—Venia a decirte que bajaras a cenar pero he notado que estas divirtiéndote tu solo—se mordió su labio.
No podía articular ni una palabra. Abrí y cerré la boca un par de veces hasta que el agua fría de la ducha pego en mi espalda. Lo escuche reír.
—Creo que me estas insinuando a que entre contigo ¿no?—se rio de nuevo—termina rapido y baja. Pedí pizza—sin decir mas salió.
Cerre la llave rápidamente, aun analizando la "conversación" de hace unos minutos. Me cambie y baje. Pude verlo recostado en el sofá de siempre, camine y me senté a un lado. La pizza posaba en la mesita del centro, el televisor estaba encendido en una película. Ambos no hablábamos y estábamos concentrados en la escenas, me recosté mas en el sofá y el por su parte sentía que cada vez que se levantaba para tomar una rebana de pizza se acercaba mas a mi.
Una escena de beso y sexo salió en el transcurso de la película, estaba tan sumergido en ella que no sentí un brazo rodear mi cintura, esa mano bajaba y subió de forma lenta, para después adentrarse por mi playera de dormir, sentía una electricidad recorrer por mi cuerpo para ir a parar a mi pene. ¡Mierda!
Se sentía tan bien, que no quería que parara.
De pronto esa mano, comenzó a bajar mas y mas hasta llegar a el principio de mis pantalones, sin impedimento alguno, metió su mano por mis pans y boxers. Podía sentir su respiración cerca de mi oreja, tenia la reparación un poco acelerada. Sus dedos acariciaban de forma tierna las mejillas de mi culo, la televisión no estaba, el mundo de nuestro alrededor desapareció.
—Mgs!—gemi entre labios.
Mi lado puta salió a flote y saque un poco mas mi culo, para que el tuviera mas acceso. Vi como sonrió y sus dedos llegaron a mi ano, lo acariciaba poco a poco, sentí sus labios en mis mejillas dando besos mariposa. Nuestras respiraciones se combinaban y se hicieron mas rápidas e intensas.
Saco la mano de mi pantalón y yo me sentí vacío. Lo mire confundido y el solo me dio un beso cerca de mi boca. ¡Jesús! Coloco su mano cerca de mi boca y pude leer en sus labios un "lame gatito" y saque mi lengua para lamerlos.
Podía escuchar como suspiraba y sabia que se estaba excitando.
Vi su mirada oscurecer y aparto su mano bruscamente para llevarla de nuevo a mi culo. Sentí los dedos húmedos en mi ano y uno de ellos entro.
—Ah!—me había dolido.
—¿Te gusta pequeño?—su otra mano tomo mi cuello apretándolo un poco.
Su dedo entraba y salía poco a poco, para después sentir otro.
Asentí cerrando lo ojos un poco. Mi pene ya estaba despierto y rogaba por salir un poco.
Tomo mi cuello de nuevo haciendo que juntamos nuestras frentes. sin poder evitarlo solté un gemido cenca en su boca, me dio una sonrisa torcida y junto nuestras bocas. Nuestras lenguas se enredaron y nuestra saliva se mesclaba mutuamente. Mordí su boca al sentir un tercer dedo en mi pequeño y virgen ano. Los movía desenfrenadamente llegando a tocar algo en mi, ¡dios mi pene quería salir ya!. Volvió a darme un beso guarro mientras gemía de nuevo en sus labios.
El sonido del teléfono nos saco de nuestra burbuja.
Nos separamos poco a poco con la respiración acelerada, sus dedos abandonaron mi cuerpo y el se levanto del sofá, se acerco al teléfono y descolgó.
—¿Diga?—contesto. Por mi parte, estaba mas rojo que un puto tomate. ¿Qué chingados acabo de hacer? Mire mi pantalón y en mi pelvis se notaba húmeda junto con una casita de campaña. Me sentí de nuevo avergonzado.—Oh, mi amor ¿Cómo estas?—¿mi amor?—¡Hay cariño!—el muy estúpido suspiraba como enamorada—También te extraño mucho—¿la extrañaba? después de lo que hicimos ¿la extraña?—también te amo—fue la gota y sin decir nada, subí a mi habitación y cerré la puerta, para evitar verlo puse seguro.
Me sentía horrible.
Me bese y faje con el novio de madre. Unas lagrimas comenzaron a bajar por mis mejillas al volver a tener en mente sus palabras de cariño hacia ella.
La amaba.
Sin duda esto había sido un error. apague las luces, me acosté y cerré los ojos.
Nunca había llorado por alguien.
Nunca me había sentido utilizado.
Nunca me había enamorado.

ESTÁS LEYENDO
El novio de Mamá
Historia CortaEn mi plena adolescencia, mi madre comenzó a salir con alguien. Un tipo, el cual yo creía cuarentón, panzón y sin chiste. Mas no pensé que ese hombre me gustaría. No pensé que ese hombre tan bello y hermoso seria el novio de mama.