—
Wanda acababa de terminar sus estudios, ahora ya con 21 años de edad y un trabajo estable se podía permitir una casa donde vivir.
El trabajo que encontró mientras estudiaba fue en una tienda de discos de música, su apartamento se encontraba cerca de esa tienda, era pequeño pero perfecto para ella. Su tía Peggy vivía en el apartamento de encima de ella, a Wanda le gustaba la idea de tener a su tía Peggy cerca ya que ella fue la que la crió desde bebé.
Los padres de Wanda se separaron cuando ella tenía solamente dos años, su padre se marchó a otro país y la madre la dejó a cargo de su tía, ella siente cierto odio hacia su madre ya que la abandonó como si nada, pero Peggy consiguió que la niña creciera feliz y sana, Peggy era su tía, hermana de su madre, pero siempre sería su madre, la mujer que la crió.
En este momento Wanda se encontraba en la casa de su tía arreglándole la televisión.
-Tía, creo que va siendo hora de que te cambies de televisión- dijo la muchacha mientras conectaba unos cables detrás de la tele.
-Si esa va genial- dijo su tía acercándose a la muchacha.
-No va genial porque se ha apagado y no se enciende- dijo la castaña- ¿por qué no llamas a David y le dices que te acompañe a la tienda a buscar una nueva?
-Si tanto insistes... pero llama tu a David- dijo la mujer sentándose en el sofá que había en frente de la tele.
-De acuerdo- Wanda rió y agarró su teléfono para llamar a David.
David es el mejor amigo de Wanda desde muy pequeños, ella lo quiere como un hermano.
David es rubio con ojos azules, todo un galán, las chicas de la escuela siempre se morían por él pero él tenía otros gustos. A los 13 años David se dio cuanta de que era gay, se lo contó a Wanda y a ella le pareció genial en cambio a los padres de David no les gustó y lo maltrataron hasta que se marchó de casa. Muchas veces David pasaba los días en la casa de Peggy junto a Wanda porque no soportaba los gritos de su padre y los lloriqueos de su madre.
Wanda tecleó el número de David, el cual se sabía a la perfección, y puso el teléfono en altavoz escuchando los pitidos.
-Hola Wanda- saludó David, Wanda sonrió al escuchar la voz de su amigo.
-David, ¿le harías un favor a Peggy?- preguntó Wanda.
-A esa vieja no le hago nada- dijo en broma David, Peggy lo escuchó.
-¡Te estoy escuchando rubio de bote!- gritó Peggy, David y Wanda rieron.
-En cinco minutos estoy- dijo el rubio, poco después Wanda colgó.
Wanda miró la hora en su reloj y se dio cuenta de que en cinco minutos entraría a trabajar.
-Tía tengo que irme a trabajar, espérate a que llegue David y él te llevará a la tienda de electrónica- dijo Wanda, después depositó un beso en la mejilla de su tía.
-De acuerdo, cuando vuelvas quiero hablar contigo sobre una cosa de trabajo- la chica asintió y salió de la casa, agarró el ascensor y bajó hasta la planta baja.
Recorrió las calles hasta llegar a la tienda.
-Hola Sara- saludó al entrar, la chica nombrada no le saludó, solo le miró ya que estaba ocupada con un cliente.
David llegó al edificio y entró, subió en ascensor hasta el cuarto piso y abrió la puerta con la llave que Peggy le dio por si acaso ocurría algo.
-Hola Peggy- saludó el muchacho.
-Hola- la mujer se levantó del sofá y se acercó al muchacho.
-¿Que necesitas?
-¿Puedes llevarme a la tienda de electrónica?, se me ha roto la tele- explicó la mujer señalando la televisión.
-De acuerdo, vamos- Peggy agarró su bolso y salió junto a David.
La compra fue sencilla, llegaron, le pidieron ayuda a una empleada y en nada consiguieron una televisión nueva.
Llegaron a casa y David instaló la nueva televisión, la vieja la bajó y se la dio al portero.
-¿Te quedas a cenar, David?- preguntó Peggy mientras batía el puré que había cocinado.
-Sí, quiero ver a Wanda, ¿cuando vuelve?- en es momento la puerta se escuchó abrirse y Wanda apareció por ella.
-¡Wanda!- exclamó el rubio y se abalanzó a los brazos de su amiga.
-Hola- Wanda le abrazó gustosa.
-Hola tía- se separó de David- veo que ya hay nueva tele- dijo la muchacha acercándose a su tía para depositarle un beso en la mejilla, Peggy dejó su mano en la mejilla de la castaña mientras se lo daba.
-Estaba en oferta- dijo Peggy.
-¿Te quedas a cenar, David?- preguntó Wanda.
-Sí, ya he puesto la mesa y todo- David sonrió.
-Que mayor- se burló Wanda, los dos rieron.
La cena se cocinó y Peggy la sirvió.
-Que bueno el puré de calabacín- dijo David, mientras relamía su cuchara. Las dos mujeres rieron.
-Tía, ¿que era lo que me querías decir antes de irme a trabajar?
-Ah- comenzó a decir Peggy- pues que me han ofrecido un puesto de trabajo en una oficina para ti.
-¡Eso está genial, Wanda!- exclamó David.
-Pues la verdad es que sí, porque en mi trabajo cada día pagan menos y casi no vendemos nada- explicó Wanda.
-Me han dicho que si te apetece te pases mañana, antes de tu turno en la tienda por la oficina y conoces un poco a la gente y a tu jefe.
-Me parece bien- dijo la chica terminándose el plato de comida.
-¿Vemos una peli?- preguntó David levantándose de la mesa, recogiendo los platos.
-Me parece bien- respondió Wanda.
-¿Cuál?- preguntó Peggy.
-Alguna de los Vengadores- dijo emocionado David mientras se sentaba en el sofá y agarraba el mando de la mesa.
-¿Y desde cuando te gustan los superhéroes?- preguntó Peggy cogiendo sitio al lado del muchacho.
-Desde que se ha enterado de que salen tíos buenos- Peggy rió y David se sonrojó.
—
ESTÁS LEYENDO
¿Seducida?
RomanceWanda es una joven que acaba de terminar con sus estudios, su tía Peggy le enseña unas oficinas donde ella comienza a trabajar, allí conoce a un hombre el cual no descansará hasta seducirla. ¿Conseguirá Wanda no caer en sus encantos? ✖️CANCELADA ✖️ ...