Owen...
ahora estoy con mi mejor amiga, mi prima Callie en el parque estoy muy contento por el simple hecho de estar con ella, me hace reír mucho con sus ocurrencia y juegos que se inventa creo que nunca le voy a terminar de agradecer a mi tía el hecho de haber traído al mundo a esta niña tan especial para mi
la pequeña campana del puesto de helados suena tentándonos a nosotros los niños a que vallamos y compremos uno, mi prima me mira con esos ojos de ternero degollado y yo resignado voy donde mis tías y les pido el dinero, ya en el puesto de helados los compro y vuelvo a donde estaba teniendo como recompensa un abrazo y un beso en la mejilla la mejor recompensa que me pueden dar aparte del helado, después de jugar un rato con Callie nos vamos los cuatro a mi casa
estoy en mi habitación leyendo una pregunta de castellano cuando escucho que la puerta se abre dejando ver a lulú, la ayudo a subirse a la cama ya que ella al ser tan viejita no tiene la misma energía y fuerza de antes ella ya estaba aquí antes de que yo naciera y le tengo mucho cariño, estaba terminando de hacer la tarea pero entonces lulú se baja de la cama y se acerca al sofá sacudiendo la cola, todas las noches hace lo mismo al principio me asustaba y trataba de averiguar que le pasaba pero al no obtener nada me rendí y ahora estoy acostumbrado a que lo haga, se subió al sofá y se durmió ahí y yo le puse una cobija encima para que no tuviera frió
...
no podía dormir entonces me levante y me puse a dar vueltas por la habitación hasta que me cansé y mejor me fui a recorrer los pasillos, estaba oscuro pero como soy prevenido traje una linterna, la prendí y seguí caminando pero me Aporree el dedo chiquito del pie con la pata de una silla, cogí un cojín del sofá y grité en el, eso dolió demasiado, seguí mi recorrido hasta que llegué otra vez a mi habitación, esta vez pude dormir hasta el día siguiente
me fui a la escuela que estuvo un poco aburrida, llegué a casa, almorcé, estuve viendo televisión, jugué un rato, leí hasta que se hizo de noche y me puse a esperar a mamá ya que ella trabaja todo el día y solo puedo verla a esta hora porque ni siquiera viene a almorzar, pasaron las horas y ya eran las 11:30 de la noche y mi abuela me mandó a dormir, siempre es lo mismo de verdad que no la entiendo
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En tu ausencia
ParanormalMelissa siempre había llevado una vida normal: tenía una familia unida, varios amigos con los que salía a diario para divertirse, algunos noviazgos temporales, carecía de problemas económicos y su única preocupación era obtener notas lo suficienteme...