Karol.

04.¡Transformación!

Rei
Actualmente

Me paseo por los largos pasillos del instituto en busca de calma.
Tengo un gran nudo en la garganta tras haber recordado esa historia, así que prefiero distraerme con algo.

—Mira por donde vas.–Dice una voz femenina.
Me giro y veo a una chica con el pelo negro y morado vistiendo con ropa negra.
Me parece atractiva.

—Hola tío. –Me saluda Trevor y me giro hacia él. Me da una palmada en el hombro. Él es mi único amigo en el instituto, él sabe lo que pasó aquel día.
Sonrío en respuesta a su saludo—Veo que has decidido cambiarte de "orejas"–hace comillas con los dedos— Anda, son de papel.–Trevor me toca una de las orejas, hacerlas es uno de mis pasatiempos.

Cuando era pequeño, tenía un gato, al cual le llamaba "Gato". Era negro, pasábamos prácticamente todo el día juntos, así que mi madre solía tejer para mí orejas de todos los colores.
Siempre las usaba, incluso para ir al colegio, nunca nadie se había burlado de ellas, al contrario, siempre les han gustado a todo el mundo.

—Sí, he perdido las mías.–Susurro.

—Entonces te ayudaré a encontrarlas.–Trevor sonríe, gesto que me hace quedarme más tranquilo. Gracias a él estoy olvidando un poco la escenita de Majo en la dirección.

—Tengo hambre.–Trevor se da dos palmadas en el estómago.—¿Vamos a la cafetería? Con suerte todavía quedará algo.—Miro mi reloj, son las 15:27.

—Lo dudo, a estas horas sólo queda... ¿Pan?–Me ruge el estómago, Trevor ríe.

—Anda, vamos. Ya veo que no soy el único con hambre.–Trevor deja caer su brazo por la curvatura que lleva a mi cuello y nos dirigimos a la cafetería con una agradable charla. Un sentimiento cálido se instala en mi pecho, el cual logra borrar el nudo que tenía en mi garganta.

Kath.
Actualmente

No dejo de cruzarme con idiotas, hoy no es mi día de suerte.
Estoy harta de que los tíos me miren con tanta lujuria. ¿No han visto una cintura marcada y un par de pechos en su vida?

Me paseo por el gran patio del instituto, dentro de una hora tenemos clase.
Hay gente usando magia, hay gente escuchando música, hay gente estudiando, leyendo novelas. Hay gente de todo tipo en la MVA... Ahora que lo pienso, es un nombre muy extraño, sería ideal para el nombre de algún tipo de campo de concentración nazi.

Las chicas que estaban en la habitación a la que he visitado están agarradas del brazo tímidamente observando los movimientos de los demás, cuando de repente, Karol... Creo que se llama, deja sola a su amiga la rubia. Me apetece jugar.

Soy una maga de clase media, tengo magia de transformación. Puedo transformarme en cualquier persona, exista o no.

Utilizo mi magia para cambiar mi apariencia y me oculto tras un gran árbol para no ser descubierta. Me he transformado en un chico.
Cojo mi teléfono y miro mi reflejo en la pantalla apagada, esta es una de mis mejores transformaciones. Se podría decir que soy un "chico" atractivo.

Me acerco a ella intentando caminar con algo de chulería, sin embargo, me giro mi tobillo y gimo un poco en voz alta.

Debería de dejar de hacer tantas tonterías.

—Hola pequeña.–Me incorporo y beso la pequeña y delicada mano de la peli naranja, el tacto de su piel en mis labios es agradable.
Sus mejillas están rojas como manzanas, y sus ojos brillan por la emoción. Sé que está sintiendo vergüenza.

—Hola.–Saluda sorprendida. Aparta la mirada, sé que está nerviosa.

—Soy... Michel, encantado.–Le guiño un ojo.
Michel es el primer nombre que me ha venido a la mente, es el nombre del protagonista de una trilogía de ciencia ficción que lee uno de mis amigos.

—Yo... Soy... Alice.–Me sonríe. Es adorable.—¿Eres... Nuevo? Nunca te he visto por aquí.

—Sí, Alice.