Capítulo 62.

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Un año y medio después.

Era el mes de marzo. Estaba cursando el segundo semestre de mi tercer año de universidad. En Setiembre comenzaría el último y ya estaría graduada con mi título. Pero en aquel preciso momento no pensaba en mi carrera, estaba tratando de elegir los zapatos perfectos para aquel hermoso vestido que me había mandado a hacer mi madre para el casamiento de Louis y Eleanor. 
El vestido era largo de color salmón, con un hombro al descubierto y corset hasta la cadera, para que luego callera la falda recta y floja. Estaba planeado llevar unos zapatos de tacón alto blancos o unas sandalias de taco alto doradas y no podía decidir. Alguien golpeo la puerta y yo dije “adelante”. Segundos después Scarlett pasó por la puerta. 
-¡Pero qué bonita te vez!- dijo con una sonrisa en el rostro. Ella no estaba invitada al casamiento ya que los había visto un par de veces, pero me ayudaría a prepararme. – me encanta el vestido. Es hermoso. ¿Zapatos?
-Estoy entre esos dos- dije señalando los dos pares de tacones en el suelo. Scarlett se agacho y los miro de cerca. Al levantarse tomo las sandalias doradas.
-Estas.- dijo pasándomelas.- póntelas mientras apronto mis herramientas de trabajo. 
Puso su gran bolso sobre un mueble de mi habitación que se encontraba pegado a un espejo. Allí comenzó a sacar todo su kit de maquillaje y peinado y lo ordeno todo mientras yo me colocaba las sandalias y luego me miraba en el espejo de cuerpo entero. Realmente el vestido quedaba con mi estilo de cuerpo y las sandalias combinaban a la perfección. 
Me senté en la silla frente al espejo y allí deje que mi amiga hiciera su trabajo. Primero comenzó con el peinado: Aliso mi cabello e hizo un recogido de trenzas firme pero que a la vista parecía flojo y elegante, dándome un aspecto joven. El maquillaje se lo pedí leve pero me dijo que no sería tan leve como en otras ocasiones. Me coloco base de mi tono para cubrir las imperfecciones: tanto en crema como en polvo. Luego delineó mis ojos por dentro y por fuera de negro intenso y les añadió rímel a mis pestañas para que quedaran más largas, curvas y negras. También les dio forma y color a mis cejas y puso algo de sombra color beige y marrón claro en mis parpados. Mis labios fueron pintados con un brillo labial color durazno pero no tan intenso y mis mejillas apenas bañadas en colorete rosa. 
Al mirarme al espejo me sentía otra persona y a la vez yo. Me sentía hermosa y brillante. Me encantaba el resultado. Le agradecí a mi amiga, quien se fue minutos antes de que Niall, con quien iría a la ceremonia, llegara. 
-Wow- dijo al verme- te ves…hermosa- dijo embobado mirándome. No pude evitar sonrojarme, siempre lo hacía cuando me decía cumplidos y ver su cara de asombro por mi me hacia sonrojarme aun más de lo normal. – de verdad, estas radiante, amor 
-gracias, Niall- dije acercándome y abrazándolo por el cuello- tú te ves increíble, también.
-gracias, señorita Cowell- dijo usando un tono elegante y sofisticado- ¿Está usted lista para irnos?
-Claro que sí, señor Horan. 

Louis se encontraba en el altar bastante nervioso. Miraba a todo el mundo y jugaba con sus dedos ya que tenía las manos juntas detrás de su espalda. Ya estaban todos los invitados en la iglesia, solo faltaba Eleanor. Ya estaban casados por civil, que era lo más importante para la ley, pero ahora era el momento de la ceremonia de la iglesia. 
Yo me encontraba sentada entre Niall, quien me tenia agarrada de la mano sobre su regazo y Perrie con un pequeño varoncito de 5 meses en brazos, quien dormía plácidamente. A su lado se encontraba un orgulloso padre, Zayn. Harry se encontraba a un lado de Louis ya que era el padrino de bodas, y Lea , su novia, se encontraba a un lado de Sophia y Liam, quienes se encontraban sentados frente a nosotros. 
Cada tanto, Niall y yo nos mirábamos y nos sonreíamos. Amaba tanto aquel momento, era perfecto, tierno, y agradable. De repente, las puertas se abrieron y un piano comenzó a sonar con una melodía tan conocida por todos. Eleanor entro del brazo de su padre y con una sonrisa hermosa en su rostro. Miré a Louis, quien parecía que iba a llorar en cualquier momento. 
Cada paso que Eleanor daba era un paso más cerca del amor de su vida, del hombre del cual estaba totalmente enamorado y con quien pronto tendrían una familia. Cada segundo me hacía pensar e imaginarme a mí en aquella situación. En cuanto Eleanor llego al altar y le dio la mano a Louis, nos sentamos. No pude evitar mirar al chico que tenia a mi lado. 
Amaba tanto su forma de ser, su aspecto físico, su risa, su voz, su forma de abrazarme y besarme. Lo amaba y estaba segura que él me amaba a mí también. 

Al terminar la ceremonia nos dirigimos al lugar donde seria la fiesta de casamiento. Niall y yo íbamos en el auto junto a mis padres, mientras los demás iban todos juntos en una camioneta. 
El lugar era inmenso y muy bonito. Mis padres se retiraron enseguida a sus lugares y yo vi a los chicos acomodándose en la mesa que teníamos asignada. Me iba a dirigir hacia allí pero Niall me detuvo. 
-Tomémonos un tiempo para nosotros.- me dijo y yo asentí.
Me guió a un lugar más reservado del salón, donde podíamos hablar tranquilos. Me abrazo por la espalda cruzando sus brazos en mi vientre. Sentía su respiración detrás de mi oreja y cada tanto alguno de sus besos cálidos. 
-el día de hoy me dejo pensando- comenzó a decir- amo estar contigo. Te amo a ti. Muchísimo. No me imagino mi vida sin una persona como tú en ella, me es imposible hacerlo. Adoro todo de ti y no quiero perderte.- Hizo una pausa para luego continuar- No sé si estoy preparado para casarme ahora mismo pero si para prometerte que no importa que pase, siempre estaré aquí para ti, siempre te amare, siempre encontraras un hombro donde llorar o alguien que te escuche si yo estoy cerca, y lo estaré. Te amo _______ Cowell, y eso jamás va a cambiar, aunque pasen miles de años, siempre te voy a amar con la misma intensidad que te amo ahora o incluso más, aunque no sé si eso es posible. Y te voy a cuidar, te voy a hacer sentir las mejores cosas que hayas sentido, serás mía y yo seré tuyo por siempre. Te amo.
No podía contestar a aquello. Cualquier cosa que dijera estaría muy pero muy por debajo de aquel hermoso y tierno discurso que acababa de hacer Niall solo para mí. En aquel momento me di cuenta que de verdad estaba con el chico indicado y de que era el hombre de mi vida. 
No dije nada pero si me giré y lo tome del rostro para juntar nuestros labios. Aquella era la manera que mejor creía yo que demostraba mis sentimientos. Besándolo. 

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