QUÉ ES

34 9 6
                                    

No eran más de las 12:00 cuando Amara caminaba por las calles de las afueras de su ciudad. Iba feliz dando ese paseo que daba la mayoría de las mañanas.
De pronto, vio una pequeña casita con un jardín precioso y bien cuidado. No había ninguna vaya que delimitará el espacio de la parcela, y Amara se adentró para ver los arbustos que desprendían un agradable aroma.
Durante la incursión, Amara vio un perrito tumbado en la hierba. Era blanco y de tamaño mediano, tenía las orejas puntiagudas y una cola larga cubierta por un pelaje corto. Cuando el perro la vio, se levantó y movió su cola en señal amistosa. Amara se agachó y extendió la mano, acto seguido el animal se acercó cuidadosamente, alerta de cualquier movimiento extraño.
Cuando estuvo al alcance de la mano de Amara, esta le acarició la cabeza.

-Eres un perrito muy bonito -dijo acariciandole la cabeza.

El animal se alejó de forma agresiva y maulló. Espera. ¿Maulló? ¡Desde cuándo los perros maúllan!
Amara se quedo sorprendida ante lo que acababa de escuchar. El animal, siguió maullando, y ante la confusión, Amara no se dio cuenta de que alguien se encontraba detrás de ella.

-Vaya, veo que has encontrado a Miku.

Amara se dio la vuelta rápidamente.
-Lo...lo siento. - dijo, y observó a la persona que había detrás suyo. No pudo identificar si se trataba de una mujer o un hombre, ya que esta persona tenía un cabello negro lo suficientemente ente corto como para no poder sujetarlo en con una goma de pelo, pero suficiente largo como para cubrirle las orejas. Llevaba una camisa azul a cuadros que le iba un poco grande, abierta sobre una camiseta blanca. Unos vaqueros que le quedaban por encima de la rodilla y uña zapatillas que le cubrían los tobillos. Su rostro era redondeado y tenía una agradable sonrisa, una nariz pequeña y unos ojos castaños que le miraban fijamente. - Siento haberme colado en su casa.

La persona le miraba, y Amara bajó la cabeza esperando alguna reprimenda. La cual no llegó y oyó una pequeña risa proveniente de aquella persona.

-Jajajaja...No tienes que sentir nada, es más, te doy las gracias por encontrar a Miku. Este travieso se esconde continuamente. - tenía una voz dulce. Amara la analizó en su cabeza intentando que le diera alguna pista sobre su género, pero no descifró nada.

El perro se acercó a la persona andrógina y ronroneo dando vueltas entre sus piernas. La persona le tendió la mano a Amara, que seguía sentada en el suelo. Amara la tomo y se levantó. Una vez de pie, observó que la persona era unos 20 centímetros más alta que ella. No era muy delgada ni estaba gorda, pero parecía muy fuerte.

-Gracias se...- se cortó ahí porque no sabía si decir señor o señora.
-Llámame Cris -genial, un nombre que no le daba pistas pues podría ser de Cristian o Cristina.
-Gracias Cris, soy Amara. -sin saber que más decir soltó- tienes un perro muy bonito.
-¿Perro? -¿le estaba tomando el pelo? El animal estaba a su lado y, bueno, ronroneaba como un gato, pero era un perro.
-Si, eso es un perro. -dijo señalando a Miku. Este hizo una mueca y volvió a maullar.
-Sé lo que es un perro. Pero Miku no es un perro. Es un gato. ¿No ves como maúlla?
-S...si, pero es un perro. Mira, tiene un gran hocico y no tiene bigotes. - dijo pensando que Cris estaba loca o loco, no lo sabía.
-Jajaja, eso no importa. Es lo de menos, Miku es un gatito como cualquier otro. Bueno, casi, el no suele caer de pie JAJAJA.

Amara no comprendía nada.
Ante la mirada atónita de Amara, Cris le invitó a entrar a la casa y explicárselo.

-Verás Amara, no eres la primera que cree que Miku es un perro. Tiene un aspecto perruno, pero cuando le nombras como "perro" se molesta. Uno de los primeros días cuando lo conocí me arañó. Yo también me sorprendí cuando le escuché maullar, pero si el es un gato, no debería alarmarme.

Amara seguía sin comprenderlo del todo. Cris hizo una mueca y se levantó a coger algo. Cuando volvió, traía con sigo un bote en el que ponía "nutella".

-Mira, cuando me acabé la nutella de este tarro, lo rellene de azúcar. - abrió el tarro y se podía ver el azúcar. Era marrón. - Es azúcar moreno. -eso lo dejaba más claro - Esto es azúcar.
-Si.
-Pero está en un tarro de nutella.
-Si.
-Y sigue siendo azúcar, aunque si se convirtiera en nutella, no me quejaría. - Cris sonrió y Amara soltó una risita. - ¿Lo has entendido?

Amara asintió. Aunque el azúcar este en un tarro de nutella, seguía siendo azúcar.

-Bueno, pues aunque Miku parezca un perro, las apariencias engañan.

Y le dedico a Amara una cálida sonrisa.

________________________________________________________

Amara lo entendió, y vosotros??
No me sirve de nada escribir estas historias si no estáis dispuestos a abrir vuestras mentes y dejar que la historia fluya.

Espero que os haya gustado esta primera parte, seguiré escribiendo según la sociedad me ponga más ejemplos de cosas que hay que cambiar.
;)

Lo que no enseñan en el coleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora