Ellos se amaron con suma intensidad. Sentían que el destino de ambos era estar juntos para siempre.
Él era el ritmo, y su alma gemela era el que lograba hacerlo sonar, como si de una caja musical se tratase. Russel sentía que vibraba a otra frecuen...
Murdoc Niccals quería a aquel prodigio de la musica en su banda. Ya tenía la voz de un bello ángel y a una mujer que tocaba la guitarra, ahora solo hacía falta el buen ritmo de una betería y además, ¿qué mejor que también supiera de hip-hop?
Visitó varios días aquella tienda de discos donde trabajaba el famoso Russel Hobbs. Al principio se sorprendió por los ojos completamente blancos de este, de por sí ya le bastaba con cierto peliazul de ojos negros. Tenía entendido que se debía a la posesión de sus amigos.
Cierta tarde era el mejor momento para llevar acabo su plan. En el lugar no había gran cantidad de gente. Se acercó al afroamericano, preguntando por un disco en especial.
—Me parece recordar que aún nos queda unos cuantos —Se dio la vuelta para buscar, sin embargo una bolsa de papel, que le cubrió la cabeza, se lo impidió. Sintió como su cuerpo era sacado del establecimiento y después un fuerte golpe lo hizo perder la noción.
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Del estaba preocupado por Russel. No se fiaba de aquel hombre que se llevó a la fuerza a su amado. Trataba de despertarlo, hasta que lo consiguió.
—¿Dónde estoy?
—¡Bienvenido a los Kong Studios! —El satanista parecía feliz —. Soy Murdoc Niccals, bajista y lider de la banda que crearemos —Enseguida señaló a otro chico que estaba detrás suyo—. Y él es Stuart Pot, mejor conocido como 2D.
Russel estaba extrañado. Se dio cuenta de que ese tal 2D estaba asustado.
—T-te dije que no era buena idea s-secuestrarlo... Debías solamente hablar con él —Acusaba a su compañero, el cual lo calló.
—¿Qué pretendes? —Se cansaba de toda esa platica sin sentido. Además que no se sentía bien, era como si el espiritu que lo poseía estuviese preocupado.
—Claro, claro —Fue por unos grandes articulares que estaban conectados a su celular—. Quiero que tú estés en mi banda. Tienes un gran talento y eso de que las almas de tus amigos te poseen... ¡Es fantastico!
No, no lo era. Trató de levantarse de su silla auque seguía el dolor de cabeza. —No me interesa.
—Eso dimelo al terminar de escuchar esta belleza —Le puso los articulares. Tenía una gran sonrisa que dejaba ver los afilados y chuecos dientes.
2D parecía poner atención, atento a la reacción de Russel.
Tenía un buen ritmo. Era algo fresco, y sus oídos disfrutaban el escuchar. Aunque debía reconocer que con unos cuantos ajustes quedaría mejor. Experimentaba una emoción con esa canción.
Murdoc pausó el audio. —¿Y bien? —Su exaltación se notaba—. ¿Verdad que es bastante buena?
No lo negó. Sabía reconocer la buena música. Miró a esos dos, a Murdoc y 2D. —¿Ustedes la compusieron?
—¡Yes, man! Y también la tocamos. Entonces, ¿te nos unes? —Aún si este decía que no, tenía planeado obligarle.
Analizó de nuevo con la mirada a esos dos. No parecían malas personas, algo idiotas sí, pero nada de qué preocuparse. —Ok, viejo. Creo que es una buena idea.
2D y Murdoc sonrieron. ¡Un grandioso talento había llegado!