Capitulo 5

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Lunes por la mañana, Calipso tuvo que levantarse a prepararle el desayuno a su padre para que este saliera a trabajar.

Después de que se fuera, preparó el suyo y se dispuso a organizar lo necesario para ir a la escuela. Ya desayunada y preparada fue a echarle un último vistazo a su jardín. Todo estaba correcto, les había echado suficiente agua, estaban en los lugares adecuados para que les diera el suficiente sol y que en acaso de que lloviera, no fueran muy dañadas.

Cuando llegó fue directo a su salón de clases, se sentó allí y solamente se quedó mirando a las personas llegar. Para evitar un poco el aburrimiento fue sacando sus materiales de clase, sí, así de aburrida estaba.

Un ruido llamó su atención, vio como un chico rubio caía estrepitosamente al suelo. Fue a ayudarlo.

—Dioses, ¿Estas bien? —le tendió la mano para ayudarlo y este aceptó.

—Sí tranquila sólo me caí. Espero no haber llamado mucho la atención —tenía un leve sonrojo por la vergüenza y para la mala suerte del chico, toda la clase lo vio caer— Soy Will Solace por cierto.

—Calipso Belladona, un gusto —se presentó y paso— y tranquilo, caídas como esas todos las hemos tenido.

—Sí eso supongo ¿eres nueva verdad? —le preguntó este ya yendo hacia su lugar, gracias a la suerte de Calipso estaba cerca del suyo.

—Sí así es —no supo más que decir y se sentó.

—Bueno dime ¿Cómo te ha ido socializando? De por si es muy duro ser nuevo en una escuela —Will parecía ser alguien amable, lo podía ver por su actitud y la cálida sonrisa que le daba.

—Ni que lo digas, por ahora eres el único con quién he tenido una "charla" como tal.

—Bueno entonces es tu día de suerte, a partir de ahora hablarás conmigo y mis amigos, los cuales por motivos del destino aún no llegan —dijo esto último, y como si los hubiera invocado, llegaron dos chicos, uno de ellos de estatura promedio, cabello negro y piel muy pálida, y el otro alto, musculoso y con rasgos chinos.

—Hola, Will —saludo el chico de rasgos chinos, debido a su contextura podía ser intimidante, pero su cara de bebe lo hacía ver como alguien amable— ¿Quien es tu nueva amiga? —preguntó el chico mientras se sentaba, tenía la mano derecha vendada.

—Ella es Calipso. Calipso te presento a Frank, Frank te presento a Calipso —respondió Will.

—Mucho gusto Calipso —Frank le tendió la mano vendada de forma educada

—El gusto es mío —en definitiva ese iba siendo un buen día.

—Genial, ahora te presentaré a Di Angelo —miró a el otro chico, el cual ignorando a todos se sentó en su lugar a oír música— es él —lo señaló— disculpa su actitud, no es muy sociable.

—No necesito que me presentes, Will —dijo él sin mirarlo— tú eres Calipso —la señaló— y yo soy Nico fin del tema.

—Bueno, ¿que te parece sentarte con nosotros en el almuerzo, Calipso? —le preguntó Frank.

—Bueno, sí, tampoco es como si tuviera alguien más con quién almorzar —decía en tono bromista, a fin de cuentas hay que saber reírse de uno mismo, ¿cierto?

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