Invierno

¿Tortura O Placer?

Sentía que me quedaba sin aire.
Tenía que irme de allí.
Sentía como mis costillas se contraían aplastando mis pulmones.

Toque mi estómago y me incline hacía delante, Leah noto que algo me pasaba.

-¿Estás bien ______?
-s-si-respire profundo-solo que me siento algo mal.
No podía mirar a Seth a la cara.
-perdón que me valla justo cuando llegaste, ¿Te veo luego si?.
Ya estaba caminando lejos de ella.
-uhm bueno, cuidado al manejar.
-claro, nos vemos Seth.

Me atreví a mirarlo solo unos segundos y sentí un gran tirón en mi estómago.

Mi interior se revolvía de agonía.

Fui rápido a mi coche y lo puse en marcha, acelere tan rápido que las llantas se marcaron en el pavimento, solté un gran suspiro combinado con un gemido.

Esto no me podía estar pasando justo ahora.

Cuando mi carro estaba a unos tres kilómetros de la push, todo en mi se regularizó.

Al llegar a mi casa trate de relajarme, sentía como vapor salía de mí, tenía calor, sentía que estaba hirviendo,me saque rápido la polera y el pantalón corto, tome todos los cubitos de hielo y los metí a mi boca comencé a masticar sin control, estos se derretían en mi boca con rapidez, mi otro yo quería salir, quería revelarse, justo como la primera vez.

Puse mis manos en la barra de desayuno y apreté muy fuerte tanto que está se agrietó y casi se rompe.

La obligue a quedarse dentro de mi, no permitirá que saliera, menos en mi casa.
Pensé en todo aquello que me podía calmar, perritos, unicornios, el color rosa, las flores en la primavera, la playa,nada funcionó, hasta que la imagen de Seth vino a mi mente.

Sentí como mi corazón relajaba sus palpitaciones, mi respiración se controlaba y mi temperatura bajo.
Mi otro yo me pedía a gritos estar cerca de Seth.

¿Es acaso posible extrañar a alguien sin conocerlo?.

~

El teléfono de mi casa sonó, al contestar un Sam muy furioso comenzó a reprochar la falta de mi trabajo el cual era vigilar la frontera de Forks, me encontré con el en su casa donde hacíamos la mayoría de las reuniones, iba preparada para escuchar un gran sermón pero en lugar de eso, Sam me miró con una expresión de duda.

Me pare delante de él justo al filo de las escaleras del pórtico.

-¿Qué?.

Sam me miró de arriba a abajo y de acercó a mí.

-¿Es acaso que huelo mal?- tome un mechón de mi cabello y lo olí, olía a mi shampoo de kiwi y yerba buena- te juro que me eh bañado en la mañana.

Sam se acercó y olfateo muy cerca de mi rostro.

-¿Quien es el chico?.

Mi corazón comenzó a palpitar muy rápido, debía mantener mi impronta en secreto.

-¿Qué chico?.
-¿Entonces es chica?.
-¿Cual chica?, Sam, ¿Qué tienes?, Dios eres un poco raro últimamente.

Sam me miró con el ceño fruncido.

-Sabes bien de lo que hablo, soy el alfa, ¿recuerdas?.
-por que lo seas no tienes que saber todo de mi.
-_______.

Frustrada respire hondo y exhale pesadamente.

-¿Recuerdas a Seth?.
-¿El hermano de Leah?.

Hice una mueca en aprobación.

-oh te va a matar
Sam sonrió divertido
-¡Sam!, ¿Crees que no lo sé?.
-invitalo esta noche, será divertido ver cómo te resistes a el.

"Idiota"

-Por ahora prométeme que será secreto nuestro
-tranquila, lo será.
-¿Qué será un secreto?.

Paul llegó de entre los árboles junto con Embry. Mi corazón se hizo chico y sentí el miedo por mi espina.

-es por eso mismo que es un secreto idiota.
Embry le dió un golpe en la nuca.

Solíamos hacer una fogata con los ancianos para convivir y ellos nos contaban historias acerca de nuestros ancestros, claro que invite a Seth, no directamente, le dije a Leah que lo trajera ya que "creí que sería divertido".

Esa noche hicimos hamburguesas, Paul como el gran tragón que es sé cómo casi todo, Jacob llegó un poco tarde y venía con la hija del jefe de policía Swan.
Ella ya sabía lo que eramos gracias a que Jacob de alguna manera se lo dijo.

Estábamos sentados en circulo al rededor de la fogata, Seth y Leah estaban sentados juntos, hubiera dado lo que fuera por ser yo quien estuviera a su lado, se veía tan lindo con la boca abierta poniendo atención acerca de criaturas frías.

Mejor conocidos como vampiros, y para ser sincera a mi no me incomodaban, a excepción de el olor.
Por más que me gustarán las noches de fogata una vez más note cada rasgo diminuto en Seth.
Cuando Billy decía algo impresionante Seth abría un poco sus ojos y subía las cejas, cuando era algo de suspenso tragaba saliva, cada que describían una palabra apretaba la mandíbula.
Sonreí divertida y por unos instantes creí que estaba sola con el, así que rápidamente puse mi hamburguesa en mi boca para disimular y mastique con esmero.

Deje mi vista en el fuego hasta que un cosquilleo en mi frente me hizo levantarla hasta Seth que me miraba con una pequeña sonrisa en su rostro, nos miramos por unos instantes a los ojos y sentí un gran tirón en mi estómago, trague con dificultad el gran pedazo de hamburguesa y casi me ahogaba.

Comencé a toser descontroladamente así que para no interrumpir a Billy me levanté y camine lejos para no molestar a nadie.

Después caí en la cuenta que tal vez se rió de mí por qué tenía las mejillas llenas de comida y tal vez parecía una ardilla.
Al golpear mi pecho unas cuantas veces y después de que me calme, mire a la fogata y a mi manada quien se encontraba muy interesada en la historia de como los quileutes creían ser descendientes de los lobos.
Mi vista fue hasta Seth que me miraba un poco preocupado, mordí una vez más mi hamburguesa y suspiré.

Sabía que de alguna manera el también sabía de la extraña conexión que teníamos.
Era como esa sensación de haber visto antes a una persona pero no recordar donde.