P.O.V. Freddy.
Bear y yo llevábamos dos curso siendo novios secretos.
Ambos teníamos ya once años.
Cada vez nos dábamos más besitos en la boca, a veces duraban hasta tres segundos.
Y cada vez me gustaba más ser su novio.
Cuando mis papis conocieron a Ángela, volvieron a llevarse bien con tío Zayn y tío Liam.
Pero ella tuvo que mudarse al acabar el curso. Sus padres habían conseguido un nuevo trabajo en América.
Me quedé muy triste, Bear no tanto.
Él se había hecho amigo de un chico que era dos años mayor que nosotros.
Si soy sincero odiaba a Peter.
Odiaba que me quitara tiempo con él.
Odiaba que fuera mayor que yo, más alto.
Odiaba que a Bear le gustara pasar tiempo con él.
Pero yo me había prometido que no me enfadaría por ello.
Hasta que un día, le enseñó una foto de dos adultos haciendo una cosa muy extraña.
Cuando me explicó de qué se trataba, me enfadé, y mucho.
Porque él no tenía por qué enseñarle cosas de parejas a mi novio.
Así que nos encontrábamos en el patio, pegándonos.
-¡Freddy, no! -Oía a Bear gritar mi nombre una y otra vez.
Pero yo estaba demasiado concentrado en chocar mi puño con su cara.
Aquello acabó en un castigo y que mis padres vinieran a buscarme.
-¿Freddy? -Chilló papi Harry cogiéndome en brazos. -Cariño, ¿qué te han hecho? -Preguntó preocupado al ver que mi ojo se había puesto de color azul.
-No, más bien. -Aclaró la madre de Peter. -¿Qué le has hecho a mí hijo?
-Él le dijo a mi novio cosas que no debía. -Contesté sin pensarlo dos veces.
Papi Louis me miró con asombro.
-¿Novio? -Tragué saliva al instante. -¿Tienes novio?
Asentí temeroso, papi Harry hizo una mueca; sabía lo que vendría ahora.