Sin Voz. || V.B || ✔

12. ❤

Sonreí, mientras él reía, su risa era muy contagiosa, y hasta eso lo volvía sexy. Ambos salimos de la escuela entre risas y sus comentarios tontos, en un rápido movimiento me tomó del brazo. Hice una mueca confusa para verlo directamente, su ceño sé fruncio haciéndose más profundo, y luego suspiro, no, creo que bufo más bien molesto, cómo si le costará hablar —Niña, ¿Te llevó a tu casa? — ¿Qué? Mis mejillas se sonrojan debajo de las banditas. Me esperaba de todo menos eso, Dios, es adorable, me muerdo el labio inevitable, ¿Qué le digo? O más bien, ¿Qué le escribo?

Aún tiene mi brazo, parece nervioso.
Con una leve sonrisa asiento suavemente. Él sonreí dejando ver una dentadura blanca perfecta, con dos colmillos en ella, es reluciente. También termino sonriendo—Vamos entonces —Saca las llaves de su auto, y comienza a girarlas en su dedo en gesto vanidoso.

Comenzó a caminar pero lo detuve, tomándolo del brazo, antes tengo que avisarle a Tigths que no venga por mi. Él me vio confundido —¿Qué ocurre?— Aveces desearía hablar. Abro mi boca intentando pronunciar algo pero de mi garganta no salió nada. Bajé mi mirada triste, pero, sentí unos dedos en mi mentón, los cuales levantaron mi vista.

—Tranquila niña, escríbelo, no tengo prisa —Su mirada se conectó con la mía. La verdad no me cansaré de decirlo, es increíble.

Abro mi cuaderno y arrancó otra hoja, ya que el boto la que tenía. Quise probar algo, así que con una leve sonrisa le hice una seña de que girará, rápidamente asiente y lo hace, dejando ver su musculosa espalda, la verdad, eso no me lo esperaba. Una sonrisa tímida aparece en mi.

Colocó el papel en su espalda dura, es muy músculoso. Comienzo a escribir, y al terminar tocó su hombro. Él se gira inmediatamente, para recibir el papel.

—Tengo que avisarle a mi hermana, dijo que venía en media hora — Leyó en voz alta, para luego dirigir su mirada a mi, yo solo mordi mi labio —Bien, escríbele niña —Yo le sonreí. Tomé mi celular para escribirle un texto a Tigths.

No vengas por mi, mi nuevo amigo me llevará a la casa.

Iba a guardar mi celular, ante la mirada atenta de él cuando de repente vibró. Abrí el mensaje y era de mi hermana. Obviamente.

¡Ya tienes un amigo! ¿Ves pequeña? te dije que iba a ser diferente, esta bien. Iré a la casa, y te espero en la entrada, recuerda que tenemos que ir al psiquiatra, ten cuidado.

Mi sonrisa desapareció lentamente, se me olvidaba que mi psicólogo me envió donde un psiquiatra, ya que mi caso esta muy avanzado, que ganas dan de llegar a casa.

—¿Qué ocurre?—Levante mi vista. Se veía serio, pero, sonó preocupado más bien.

No quería escribir así que le di mi celular, a lo que él lo tomó algo confundido. Leyó todo el texto.

—¿Psiquiatra?—Yo asentí —¿No quieres ir?—Nuevamente asentí —Tranquila, estarás con tu hermana, ella no va a dejarte —Sonreí de lado con algo de tristeza —Vamos, o llegarás tarde niña —Me entregó mi celular, y ambos fuimos a su auto, donde él me abrió la puerta. Es muy caballeroso cuando quiere.

—¿A donde niña?—Ahora si tengo que escribir, tomé un papel y lo hice, para luego entregárselo.

—No queda lejos, vaya, corporación cápsula —Yo asentí, encendiendo el auto, llevándome a casa, fue muy tierno de su parte.

Continuará....