Capítulo 2

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Camila's POV

Hoy era un día mas de mierda para mí, insultos en el colegio, insultos por parte de mi familia ¿Esto tendría fin alguna vez?

Yo estaba sola en el instituto desde que todos saben que me gustan las mujeres, y era obvio yo no era una persona 'normal' yo era como la bicho raro de allí. En él receso me pasaba pegada a los libros o en mí teléfono, mientras que todos salían con sus amigos a comer, caminar o hacer cualquier tontería. Me sentaba al final de la clase, mi familia era despectiva conmigo y siempre estaba sola. Siempre.

—Pero mira a quien tenemos aquí. JA. La nerdsita lesbiana.— escuché esa voz, esa estúpida voz que provenía de la puerta. Era Austin Mahone un fresa y su novia Keanna Marie. No había pareja más insoportable que estos dos.

—No quiero problemas, váyanse.— dije tratando de parecer lo mas calmada y firme que podía, pero seguramente mi voz tembló.

—¿Tú crees que nos vamos a ir? No seas estúpida.— dijo Keanna riéndose.— ¿Cómo perder la oportunidad de golpearte a solas?.— fue Austin quien habló esta vez y yo estaba temblando.

— P-por fav-vor.— dije con un hilo de voz, pero lo único que sentí fue un puñetazo en el estómago, tan fuerte que me causó náuseas y caí al piso.

—¡Que asco das!.— dijo Austin golpeando mi boca, sacando sangre de esta, mientras esa perra me pateó en los pechos y abdomen y finalizó con un puño en la nariz

—¡Eres una estúpida! ¡Será un placer para nosotros golpearte! ¡Maldita lesbiana!.— dijeron ambos riendo y salieron por la puerta

Mientras que mi nariz y boca estaban sangrando a mas no poder, yo no podía con el dolor y me levanté como pude. Me dirigí al baño, me limpié y volví a clases.

Salí del instituto con el cuerpo adolorido dirigiendome al otro infierno que me esperaba en casa.

Abrí la puerta principal de casa y entré.

—Hola familia.— dije viendo a mis padres en la cocina.

—¿Qué son éstas horas de llegar Camila?.— preguntó mi padre con un tono serio, sin despegar la vista del televisor

—Y-yo... El...el bus nos recogió tarde.— dije evidentemente nerviosa y no sé porque lo estaba si era la verdad

—Si tu con tus excusas, de seguro te quedaste ahí con esos amigos borrachos que tienes

—Camila ¿Que te pasó en al cara? ¿Y en la ropa?.— dijo mi mamá acercándose para observarme con detenimiento.— de seguro te quedaste en la calle y te peliaste ¿no? ¡Que tonta eres!.— escupió con desprecio

—Yo le voy a enseñar a que ¡EN ESTA PUTA CASA NO SE LLEGA CUANDO QUIERES! ¡TONTA! ¡APLICATE MEJOR EN EL COLEGIO EN VEZ DE ANDAR DE CALLEJERA POR AHÍ!.— gritó mi padre con una furia tremenda, mientras que yo retrocedía a medida que el se acercaba

Y luego sentí golpes fuertes y dolorosos en mi espalda, cabeza, piernas,una cachetada y mas insultos. Yo sólo salí de allí y me dirigí a mi habitación hecha un mar de lágrimas

Me dolía absolutamente todo el cuerpo, y me dolía pensar que esto era lo que tenía que vivir día tras día, sólo por mi gusto hacia mi mismo sexo ¿Qué tiene de malo? Nada. Absolutamente nada.

En estos casos la mariguana y el alcohol, me salvaban la vida, me sacaban de todos los problemas que tenía.

Salía al balcón que daba a un callejón obscuro, a fumar y dejarme llevar por la droga. Era mi única salida.

Ni siquiera tenían razon para pegarme o insultarme. Pero que se le puede hacer.

Esto era mi día a día y como quisiera que cambiara.

La Hija Del Entrenador (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora