Capítulo 4

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-¡ahh! ¡Neymar! ¡Espera! -su voz salía ahogada.
-¿Por qué? -susurre contra su cuello. El soltó un suspiro tembloroso.
-porque... Ahh... Nos van a escuchar los muchachos.

Me aparte levemente de su cuello y lo mire a los ojos, estaban cerrados, sus labios estaban entre abiertos y de su frente caían gotas de sudor y lluvia. Hermoso.

Volví a poner mi atención en su cuello y pase mi lengua por el lentamente.

-Neymar... No, no, para - James me separo lentamente. Yo lo mire molesto.

-no vamos ha hacer nada en diez minutos -
-¿me estas retando ? -lo mire lujurioso.
-No , hablo en serio- se levantó y se arreglo el uniforme de su selección. Bufé y también me arregle el mio.

-Mire, ya casi se acaba el medio tiempo, así que ahora no se pudo- lo mire con reproche.

Él me miro con una sonrisa inocente. Que tramposo es, así no puedo pelear con él.

-pero, puedes visitarme en la concentración- susurro en mi oído.

Inevitablemente sonreí encantado, recordar cada momento con mi Coração me hace sentir feliz, fuerte, vivo.

Ir a Madrid ya era parte de mi rutina cada sábado, pasar todo el día en la cama con mi novio, preparar algo de comer. Bueno, él prepara algo de comer y yo elijo las películas, el domingo salir "incógnito" para comprarle cosas a James.

Cuando conoció oficialmente a James, automáticamente se convirtieron en amigos, hablaban seguido, convivían el mayor tiempo posible. Y aunque no estuvo de acuerdo con que el fuera al real Madrid aún así lo apoyo en lo que más pudo.

Quería estar allí junto a él, pero no, ahora eran "enemigos" no se podía ver ni por asomo que eran amigos.
No podía estar serca de él o hablar muy seguido, porque Daniela y Bruna podían sospechar. Le molestaba no poder aceptarlo, pero ambos tenían miedo, sabían que no los aceptarían, tenían miedo de lo que pasara, y por eso dejaron que los demás decidieran sobre sus vidas.

Recuerda el grito de sorpresa que dio Rafa cuando le contó sobre su relación con el colombiano, ella estaba muy emocionada.

Aún que estaba un poco triste por mi, por nosotros, ella tenía mi misma preocupación. James y yo no podríamos hacer nada juntos en público, debíamos tener una fachada, debíamos seguir fingiendo que todo estaba bien.

Todo lo que hiciéramos debía ser en secreto, a escondidas.

Pero aún a escondidas, ambos eran felices, felices de tenerse, eso es lo importante ¿no?

Seguí con la mirada fija en el vaso de agua que había en la pequeña mesa del avión.

-Señor Da silva- la azafata me toco gentilmente el hombro.

-¿umm... Que? ¿Ya llegamos? - pregunte de forma torpe.

-Ya casi aterrizamos, necesito que se abrochar el cinturón.

Ella me sonrió amable y se retiro, yo obedeciendo la orden y me comencé a prepara mentalmente para hablar con James.

Baje del avión con mi pequeña maleta en mano

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Baje del avión con mi pequeña maleta en mano. Caminaba rápidamente y evitaba mirando a la cara a la gente.

Quería llegar a nuestra casa a las afueras de Madrid sentarme tranquilamente y hablar con él.

Si, estaba molesto con James, pero aún así quiero solo hablar con él sin discusiones, estaba cansado, y aún que estaba dispuesto a pelear si era necesario.

Me dirigí al área de estacionamientos donde me esperaban unos guarda espaldas en una camioneta. Pero antes de llegar alguien me enviaron y me arrastró velozmente hacia una esquina del estacionamiento.

Tenía el corazón en la boca por el susto, pero el miedo se esfumó cuando sintió el olor familiar en su nariz.

-Mierda, James ¿¡acaso quieres matarme de un susto?!-Grite exasperado.

El me miro sonriendo con ternura, yo en seguida quite mi rostro de molestia y lo mire serio.

-Mi príncipe hermoso- habló de forma melosa mente feliz. -me alegra tanto verte aquí mi amor.

Se acerco rápidamente y me dio un beso profundo.
Mierda, maldito manipulador.

Yo cerré los ojos y coloque mis manos en su cabello para profundizar el beso. Él sonrió en el beso y me tomó de la cintura con fuerza.

Nos separamos lentamente y sin dejar de vernos lo ojos.

-Te amo- solté con suavidad.
-Yo te amo mucho más mi príncipe.

(...)

-Perdoname Neymar, no quize molestarte, pero ya sabes, me aviso de imprevisto.

El se veía muy apenado, lo cual me hizo gracia.

-olvidalo, amor. Perdoname tu a mi por ser tan dramático- se acerco a mi y me dio un beso suave.

-Esta bien - sonrió. Pero rápidamente abrió sus ojos y se levantó de golpe.

-tengo algo muy importante que decirte- hablo rápidamente.

Lo mire con una ceja arqueada.

-me voy a divorciar de Daniela- soltó con una sonrisa.

Lo mire con los ojos abiertos de par en par, no me lo podía creer.

-¿¡que!? ¡Espera! ¿¡Que!? ¡¡Te vas a divorciar!! - Grite emocionado.

El asintió rápidamente. Yo me levante del mueble y lo abrace con todas mis fuerzas. Al fin podría tenerlo sin que nadie le dijera no.

-Espera- me aleje pensativo -¿ y mi bebita Salo? -pregunte preocupado, no quería que se quedara sola con su mamá, yo la dorada y sabía que para James es la razón de su vida.

-Daniela y yo compartiremos un custodia- respondió sencillamente.

-¿ Y ya lo vas a hacer oficial? -me miro extrañado.

-Aún no a terminado los trámites para el divorcio. Necesito aún dividir las propiedades.

-perfecto, aun puedes pelear para quedarte completamente con Salo- afirme.

Él rodó los ojos y sólo me tomo en sus brazos al estilo nupcial.

-bueno, no importa, tenemos que ir a descansar, mañana tengo que ir a entrenar y tú -beso mi frente - me vas a acompañar.

Solté una escandalosa carcajada y lo mire burlon. Gesto que desapareció al ver lo serio en su rostro.

-Ay no, hablas en serio- el asintió -¿estas loco? Si me ven allí me causarán de traidor y lo sabes David.

Me ignoro completamente. Con su pie empujó la puerta de su habitación y me dejó con suavidad en la cama para luego recostarse junto a mi.

-Solo quiero que estés conmigo un poco más de tiempo. Aprovechar que no tenemos partidos pendientes.

Me acaricio el rostro y me dejó un beso en la frente.


¿Juntos por siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora