Capítulo 11

20 3 0
                                    


Lucía

¿No te habían dicho que es de mala educación marcharse y dejar a alguien con un beso en la boca y ganas de más? ーle escuché decir al hombre que estaba parado de espaldas frente a mí. Por instante no entendí qué quería decirme, pero luego de unos segundos supe quién era. Se trataba de él. Estaba aquí, justo en la puerta de mi casa, justo frente a mí.

Cuando se dio vuelta y sus ojos se clavaron en los míos sentí cómo el calor subía por mis mejillas. Estaba totalmente apenada y por su sonrisa pude notar que también estaba roja como un tomate.
¿Cómo había hecho para dar con mi casa? Y más importante, ¿qué estaba haciendo aquí?
Sentía cómo mi corazón latía a mil por hora, mi respiración estaba agitada y mis manos sudaban.

¿Q-qué estás haciendo aquí?ー pregunté luego de un par de minutos de intensas miradasー ¿cómo diste con mi casa?

Vi como miró hacia el cielo en busca de una respuesta para darme y luego de un momento escuché su voz ronca responder.
pues, traje tu identificación escolar, cuando saliste luego de nuestro beso se te cayó y pues, vine a entregartela...ー luego de eso sólo una palabra se metió en mi mente... Beso. Ya había olvidado que eso había pasado y ahora estaba mucho más apenada y más nerviosa por su presencia aquí.

No sé cómo lograba ponerme de tal forma alguien a quien no conocía, cómo podía hacerme latir el corazón así de rápido y con aquel desenfreno.

Recordando un poco ni cuando estaba con mi novio me Sentó a así. O sea, podía desearlo y querer estar con él, pero no lograba encenderme como lo hacía este chico. Un momento, ¿había dicho encenderme? Qué rayos estaba pensando.
No me encontraba dentro de mí, no era yo, estaba totalmente loca por siquiera pensar en algo así.

También ーagregó élー estoy aquí porque vine por más.

Luego de escuchar estas palabras, sentí sus gruesas manos posarse sobre mi cintura y acercarme a él.
Como había pasado unas horas atrás, posó sus labios sobre los míos en un casto beso que luego pasó a ser uno muy apasionado. Estaba fuera de mí, y maldita sea, este chico tenía que ser una droga porque quería más y más.

DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora