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.Kageyama lo había pensado. Ese día no iría a la escuela. No podía, por lo cual.
¿Qué debería hacer?
—Una carta...—Kageyama observó su celular.
Más específico, una fotografía, de él, y todo el equipo, una de las pocas que había, aparte de la que él mismo había querido tomar hace unos días.
—Cuando vas a morir... Le escribes a las personas que aprecias.—Murmuro, pensando un poco, tal vez darle unas últimas palabras a sus padres y hermana estaría bien.
Pero, ¿Y a su equipo?
Una pequeña risa se le escapó, tomando asiento en su escritorio tomo papel y lápiz, comenzando.
Sonrió antes de escribir cualquier cosa.
La primera vez que desea escribir a voluntad...
Es por su muerte.
Irónico, ¿No lo creen?
—Kageyama no vino.—Murmuro Yamaguchi. Había un ambiente sombrío por parte de algunos del equipo.
—El rey a estado raro, era de esperarse.—Bufo Tsukishima, sin la más mínima preocupación, tomando de su botella.
—Estará bien.—Hablo Tanaka, tranquilo golpeando el balón.—Ayer estaba bien.—Hitoka dió una mueca al oír eso.
—S-Supongo que tiene razón...—La rubia apretó los puños junto a sus labios sin hacer contacto visual.
—Por cierto.—Suga llamó la atención con su voz.—Tengo la fotografía que Kageyama quería.—El equipo completo se le acercó, para así apreciar la foto.—Y si, Hinata, traje copias para todos.—Se adelanto el peliplata a las dudas del pequeño.
—¡Genial!, ¡Kageyama estará feliz!
Todo el equipo apreciaba la foto en sus manos.
—Es sorprendente que esta idea fuera de Kageyama.—Menciono Daichi con una risa, algo nostálgico viendo la imágen.
—Ni que lo digas.—Asahi afirmó con su gran sonrisa, intentando no llorar.—Hacerlo porque nos iremos pronto fue muy dulce de su parte.
—Hm... Si...—Yamaguchi murmuró por lo bajo, pensativo.
—¿Por qué la cara, Yamaguchi?—Tsukishima miro a su amigo pecoso, extrañado por la expresión en su rostro.
—¡N-No, nada!
—Yamaguchi.—Todo el equipo puso su atención en él, quien yendo no vio escapatoria.
—B-Bueno... No podría confirmarlo, pero... Dudo que... Kageyama haya querido la foto por el motivo de los senpai...—Exclamo timidamente, viendo hacia muchos lados, tirando de su ropa.
—¿Si no fue por nosotros, entonces por qué?—Suga mostró curiosidad, tomando su mentón.
—No lo se.—Yamaguchi mostró una amarga expresión.—Pero... Debió ser muy importante para Kageyama.
—¡Tal vez nos quiere!—Clamo Hinata con una sonrisa.
—¿El rey?—Tsukishima mostró ironía, viendo con burla al pequeño.—Por mi puede morir-...
«Cuando yo muera, no llores, Tsukishima.»
—¿Tsukki?
—Tch...—Kei rodó los ojos, ¿Por qué esa frase de nuevo venía a su mente?
Sugawara miro la fotografía, a Kageyama más específicamente, por primera vez podía ver al azabache sonreír como alguien semi normal.
—Kageyama tal vez sólo quería un recuerdo.—Tranquilizo Daichi.—No hay que preocuparse, seguro vendrá mañana.
Todos asintieron. Seguramente el vendría...
Seguramente...
Él...
—... Gracias a todos.—Kageyama Tobio dejó su lápiz a un lado y se recostó en su escritorio. Sonrió un poco y cerró los ojos.—... Lo siento.
... Volvería.
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7 días para estar a su lado | Kageyama
ContoSi te dijera... Que te quedan 7 días de vida. ¿Que harías?, ¿Qué desearías hacer?, ¿Con quién quisieras estar? "Un poco más, sólo eso pido" →Kageyama