Día 6

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No había llegado. No había ningún rastro. No estaba.

Kageyama no fue de nuevo a la escuela.

—Seguramente no vino para no hacer el examen.—De eso se convencia vagamente Hinata, intentando ocultar su preocupación moviendo mucho sus pies.

—Hmp...—Tsukishima sólo seguía su día normal. No demostrando su interés al tema, mientras acomodaba sus lentes porque si.

—...—Yamaguchi mostraba angustia en su rostro. Estaba genuinamente preocupado.

—Esto es malo...—Hitoka apretaba los puños con fuerza. No podía aguantar. No podía ocultarlo mucho más...

Estaba preocupada, nerviosa, triste, enojada, avergonzada y miles de sentimientos más. Su interior pedía a gritos decir algo.

Daichi y Suga no quedaron atrás de los kohai.

Estaban preocupados.

Asahi había detenido a Noya de ir a casa de Kageyama, saltándose las clases.

Tanaka también fue parado por Ennoshita. Parece que los de segundo eran los más alocados. Pero los de tercero pudieron calmarlos.

—Después de clases iremos a su casa.—Eso había dado a entender Daichi.

Pues todo el equipo estaba preocupado, más al ver que Kageyama no había respondido a ninguno de los mensajes que todo el equipo le dejo.

—¡Yahoo!—La mirada del Karasuno fue hacía la entrada del gimnasio, donde un castaño llamativo y un malhumorado moreno.

¿Que hacían en su escuela a esas horas?

—Oikawa-san... Iwaizumi-san...—El equipo mostró confusión al ver al capitán y estrella del equipo rival en territorio enemigo.

—Venía a ver a Tobio-chan, después de que fue a verme, creo que sería justo molestarlo yo también.—Río burlón Oikawa, ocultando su verdadero motivo, pues estaba preocupado por el comportamiento de Kageyama ese día.

—Pues el rey no está aquí.—Aclaro Tsukishima.

—Esta enfermo.—Informo Hinata, haci nfo una mueca con sus labios.—Supongo...

—Ha estado raro...—Agrego Suga. Iwa y Tooru se miraron ante esa noticia.

—Así que no fue sólo con nosotros.—El equipo alzó una ceja.

—Cuando vino a vernos estaba raro. Dijo que quería estar con nosotros.—Hablo Iwaizumi algo apenado de solo recordarlo, rascando su cabello.

—Molestó tanto para que le enseñará a sacar...—Oikawa bufo.—Al final sólo observó, en serio es molesto ese mocoso.—Se cruzó de brazos.

7 días para estar a su lado | KageyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora