Capítulo 41.

657 36 0
                                    

Me despertó una llamada a mi celular. Saque mi mano de debajo de las sabanas y comencé a palpar toda la mesita de noche con mi palma pero no encontré nada. ¿Dónde lo tenía? Me senté, me quite el cabello del rostro y refregué mis ojos. El sonido venia de cerca, el celular estaba en la habitación y por lo que parecía, estaba sobre la cama. Moví un poco las sabanas y lo encontré. 

-¿Hola?- dije con voz adormilada

-¿te estoy despertando?

Era Scarlett. Hacía varios días que no hablaba con ella y ya la extrañaba. Se había hecho muy especial en mi vida aquel ultimo año por ser la única amiga que tenía en la universidad, con la cual hacia un montón de locuras. 

-la verdad es que si- contesté- ¿Cuál es el motivo de tu llamada?

Ella rio y yo cerré los ojos de cansancio. Había dormido muy poco aquella noche gracias a haberme quedado despierta hasta tarde hablando con Niall por celular. 

-ya se nota que estas en Inglaterra. La formalidad al hablar es impresionante. 

-¡solo dime porque me llamas!

-es que no sabía que cantabas pero lo haces muy bien.

Abrí los ojos bruscamente y me quede seria. ¿De qué estaba hablando? ¿Yo cantando? ¿Cuándo me había escuchado? Negué con la cabeza y tape parte de mi rostro con mi mano libre. 

-¿De que estás hablando?

-de tu voz.- exclamó Scarlett y parecía entusiasmada. – tienes una voz increíble. Además, adore la versión de la canción, es tan dulce. 

-¿Qué canción? Y ¿Cómo me escuchaste cantar? Nunca cante estando tu en frente y tampoco hay videos. 

-¿Qué no hay videos?- dijo ella.- claro que los hay, por lo menos uno y es el que acabo de ver. 

-Scarlett, no sé de qué me estás hablando. 

-Tu video cantando “Black Keys” de los Jonas Brothers está por todos lados, además muchos saben que sos la novia de Niall Horan y eso hace que el video sea muy popular. 

El mundo se me calló. ¿Un video cantando “Black Keys”? 

-pásame el link.- dije y corte. 

Tome lo primero que vi en mi armario y me metí en la ducha, esperando que eso me tranquilizara un poco y alejara mi mente de lo que estaba pasando. 

Prendí mi portátil y en cuanto estaba pronta entre a mi cuenta de Facebook para buscar el link que Scarlett me había mandado de aquel video que me mostraba cantando según ella. 

Y efectivamente, allí estaba yo, sentada frente al piano negro de la casa de Liam, muy concentrada tocando y cantando “Black Keys”. Era un video de la noche anterior. 

Me enfurecí. ¿Por qué habían subido un video de mí cantando sabiendo que no quería hacerme conocida por eso? ¿Por qué lo habían hecho si sabían que prefería mantenerlo para mí y la gente más cercana? ¿Por qué lo habían hecho si sabían que no ayudaría a ninguna de las situaciones? Pero otra pregunta, que debía de haberme hecho antes de todas esas era: ¿Quién lo había subido? ¿Los cinco chicos de One Direction? ¿Alguno de ellos? ¿Uno solo? ¿Alguno de mis mejores amigos? ¿Los cuatro? ¿Todos? 

Cerré la ventana y suspire. Y me quede así por varios minutos: sentada de piernas cruzadas sobre la cama, con mi rostro escondido entre mis manos y respirando hondo y profundo. 

Escuche el pitido que hacia Facebook cuando alguien me hablaba en el chat y supuse que era Scarlett. Y supuse bien, porque al levantar la vista me di cuenta de que era ella la que me hablaba.

“¿Ya lo viste?” pregunto. 

“Si. Ya lo vi. Estoy pensando quien lo pudo haber subido.”

“¿Estas enojada con esa persona? Si lo estas no entiendo porque. Tienes una voz hermosa, no hay que ocultar eso” 

“es que no me gusta. Quiero guardarlo para mí y la gente cercana a mí. No quiero ser cantante.” 

“Bien, entiendo, pero… cantas hermoso. Todos lo dicen” 

No le conteste. Estaba demasiado enojada para hablar con alguien. ¿Quién había subido el video? La cámara era, obviamente, de uno de los que estaban allí, pero no podía recordar cómo estaban sentados.

Luego de ver el video varias veces, deduje que Max no había sido y que Jenny tampoco, ya que ellos aparecían en el video muy entretenidos con la canción.

Suspire y apague la computadora. No estaba segura de poder seguir viendo como mi video tenia cada vez mas visitas. 

Muchos no entendían el porqué de mi molestia. Bueno… nadie lo entendía cuando les decía “no me gusta que me escuchen cantar”, pero yo sí que lo entendía. El miedo a algo, generalmente, viene porque de niño a esa persona le sucede algo que lo marca, algo que tiene que ver con su miedo y a mí eso fue lo que me afecto. 

Desde que tengo memoria canto y toco instrumentos. Mis padres siempre me inculcaron la música como algo hermoso y eso fue lo que yo quise mostrar cuando tenía tan solo cuatro años en el campamento al que fui. Para ese entonces, sabía tocar el piano, no era un genio, pero sabía un par de canciones, las cuales eran mis favoritas y por eso la sabia. Pensaba que los demás niños cantarían conmigo, que les gustaría mi presentación, estaba tan entusiasmada. Pero no sucedió nada de eso que yo esperaba.

Comenzaron a abuchearme, nunca entendí porque. La canción no era mala, estaba cantando bien y podía tocar el piano. Recuerdo salir corriendo del lugar, correr hasta no poder mas, esconderme detrás de un árbol lejano, y largar a llorar. En la noche, supuse que me estarían buscando, así que volví. Además, sabía que a esa hora todos los demás niños estarían durmiendo. Entre en la cabina principal y dije que quería volver a casa. Recuerdo sus intentos de hacerme cambiar de opinión: “pero cariño, podemos solucionar el problema” decía la directora del campamento, pero yo no cambiaba de opinión: “quiero volver a casa. Quiero irme de acá”. 

Desde ese momento, no cante mas hasta unos meses luego de cumplir los 5 años, casi un año después del incidente y cuando comencé a hacerlo nuevamente era siempre encerrada en mi cuarto de música. Siempre que canto frente a alguien es porque le tengo mucha confianza y sé que no se va a burlar, pero siempre, siempre el miedo está ahí, presente dentro de mí. 

El celular sonó pero lo deje sonar. No me importaba quien me llamara, no quería hablar con nadie. También cerré la puerta de mi habitación con seguro antes de que Jenny o Jazmín entraran. 

The Secret ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora