Capitulo 5

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—James— susurre pelliscando su mejilla. Él sólo se enredo más en las sábanas y oculto su cabeza entre las almohadas.

—James, te están llamando al celular – hable dulcemente.

—¿quien? — saco ambas manos de las sábanas y las estiró.

—no se, es número desconocido, pero a estado llamando durante media hora—

—¿por que no respondiste? —acaricie su cabello despeinado.

—no pueden saber que estoy contigo bobo—

James abrió la boca para replicar, pero lo pensó un poco más y asintió para darme la razón.

Se sentó en la cama y me sentó en sus piernas, acaricio mi vientre mientras dejaba besos en mi cuello y mentón.

—Te amo— suspiro relajado.

—Yo también te amo, te adoro.

Me dejo suavemente en la cama y bajo a tomar su celular.

Momentos como este son los que más me gustan aprovechar, jamas creí que llegaríamos a ser pareja.

Solo eramos amigos, pasar tiempo hablando de diferentes temas, él con sus gustos y yo con los míos, de vez en cuando compartir gustos por la comida y la música latina, de vez en cuando pelear por el escudo de equipo, de selección, de vez en cuando uno que otro abrazo, de vez en cuando un beso robado. Uno que otro sábado en vueltos en las sábanas de seda en uno de los mejores hoteles de Madrid ó Barcelona.

Amigos con derechos, eso era lo que definía nuestra relacion, cosa que no sonaba nada mal en ese entonces, un desahogo sexual que nos hacía olvidar las responsabilidades, una forma de pasar el tiempo con un amigo, porque a pesar de todo, eso eramos, amigos ¿no?.

Una escapada a Berlín para ir a almorzar, nadar en la piscina de mi apartamento en la tarde y en la noche, yo apretando las sábanas y gimiendo hasta quedar prácticamente sin voz, eso era en el principio, donde todo era fácil.

Pero luego llegó lo inevitable, lo que por más que dige que no pasaría, por más que prometi, jure por mi vida, paso.

Inevitablemente caí en el color café de su mirada, en su sonrisa perfecta, en sus gestos de niño, en su actitud alegre, en su acento, en su cuerpo perfecto. Inevitablemente me enamore de él.

Y así comenzó mi calvario. Viendo como fingía ser feliz con esa mujer, como criaba una familia "feliz" junto a ella, como en su país los amaban.

Messi y Rafinha sabían, me dijeron que lo dejara, que cortara todas las relaciones que lo incluyeran y solo fuéramos conocidos de trabajo. Pero era imposible, ya me había obsecionado con él, era la razón de mi alegría, no lo podía dejar.

(...)

¡James! Hermano, ¿como esta? se escucho el efusivo saludo por toda la habitacion.

—Falcao ¿y ese milagro? Hace años que usted no habla conmigo— él me respondió con unas risas.

Que va, solo pasaron dos meses. Bueno, se que esto le va a sonar como si yo solo lo llamara para pedir favores- bajo la mirada incomodo pero es que necesito contarle esto a alguien, y tu eres la persona en quien más confío ahora.

Lo mire enmarcando una ceja.

—¿Y Lorelei? ¿Por qué no le cuenta a ella? —pregunté con intensión de fastidiarlo.

¿Ya va a empezar otra vez? me miro molesto.

Me reí lo más bajo posible. Neymar estaba descansando en la habitación y yo estaba en el comedor del primer piso.

—No, no, solo estaba molestando— me acomode en el piso y lo mire neutro. —Okay, haber, comienza.

solo te pido que hagas lo posible por no pensar mal de mi suspiro avergonzado.

—Agale, cuénteme que pasa—respondí con simplesa e intriga.

Yo... Le soy infiel a Loreleibajo la mirada y se quedo en silencio.

Me quedé en silencio y lo mire espectante.

Le soy infiel con un chico de aquí de Mónaco.

—¿como se llama él? — trate de sonar serio, pero en verdad estaba sorprendido, Falcao no parece de los que engañan. Es más el prototipo perfecto de ; padre, esposo, hijo, hermano, jugador y persona.

Su nombre Kylian Mabbpe respondió nervioso.

Abrí los ojos y la boca a más no poder. No puede ser.

—¿¡que!? — Grite.

—¡¡James!!— grito Neymar desde la habitación.

Mierda, mierda, mierda.

—perdoname mi principe— respondí a penado.

Una vez que terminó de contarme su "problema" yo me quedé en schock. No me podía creer lo que me dijo, no podía siquiera mirarlo.

James, no me mires así, te conté esto porque se que tu me entiendes, porque se que has estado con Neymar desde que Salome nació. Por eso necesito que me aconsejes.

Él se escuchaba muy desesperado.

—Muy bien, lo voy a ayudar, pero usted tiene que responderme esto sinceramente parcero— Asintió —¿Con quien quiere quedarse, con Kylian o con Lorelei?

Lo observe con detenimiento. Era obvia la respuesta, pero quería que me lo dijera.

No lo sé bajo la mirada—En verdad que no lo se. Lo amo, lo amo con todas mis fuerzas. Y a ella la quiero y estimo, me dio a las dos criaturas por las que yo moriría. Egoísta mente, quiero estar con él.

—¿Egoístamente? —
Si, se que ella me ama, y que mis hijas merecen una familia unida. Pero yo... se veía un poco curiosa esta situación, él era un hombre tan decidido y ahora estaba tan dudoso.

Yo quiero ser feliz. Quiero ser feliz sin que alguien me diga no, quiero amarlo a pesar de que se vaya lejos, quiero ser feliz como lo fui alguna vez con mi familia, pero ahora, ahora necesito ser feliz con él, se bien que si el destino lo puso en mi camino de esa forma es por algo, algo debía cambiar con él, y no se, no se si debería ser así, pero yo siento que si. Y que me perdone Dios por mi adulterio , pero se que el llego a mi para que yo lo amara y para que el me amara. No me puedo imaginar una vida sin que él me ame.

Wow...

¿Esto está alguna parte de la biblia o algo así?

Esta bien, definitivamente no lo había visto así de enamorado desde hace mucho, desde que conoció a Lore, en verdad, no tengo ni la más puta idea de que debo decirle.

—Falcao, si eso es lo que quieres, pues muy bien, lo importante es que tú estés feliz.




¿Juntos por siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora