«Si te dijera... Que te quedan 7 días de vida. ¿Qué harías?»
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Caminando con lentitud, viendo hacía el frente sin mucha concentración sintió un golpe en su hombro.
—¡Oye!, ¡Kageyama!, ¡Vamos a practicar!—Hinata, con el ceño fruncido lo estaba llamando.
—Si... Voy.—Algo distraído caminó hacía el pelinaranja. A su mente había venido aquella frase que lo mantenía pensativo.
Ese sueño había sido raro.
—¿Huh?, ¿Estás bien?—El azabache bajo la mirada hacía Hinata, quien lo veía curioso, quizás más extrañado.—Estas muy callado, ¿Qué sucede?
—Estoy cansado.—Contesto sin más.
—Parece que el rey a estado perdiendo su resistencia, que decepcionante.—Como de costumbre, Tsukishima, en un despectivo y burlón tono, molestaba al azabache.
—¡Tsukishima teme!—Hinata apretó los dientes, comenzando una discusión con el rubio. Kageyama suspiro viendo aquella común escena.
Por algún motivo... Repentinamente, deseo que eso jamás se detuviera.
Poder verlo siempre, poder estar allí siempre para ver las diarias peleas de él con Tsukishima o con Hinata.
—¿Kageyama?—El mencionado miro al pecoso, Yamaguchi tenía una extraña mirada nerviosa.—¿E-Estas bien?—La vista estaba fija en el azabache, quien confuso miro al resto.
—Estoy bien.—Contesto por inercia. En tono neutro como de costumbre, no entendía la pregunta.
—¡De que hablar, ¿Por qué lloras?!—Hinata lo apunto, Kageyama tocó sus mejillas, ciertamente estaba llorando.
Que extraño.
—Oh, no lo noté...—Murmuro, sin darle mayor importancia, siguió sus pasos, distraído.—Bueno... Iré a casa, nos vemos.
Tsukishima, Yamaguchi y Hinata mostraron confusión, y algo de preocupación.
¿Qué le pasó a Kageyama?
El azabache también se lo preguntaba.
"Si te dijera que te quedan 7 días de vida. ¿Que harías?"
Kageyama detuvo sus pasos, bajó la mirada y suspiro.
Parece que él ya lo había comprendido.
—Siete días...
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Estamos editando para usted Uwur
Le tengo mucho cariño a esta historia, y como la escribí en 2017 estoy segura necesita unas correcciones mínimas uwur
