Sin Voz. || V.B || ✔

2.❤

No quiero que se burlen de mi, no quiero tener amigos, no quiero tener novio, no quiero que me vuelvan a hacer esto... No quiero, estoy aterrada. Tal vez fui grosera con él chico que me habló, pero tengo miedo, y me fue inevitable no huir de él, fui estúpida pero no quiero que se repita la historia, con mi pasado tengo suficiente...

Iba caminando con la mirada baja, pérdida en mi mente, la cual se transporto al último momento que sucedida en mi libro, quería saber que pasaría, lo mejor sería leer en el receso. Sentí algo fuerte chocar contra mi cuerpo, haciéndome casi perder el equilibrio.

—¡Tonta! Presta atención.

Aquel chico, se acercó a mi muy molesto, no... Sentí que el tiempo se tornaba en pasado, volviendo a mi antigua yo, esta pasando otra vez, ¡No! Rápidamente tomó mi mochila, mis libros, mi celular y todo lo mío que se encontraba en el suelo, para huir como la cobarde que soy. Llego a un pasillo que no conozco, pero no importa. Corro completamente asustada.

Sentí que alguien tomo mi brazo y me jaló, sí, iba a gritar, iba a hacerlo, quería emitir un alarido de pavor, pero de mi garganta no salio ningún desgarré, ninguna nota de voz...

—Calma niña, soy yo, Vegeta —Lo mire tímida, era lindo pero, hace años un chico lindo no me hablaba así, y era extraño, ya que todos lo único que hacían era burlarse de mi...

—Veo que no quieres hablar —Solto mi brazo después de unos segundos —Pero, vamos haz lo, no soy como esos insectos —Sonrió de lado, lo que hizo que me contagiara. Sonreí levemente, me hizo gracia la palabra "insectos", pero al momento que intenté hablar, no pude, seguí intentando que el sonido saliera de mi garganta, pero no pasó, abracé mis libros tímida, la sonrisa se desvaneció...

—Espera... ¿No tienes voz? ¿Acaso no puedes hablar? —Su mirada sorprendida y con algo de tristeza me hizo sentirme realmente pésimo.
No, no la tengo, la perdí, quiero recuperarla, pero desde hace cuatro años no puedo. Bajé mi mirada, iba a salir de aquí, no me quedaba de otra que huir.

—Espera, no es para tanto, niña —Sonrio con calma, mostrando una bonita dentadura —Vamos a la cafetería, ¿Si? Allá nos comunicamos mejor —Asentí con un ligero rubor que no se ni en que segundo apareció, según mi hermana es cuando te pones nerviosa, pero no de la mala forma.

Ambos nos fuimos caminando, en silencio, solo podía observarlo, su cabello negro, sus ojos igual, y Dios... Que sonrisa.

Continuará....