Forks

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Era un día nevado, no tenía frio, creo que jamás sentiré lo que es  el frío de nuevo.
Lo que si podía sentir era la tierra y la nieve blanda por debajo de mis cuatro patas, veía las pequeñas pezuñas de un ciervo corriendo por su vida, yo era más rápida, justo cuando salte sobre un tronco para atraparlo un gato montés se puso a la par de mi, ambos nos miramos, se volvió una competencia.

No me sentía cansada, no sentía que mis pulmones quemaban o que mis músculos se ponían rígidos solo sentía el gran rugido en mi estómago, de nuevo un tronco se puso delante del gato y de mi, ambos saltamos pero entonces sentí un golpe en mi lado derecho.
Había otro como yo, gris pero con el lomo aún más gris.
Me derribo y estaba sobre mi.

Me derribo y estaba sobre mi

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-¡con un demonio Leah!.

La otra chica que era como yo, se reía a carcajadas y por fin se quitó de encima mío, me rodee en mi lomo para poder estar de pie y sacudí para quitarme la nieve.

-¿Qué?, ¿No se supone que eramos algo así como vegetarianas cuando estamos en esta fase?.
-si, al igual que tú no me gusta cazar en esta fase pero, no se...

Leah me dio una mirada de sacarsmo

-me entró el hambre ¡¿De acuerdo?!
-vale, vale, mejor regresemos a nuestra forma humana y vamos a comer comida de verdad,¡ yo invito!.

Siempre hacía frío en forks, pero sobre todo en invierno, eran mediados de diciembre, podíamos llegar hasta tener menos cero grados.

La casa de Leah estaba a unos metros, con todo el cuidado de que nadie nos viera, nos quedamos en el bosque.

Cerré mis ojos y inhale muy profundo, obligue a mi otro yo a esconderse era como si alguien tirará de un hilo que estaba dentro mío.
Soy una marioneta.
Entramos por la puerta trasera y nos encaminamos a su dormitorio, algunas veces dejo ropa ahí así que no hubo necesidad de pedirle ropa prestada.

Un vez cambiadas fuimos a pastel de carne un pequeño restaurante en forks que todos adoramos.

Leah se convirtió en una hermana para mí, literalmente por qué estamos en una manda, pero independientemente de eso, es más como una ¿mejor amiga hermana?, ¿Existe eso?.
En fin, no nos importaba la diferencia de edad.
No es que sea mucha pero aún así es un poco mal visto.

-sabes, mi hermano menor vendrá a forks.

No conocía al hermano de Leah en lo mas mínimo, solo conocía que se había ido por una beca que tenía en Florida.

Metí un pedazo de waffle a mi boca.
-¿Vendrá para vacaciones de navidad?.
-no, de hecho ha acabado la secundaria.

Sentí que el waffle se me atoro en la garganta.

-¿No estaba en preparatoria?
-no, no lo está.

En su voz se asomó un tono de nostalgia.

-¿Qué pasa?, Creí que estarías feliz de que viniera.
-y así es lo estoy...pero...

Leah recargó su espalda en el sillón verde con mucha lentitud.

-¿Qué es?, Dime.
-no quiero que sea uno de nosotros.
-Leah vamos, sigue siendo muy joven, yo entré en fase a los diecisiete, ¿Cuántos tiene?, ¿Quince?, ¿Catorce?.
-tiene dieciséis.

Todo lo que temía Leah conecto en mi cerebro cual rompecabezas.

-su cumpleaños es dentro de poco.
Hablé bajo.
Leah tomo un sorbo de café.
-no sabes si será como nosotros
-¿Y si lo es?.
-bueno entonces, ¿que más remedio tendría?, Sabes que no podemos luchar contra eso.
-lo se pero, ¿Que tal si se imprima en alguien a tan corta edad?.
-mata a la maldita
-no puedo hacer eso.
-así como tú no puedes matarla tampoco puedes impedirle a Seth que se imprima en alguien.
-lo dice la chica que no se quiere imprimar en alguien.

Puse los ojos en blanco.

-como sea, solo eres una hermana mayor preocupada, por cierto, ¿Iremos hoy?.

Leah quedó congelada a mi pregunta.

-yo entiendo si no quieres ir, solo que yo necesito el dinero.
-claro que quiero ir solo que...
-Seth llega mañana...

Ahora sí entendía todo.

-no pasa nada, ve con el, estaré bien.
-¿Estás segura?.
-lo estoy, saludalo de mi parte- reí- aunque no me conosca.

InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora