Sin Voz. || V.B || ✔

Epílogo.♡

—¡Llegaremos tarde Vegeta!

—Me vale un orto, quiero quedarme con mi novia acostado —Bufo el fuerte chico.

—Aveces me provoca darte un golpe —Ella solto una risa, haciendo que él también riera sin abrir los ojos, ya que ambos se encontraban acostados. Él la abrazaba a la joven, mientras que ella acariciaba el cabello del contrario, ¿Cuanto creen que había pasado desde su confesión en el lago? La verdad, un día nada más paso, nadaron, se besaron, pero no pasó a más, fue simplemente ayer.

—Dámelo, sí eres tan valiente —La reto, encimándose en ella. Bulma se sintió extraña, nerviosa pero más que nada, curiosa.

Vegeta sin avisar, comenzó a besarla, mientras que Bulma comenzaba a corresponder con lentitud al momento que rodeó su cintura con sus piernas largas, haciendo una fricción en sus sexos, sin casi darse cuenta, pero ella también lo sintió.

Vegeta no pudo contenerse. Despegó sus labios para rápidamente ir a besar el blanco cuello de la chica. Bulma soltó unos gemidos, mientras que él bajaba sus besos hasta llegar a sus montes, no dudó en romper su blusa y dejarlos expuestos. Sintió tantos deseos por ellos que no dudo en lamerlos, es que eran realmente hermosos a su parecer.

Bulma sentía tanto placer, extrañamente no tenía miedo de él, y es que la razón era que él era Vegeta, él chico que jamás la juzgó, y la quiso sin voz, la quiso con sincero amor.

Vegeta acariciaba con sus manos la cintura de ella, mientras bajaba sus manos acariciando todo a su paso. Cuando llegó a su objetivo, los cuales eran los shorts de ella, levanto su mirada.

—¿Qué...qué pasa? —Preguntó, confundida, pensando lo peor...

—Yo... ¿Puedo?—Ella sonrió aliviada, para luego asentir.

Vegeta volvió a lo anterior, bajando sus shorts lentamente, para luego con fuerza destrozar su ropa intima. Mientras que él solamente bajo su bóxer hasta dejar a su miembro descubierto. Ella sintió miedo en instante, no por él, si no por el hecho de ser penetrada, pero el deseo que tenía hizo que se fuera en segundo. Vegeta se inclinó para besarla, mientras la penetraba, lento para que ella se acostumbrará. No quería herir la por nada del mundo. Mientras que la besaba sé movía en su interior suave, deleítandose con sus suaves gemidos. La verdad es qué ella encontró a el chico perfecto, y él a la joven perfecta. Vegeta limpio su alma y ahora se encargaba de limpiar su cuerpo.

—Te amo, Vegeta —Habló de la forma más sincera, mientras lo abrazaba.

—Y yo a ti niña —Sin dejar de moverse, la besó.

Fin.

¡Dios! Hacer una edición es algo difícil. Me tarde muchos días ya que estoy enferma, y cuidar a mi sobrinito me agota. Pero, aquí está su bella historia, con portada nueva y lista para ser leída otra vez.

🖤 los amo. 🖤