es capaz de hacer...
-¡Deja de llamarme así! –gruñó el otro– ¡mi nombre es...! –se quitó la capucha, dejándome ver su rostro– ¡Yonji!
-¿Yonji? ¿Entonces esas cejas enroscadas no son de Sanji? –lo miré algo confundida.
Me fijé en él y de verdad que se parecía a Sanji, solo que este tenía el pelo verde, como yo. Su peinado era una especie de cono tenía un peinado hacia atrás con un notable molinillo en la parte posterior. Llevaba orejeras negras con los números "66" impresos en ellas.
-Mi relación con Sanji es ultrasecreta. Es absolutamente confidencial –dijo seriamente.
-No me jodas, si es más que obvio que eres su hermano pequeño –rodé los ojos.
De repente, comenzó a mirarme extraño y empezó a echar humo por la nariz, poniendo los ojos en forma de corazón y haciendo un baile parecido al que hacía Sanji mientras gritaba "¡Kawaii! ¡kawaii, kawaii!"
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-¿De verdad que no eres Sanji? –alcé una ceja mientras lo miraba con una gota de sudor en mi frente.
-Yonji-sama –apareció uno de sus hombres, haciendo que se cambiase de semblante– ¿qué hacemos con ella?
-Hum... –sonrió con malicia y se puso a mi altura, acaricio mi mejilla con la mano, haciendo que yo pusiera una cara de asco– ¿te apetece jugar, hermosa? –sonrió con malicia.
-Ni se te ocurra tocarme –le escupí en la cara. Craso error.
Una bofetada resonó por toda la habitación. Noté como por mi mejilla resbalaba algo: sangre.
-Pensaba que serías más inteligente que eso, sin embargo veo que eres una idiota –miró al hombre de antes– haced lo que queráis con ella, pero debe llegar viva... Y "entera". Sabéis a lo que me refiero...
Sonrió mientras salía de allí y a cambio entraban mis "dos amigos" y el tipo de antes. No tenían cara de simpáticos ninguno...
-Querida, ¿que no me ibas a rajar? –rió con burla mientras se acercaba a mí– te vas a arrepentir de aquello.
Se acercaba a mí con un pequeño sable, sabiendo lo que haría con él. Antes de que pudiese acercarse más y aprovechando que las cadenas eran un poco largas, lo tumbé, me puse sobre él a horcajadas y comencé a golpearlo en el rostro sin descanso.
-¡No *golpe* dejaré *golpe* que *golpe* me *golpe* hagáis *golpe* lo *golpe* que *golpe* os *golpe* plazca *golpe* tan *golpe* fácil- *golpe* -mente! –gruñí mientras lo golpeaba.
Los otros dos me sujetaron y le separaron de él. El otro se levantó con la cara bastante ensangrentada, al menos recibió su merecido.
-¡Ahora vas a ver mal nacida...! –se acercó y me propinó un puñetazo en el estómago, haciendo que echase sangre por la boca.
Así siguió bastante rato hasta que caí al suelo, donde los otros dos se le unieron dándome patadas.
-Sanj...i..., Zo...ro..., m...ina... A-ayuda... –susurré antes de que todo se volviese negro.
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¡Ya pude terminar de escribir el capítulo! Como prometí este es más largo, creo que mereció la pena, ¿no?
Sanji: ¡voy a matar a todos los que le están haciendo daño a _____-swan! 💢💢
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TheSnchez: Mejor dejar que que se calme... ;-; menos mal que es Sanji si no me mata por este cap...
