03.Rei

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Karol siguió hablando con Alice, quien le explicó muchas cosas sobre aquella división y el instituto.

Por otra parte, Karol no sabía nada del experimento, cuando los demás alumnos debían acudir a las clases, Karol se turnaba y acudía a las aulas de las tres clases.

Karol se encontraba en una silla de la cafetería comiendo mientras hablaba con Alice sobre temas sin importancia, cuando de repente, sufrió una descarga eléctrica en la espalda, la cual le hizo bastante daño, por lo que quedó inconsciente.

Toda la cafetería miraba al culpable de aquello, era un chico con el pelo negro y unas orejas de gato de papel. Tenía la piel blanca, y vestía con colores azules, al igual que sus ojos.

Nadie sabía por qué él había hecho eso, ni mucho menos cuales eran sus intenciones.

Cogió a Karol subiéndola en su espalda y levantándola por la parte baja de los muslos, seguido de aquello, se la llevó a la dirección del instituto, donde le esperaban los directores.

Cuando aquel chico llegó allí, Karol seguía inconsciente, instantáneamente, los operadores se pusieron en marcha.

Horas después, Karol se encontraba en la desordenada habitación de su nueva amiga Alice.
Se frotó los ojos, y parpadeó varias veces aun viendo algo borroso.

Alice estaba haciendo ejercicios mágicos de la clase del profesor Scott que consistían en usar magia a distancia, para ello, necesitaba muchísima concentración y poder mágico.

Karol se sentó en aquella cama, al instante, la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a una chica con un estilo algo gótico.
Tenía el pelo negro y morado, también usaba ropa ajustada y negra

—El jefe me envía para saber si la nueva está bien.–Dijo. Se apoyó en el marco de la puerta, mientras hacía sonar el chicle que tenía en la boca.
Alice se giró hacia su amiga, se sorprendió ya que no la había visto despertar, así que asintió con seguridad.
—Sí, está bien. Es que en la cafetería...–La chica de aspecto gótico calló a Alice poniendo su dedo índice delante de sus labios.

—Tampoco me cuentes tu vida.–Dijo. Salió de la habitación dejando a Alice y a Karol con la palabra en la boca.

Rei
Hace 4 horas

—¿Qué tipo de magia váis a ponerle? Es una simple humana. De verdad, esta dirección cada vez se va más de la olla.–Digo y me río. Cae una de mis orejas de papel al suelo, la recojo sin moverme del sitio.

—Gracias por la opinión, Rei. Pero nadie te la ha pedido. Si no fueses el hijo del director, estarías expulsado de inmediato del centro.–Dice la vice directora con tono amenazante lanzándome dagas con su mirada. Pongo los ojos en blanco y cruzo las piernas.
¿Qué se cree? ¿Que por estar con mi padre le voy a hacer más caso?

Ridículo.

—E-es una magia bastante... Bastante fuerte... Es magia de creación de plumas.–Dice la investigadora. Es bastante tímida y casi nunca habla en las reuniones directivas, eso sí, cuando lo hace, siempre se toca un mechón de su largo pelo nerviosa.

—¿Qué mierda de magia es esa? ¿Para qué quiere esa chica crear... Plumas?–Digo y me vuelvo a reír.

Pobre chica.

—Una magia capaz de matarte en menos de 1 segundo.–Responde mi padre serio. Paro mi risa poco a poco para tocarme la cara nervioso.
Se supone que debía informar a aquella chica de la operación y llevarla a dirección. Sin embargo me dió pereza y le di una descarga eléctrica.

Espero que sea una chica tranquila, de lo contrario, puedo darme por muerto...

Aunque bueno, naturalmente, la chica no sabe nada de la operación.

—¿Y qué habéis hecho para convertir a una humana normal y corriente en una maga?–Me incorporo de mi cómodo asiento y cojo una fresa con chocolate, tengo bastante hambre, gracias al recado de mi queridísimo padre no he podido comer nada.

Sale una de las investigadoras del instituto más profesional, su nombre es Sara.
—Hemos instalado una especie de "chip" en ambas de sus manos. Este "chip" contiene el poder mágico necesario para crear las plumas.–Dice Sara para después salir por la puerta de la habitación.

—¿Y de quién es la magia de los "chips"?¿Cómo la habéis conseguido? La magia de contrabando está prohibida.—Digo.
Estos pirados son capaces de matar a alguien para conseguir magia.

—Es de una presa a la cual le pusieron pena de muerte. Simplemente estamos aprovechando su magia para hacer buen uso, el cual ella no supo hacer.–Dice mi padre.
Apoya su mejilla sobre el hombro de la vice directora.

Dan tanto asco juntos...

—Ah, vale. Claro... ¡Le habéis puesto la magia de una muerta a una humana normal!¿¡Es que estáis mal de la cabeza!? ¡Los espíritus deben conservar su magia para ser felices!–Grito.
Veo a la vice presidenta fruncir el ceño, para luego levantarse y caminar hacia mí algo amenazante.

—¡Hacemos lo que debemos! ¡Esta división no avanza!¡Tenemos que investigar para ello! ¡Esa mujer no se merecía ser feliz, atracó una tienda de comestibles, a demás... Eso es una leyenda!¡Cuando una persona muere, simplemente muere!–Dice a gritos. Todos la miran algo asustados, sin embargo, mi padre la mira orgulloso.

—¡Tú si que no te mereces ser feliz, esa mujer seguramente lo hizo para dar de comer a su familia!¡Tú mataste a mi madre con tus propias manos! ¡¿Tú que sabes sobre lo que pasa tras la muerte?! ¡Deberías de morirte de una puta vez para comprobarlo!–Digo y salgo de la sala.

Me saca de quicio. Todavía puedo recordar el verla en mi casa desde un agujero del armario.
Verla como mataba a mi madre a sangre fría, con unas tijeras con las que mi madre cortaba el hilo, estaba poniéndome un botón que acababa de caerse de mi chaqueta.
Minutos después, llegó mi padre, y se encontró con el espectáculo. Yo sólo miraba impactado desde el armario aquello. No era creíble, mi mayor pesadilla, se había hecho realidad.
Mi padre no dijo nada detrás de aquel suceso. Él, simplemente perdonó a Majo, la vice presidenta, ya que estaba enamorado de ella.
Para ese entonces Majo era nuestra sirvienta, así que aprovechaban cuando mi madre salía a trabajar para acostarse con mi padre.
Esa...

Esa es mi historia.

Karol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora